Una comisi¨®n brit¨¢nica propone regular el suicidio asistido m¨¦dicamente
La pr¨¢ctica se castiga en Reino Unido con hasta 14 a?os de c¨¢rcel En Espa?a la condena es menor si se trata de una persona gravemente enferma
La Comisi¨®n para la Muerte Asistida brit¨¢nica tiene previsto entregar esta semana un informe en el que indica que el suicidio con ayuda m¨¦dica debe despenalizarse en algunos casos, seg¨²n ha sabido The Guardian.
La comisi¨®n tiene un car¨¢cter semip¨²blico. Aunque est¨¢ financiada por fondos privados, su presidente es un miembro de la C¨¢mara de los Lores, Charles Falconer, quien fue el primer secretario de Estado para Asuntos Constitucionales brit¨¢nico durante los Gobiernos de Tony Blair.
La recomendaci¨®n es cambiar la actual legislaci¨®n, que establece penas de hasta 14 a?os de c¨¢rcel para quienes ayuden a una persona a cometer suicidio. La condena es muy superior a la espa?ola, donde en determinadas circunstancias (que se trate de un enfermo incurable en estado terminal que haya solicitado repetidas veces ayuda para poner fin a su sufrimiento) la colaboraci¨®n necesaria con el suicidio, tipificada en el art¨ªculo 143, establece de una manera general que ¡°el que induzca al suicidio de otro ser¨¢ castigado con la pena de prisi¨®n de cuatro a ocho a?os¡±, pero, sin embargo, matiza que si lo hace ¡°por la petici¨®n expresa, seria e inequ¨ªvoca de ¨¦ste, en el caso de que la v¨ªctima sufriera una enfermedad grave que conducir¨ªa necesariamente a su muerte, o que produjera graves padecimientos permanentes y dif¨ªciles de soportar, ser¨¢ castigado con la pena inferior en uno o dos grados¡±.
El espa?ol Pedro Mart¨ªnez tuvo que llegar a un estado terminal para recibir ayuda m¨¦dica para morir
La aplicaci¨®n estricta de la legislaci¨®n brit¨¢nica hab¨ªa llevado a casos en los que la persona afectada por una enfermedad terminal que decid¨ªa acudir a Suiza (¨²nico pa¨ªs donde el suicidio asistido est¨¢ permitido) tem¨ªan que quien les acompa?ara fueran procesados a la vuelta. El ¨²ltimo de ellos fue el de Debbie Purdy, una mujer con esclerosis m¨²ltiple que pleite¨® para asegurar que su marido, Omar Puente, no iba a ser procesado si la acompa?aba. Purdy lo consigui¨® en 2009, pero Diane Pretty, siete a?os antes, no lo logr¨®, y al final muri¨® por las complicaciones de su enfermedad.
En Espa?a el ¨²ltimo caso conocido de una persona que pidi¨® ayuda m¨¦dica para morir porque padec¨ªa una enfermedad terminal ha sido el de Pedro Mart¨ªnez. A pesar de residir en una comunidad con una ley de muerte digna, tuvo que esperar a que un m¨¦dico decidiera que estaba ya en situaci¨®n terminal para recibir una sedaci¨®n, en lugar de la asistencia al suicidio que ped¨ªa.
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