El viaje de ida y vuelta de la bater¨ªa del coche, con parada t¨®xica

Coches, ordenadores, sistemas de telecomunicaciones y de alumbrado, todos usan bater¨ªas de plomo. La industria de bater¨ªas es un negocio en auge que se come el 80% del plomo mundial, extra¨ªdo de minas o reciclado. Pero el plomo es muy t¨®xico y su manejo est¨¢ sometido a una regulaci¨®n estricta, al menos en el mundo rico. En pa¨ªses que no los son tanto la normativa es menos exigente, lo que estar¨ªa siendo aprovechado como estrategia de negocio por las compa?¨ªas del sector. Varias investigaciones recientes denuncian, en concreto, que Estados Unidos exporta a M¨¦xico cada vez m¨¢s bater¨ªas para reciclar.

Las consecuencias son importantes, porque la contaminaci¨®n por plomo, indican los expertos, dificulta especialmente el desarrollo cognitivo de los ni?os y por tanto contribuye a perpetuar el ciclo de la pobreza. Adem¨¢s, se espera que durante esta d¨¦cada el crecimiento de los pa¨ªses emergentes duplique el peso del sector de las bater¨ªas.

El manejo del plomo est¨¢ sometido a una regulaci¨®n estricta en el mundo rico, no as¨ª en pa¨ªses que no lo son tanto

Se espera que durante esta d¨¦cada el crecimiento de los pa¨ªses emergentes duplique el peso del sector de las bater¨ªas

Varios informes de la ONG estadounidense OK (Occupational Knowledge) International, en colaboraci¨®n con otros investigadores, alertan ahora de los riesgos derivados de los distintos est¨¢ndares de exigencia en la gesti¨®n de las bater¨ªas de plomo entre los mundos ricos y en desarrollo.

Uno de los trabajos, publicado en la revista Journal of Occupational and Environmental Hygiene, revela que los ni?os que viven cerca de una f¨¢brica de bater¨ªas en pa¨ªses subdesarrollados tienen 13 veces m¨¢s plomo en sangre que los ni?os estadounidenses. Los niveles de plomo de los trabajadores de estas plantas son tres veces superiores en el mundo en desarrollo que en Estados Unidos. Adem¨¢s, el aire de las plantas de bater¨ªas en pa¨ªses pobres contiene siete veces m¨¢s plomo de lo permitido en EEUU.

Los autores revisaron un centenar de investigaciones sobre exposici¨®n a plomo publicadas en revistas cient¨ªficas entre 1993 y 2010. El a?o 1993 se escogi¨® en parte porque en mayo de 1992 entr¨® en vigor la Convenci¨®n de Basilea, el tratado internacional para prevenir el traslado de residuos peligrosos -excluidos los radioactivos- del mundo desarrollado a los pa¨ªses pobres.

"Los trabajadores y los ni?os de pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo se enfrentan a un riesgo importante de envenenamiento por plomo", ha declarado Perry Gottesfeld, director ejecutivo de OK International y coautor del estudio. "Los envenenamientos aumentar¨¢n a medida que el sector crece. A los niveles de exposici¨®n observados, los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo est¨¢n perdiendo miles de millones de d¨®lares por menor rendimiento escolar, p¨¦rdida de productividad y gastos m¨¦dicos".

En junio pasado OK International y la ONG mexicana Fronteras Comunes publicaron tambi¨¦n el estudio Exporting hazards, que denuncia: "El transporte estadounidense de bater¨ªas de plomo usadas saca provecho de la poco estricta normativa ambiental y de salud laboral en M¨¦xico. (...) Estas bater¨ªas est¨¢n siendo recicladas en M¨¦xico con est¨¢ndares menos exigentes, lo que redunda en una exposici¨®n ambiental y laboral significativamente mayor".

En 2010, el 12% de las bater¨ªas estadounidenses usadas se exportaron a M¨¦xico, un 112% m¨¢s que el a?o anterior. El aumento coincide con un endurecimiento en la regulaci¨®n de Estados Unidos al respecto, que obliga a las plantas de reciclaje del pa¨ªs a invertir en m¨¦todos de control m¨¢s estrictos.

En las plantas mexicanas se permiten niveles de plomo en el aire diez veces m¨¢s altos que en las estadounidenses. En M¨¦xico, las emisiones de plomo de estas plantas al exterior son 20 veces superiores. Los trabajadores mexicanos de estas instalaciones tienen cinco veces m¨¢s plomo en sangre que los estadounidenses.

Tambi¨¦n preocupa que parte de las bater¨ªas de plomo exportadas a M¨¦xico acaben en plantas ilegales. El informe concluye pidiendo la actuaci¨®n de los gobiernos de ambos pa¨ªses en el marco del Tratado de Libre Comercio de Am¨¦rica del Norte (NAFTA).