Expedientados los padres de la ni?a del 'burka' por abandono escolar

Chadia, de 15 a?os, abandon¨® el pasado curso sus estudios en el instituto Rusadir de Melilla porque no le permitieron acudir vestida con su burka negro y guantes hasta el codo. Prometi¨® que volver¨ªa al colegio y que se matricular¨ªa este curso, pero no lo ha hecho. La Fiscal¨ªa de Menores de esa ciudad acaba de iniciar un expediente contra sus padres por abandono escolar, seg¨²n aseguran fuentes judiciales.

La ley establece multas y penas de prisi¨®n de tres a seis meses para los casos de incumplimiento de los deberes de los padres, entre los que destaca la educaci¨®n de sus hijos y la obligaci¨®n de llevarlos al colegio. La escolarizaci¨®n es obligatoria hasta los 16 a?os. El caso se Chadia estar¨ªa en este supuesto y fuentes judiciales se?alan que en Melilla ya hay varias sentencias condenatorias. Mim¨®n, de 42 a?os, la madre de la ni?a del burka, apoy¨® a su hija en su decisi¨®n de no volver a las aulas.

Chadia abandon¨® el instituto para seguir encerrada "en la felicidad" de su burka con el que le impidieron acudir a sus clases de 3? de la ESO. La direcci¨®n del centr¨® inform¨® de que la ni?a de ojos verdes, una alumna tranquila y aplicada que antes vest¨ªa vaqueros, llevaba d¨ªas desaparecida de las aulas sin que sus padres espa?oles dieran ninguna explicaci¨®n. El director advirti¨® a la madre que no pod¨ªa acudir a clase tapada. "?Qu¨¦ pasa si me lo pongo y me lo quito?, me dec¨ªa la ni?a. Le ped¨ª que, por favor, no viniera tapada ni con guantes. Ya no volvi¨® a venir", recuerda Miguel ?ngel L¨®pez. El 30% de las ni?as del instituto Rusadir que acoge a unos 1.000 alumnos llevan hiyab (pa?uelo isl¨¢mico). El pasado 12 de mayo, la Fiscal¨ªa de Menores tom¨® declaraci¨®n a su madre, Mim¨®n, y a la alumna, y les inform¨® de la obligaci¨®n de estar escolarizada. "Entonces se comprometi¨® a quitarse el burka y a volver al colegio", se?alan fuentes judiciales.

Si no me dejan llevar burka no quiero estudiar

Chadia, nombre supuesto para preservar su intimidad, no regres¨® al instituto Rusadir, perdi¨® el curso y se encerr¨® en su habitaci¨®n, en una casa alquilada de 90 metros cuadrados en el barrio de Reina Regente en la que vive con su madre y sus cuatro hermanos. Sus padres est¨¢n separados desde hace 10 a?os. "Soy la mujer m¨¢s feliz. No me importa perder el curso. Si no me dejan llevar el burka no quiero estudiar. Quiero hacer algo ¨²til. Estudiar¨¦ cocina, pero donde haya solo mujeres. Un hombre no me puede ver", confesaba Chadia semanas despu¨¦s a este peri¨®dico en el sal¨®n de su vivienda y en compa?¨ªa de su madre, que cubr¨ªa su cabello con el hiyab, vest¨ªa una t¨²nica color toffee y calzaba babuchas.

La Fiscal¨ªa de Menores de Melilla solicit¨® hace d¨ªas un informe urgente a la Polic¨ªa Local al conocer que Chadia no se hab¨ªa matriculado este curso en el instituto. "No sabemos nada de ella. La ni?a se tiene que matricular y si no lo ha hecho est¨¢ fuera de la red escolar. Ya no es un caso de absentismo escolar", se?ala el director del instituto, un centro con una de las tasas m¨¢s altas de fracaso escolar del pa¨ªs. La Polic¨ªa Local que dirige Jos¨¦ Jurado comprob¨® que Chadia no est¨¢ escolarizada en ning¨²n centro de Melilla y ha informado del caso a la responsable de la Fiscal¨ªa de Menores, que ha iniciado el expediente por abandono escolar contra los padres de la menor. Es el primer caso de una ni?a que pretende estudiar con burka en Espa?a, que no puede acceder al colegio y que renuncia a su educaci¨®n por seguir vistiendo la prenda con la que se cubren la mayor¨ªa de las mujeres en Afganist¨¢n.

Durante la entrevista que una fiscal mantuvo en mayo con Mim¨®n y con Chadia se advirti¨® a la madre que no escolarizar a su hija constitu¨ªa un delito castigado con penas de prisi¨®n o multa. "Los ni?os pueden ser v¨ªctimas de sus padres. En Melilla el trabajo nos supera porque tenemos decenas de casos de absentismo escolar o abandono familiar", asegura un juez. La ni?a afirma que ha tomado sola la decisi¨®n de usar burka. Chadia cumplir¨¢ 16 a?os el pr¨®ximo mes de febrero. Hace tres semanas una ni?a con una voz parecida a la suya contestaba al periodista a trav¨¦s de la puerta de su casa, un sencillo bloque de viviendas municipales sin ascensor. "No est¨¢ en casa. Pronto ser¨¢ mayor de edad y podr¨¢ hacer lo que quiera. ?Por qu¨¦ no pregunta usted a su hija si va al colegio?".