Altamira en peligro
Ocho expertos advierten en la revista 'Science' que la cueva, colonizada por bacterias y hongos, no soportar¨ªa el impacto de los visitantes si se reabriese
Las pinturas de Altamira, de hace unos 14.000 a?os, se conservaron excepcionalmente bien hasta su descubrimiento, en 1879, gracias a la ausencia de luz, a la escasa filtraci¨®n de agua y el bajo flujo de aire de la Sala Policromada, con sus excepcionales pinturas. Pero la apertura de la cueva y los miles de visitantes durante d¨¦cadas provocaron un deterioro tal que, en 1977, hubo que cerrarla. Luego se volvi¨® a abrir con restricciones y se volvi¨® a cerrar, la ¨²ltima vez en 2002. Ahora, un equipo de ocho expertos advierte en la revista Science que "las investigaciones muestran la necesidad de conservar la cueva manteni¨¦ndola cerrada en el futuro pr¨®ximo". Ces¨¢reo Saiz-Jim¨¦nez (investigador del CSIC) y sus colegas se?alan que, desde el a?o pasado, se ha planteado reabrir Altamira por el impacto positivo que tendr¨ªa en el turismo de la regi¨®n, pero advierten que tal medida ser¨ªa peligrosa para las famosas pinturas. Uno de los peligros ser¨ªa la proliferaci¨®n de bacterias y de hongos que han colonizado la cueva y que, por el momento, parecen estar contenidas en la entrada de la cueva.
"Si la cueva se reabre al p¨²blico, la entrada continua de visitantes provocar¨¢ un aumento de la temperatura, de la humedad y del CO2 en la Sala Policromada, reactivando la condensaci¨®n y la corrosi¨®n de las rocas", escriben estos investigadores en la prestigiosa revista cient¨ªfica. Adem¨¢s, las visitas, al desplazarse por el interior del recinto, levantar¨ªan da?inas part¨ªculas que quedan en suspensi¨®n en el aire, incrementando la erosi¨®n de las paredes y liberando bacterias y esporas de hongos. Tambi¨¦n entrar¨ªan nuevos nutrientes para el fr¨¢gil ecosistema de la cueva.
Sa¨ªz-Jim¨¦nez y sus colegas (del CSIC, de la Universidad de Alicante y del Museo Nacional de Ciencias Naturales) recuerdan que, en 1973, antes del cierre de Altamira, el n¨²mero de visitas era alt¨ªsimo (175.000 personas, en 1973). En 1982, se reabri¨® con un cupo m¨¢ximo anual de personas que pod¨ªan entrar en la cueva cada a?o (8.500 en un documento y 11.000 en otro). "Sin embargo, en septiembre de 2002 de nuevo hubo que cerrar Altamira al p¨²blico debido a la presencia de microorganismos fototr¨®ficos en las pinturas", escriben los cient¨ªficos. "La colonizaci¨®n de estos microorganismos fue la consciencia de d¨¦cadas de utilizaci¨®n de luz artificial en la famosa Sala Policromada e iba acompa?ada por el desarrollo de colonizaciones microbianas directamente en las pinturas rojizas".
Altamira se conserv¨® durante miles de a?os, recuerdan, gracias a un entorno pobre en nutrientes y con escaso contacto con la atm¨®sfera exterior.
Pese a que el cierre desde 2002 ha sido muy beneficioso para la famosa cueva y sus pinturas, los problemas de conservaci¨®n est¨¢n todav¨ªa lejos de estar resueltos y los cient¨ªficos siguen haciendo controles de su estado.
La cueva de Altamira depende del Ministerio de Cultura y es gestionada por el Museo Nacional de Altamira. Los cient¨ªficos, en su art¨ªculo publicado en Science y titulado Arte paleol¨ªtico en peligro: pol¨ªtica y ciencia enfrentadas en la cueva de Altamira, aconsejan que este lugar, Patrimonio de la Humanidad, permanezca cerrado para preservarlo.
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