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Infancias robadas Mina, 10 a?os, empleada de hogar. Shanta, 9 a?os, trabaja en una f¨¢brica de v¨¢lvulas. Mobarak (12 a?os), Rydoy (10), Ibarhim (8)... Ninguno cobra m¨¢s de 13 euros al mes. Un tercio del salario m¨ªnimo. Y la capital de Bangladesh es solo una gota en el oc¨¦ano de la explotaci¨®n infantil. Ashik, de 8 a?os, rebusca junto a sus padres en el vertedero de Dacca. Pertrechado con una hoz, separa los materiales que pueden ser de valor, y los deposita en una cesta que luego llevar¨¢ a sus mayores. Todos viven bajo una improvisada tienda de campa?a situada muy cerca de donde los camiones descargan la basura de la capital bengal¨ª. Muchos de los ni?os no acuden a la escuela. ZIGOR ALDAMA Priya, de 9 a?os, lleva dos zumos a la familia en cuya casa sirve de criada. Reconoce que la gritan, y que siempre trabaja jornadas de m¨¢s de diez horas, pero se muestra satisfecha porque puede acudir a la escuela. Adem¨¢s de recibir comida y un techo, esta hu¨¦rfana recibe unos 12 euros al mes para sus gastos. ZIGOR ALDAMA Los peque?os talleres textiles que abastecen de tejido a empresas m¨¢s grandes, algunas de las cuales producen prendas para su exportaci¨®n, siguen utilizando a ni?os como Mohammad, de diez a?os, en el uso de la maquinaria m¨¢s sencilla. Generalmente, toda la familia trabaja en el mismo lugar, y el pago se hace directamente a los padres. ZIGOR ALDAMA Aunque cada vez son menos, todav¨ªa es posible encontrar ni?os trabajando en los cientos de f¨¢bricas de ladrillos que salpican los alrededores de Dacca. Bajo un sol de justicia y sin ning¨²n tipo de protecci¨®n, realizan peque?as labores como dar la vuelta a los ladrillos que est¨¢n sec¨¢ndose, o, como en la foto, transportar barro desde donde se extrae hasta donde se le da forma. Todo por unos 10 euros al mes.
ZIGOR ALDAMA Mobarak, de 12 a?os, maneja una prensa peligrosa en una f¨¢brica. A su edad ya ha pasado del grado de aprendiz y asegura con orgullo que, gracias a ¨¦l, su hermano peque?o puede acudir a la escuela y comer tres veces al d¨ªa. Cobra 20 euros mensuales. ZIGOR ALDAMA Los pies de Mina con la escoba con la que barre la casa en la que trabaja. ZIGOR ALDAMA Shanta, 9 a?os, perdi¨® un tercio de un dedo y un golpe le deform¨® otro para siempre trabajando en una f¨¢brica de v¨¢lvulas. "Son cosas que suceden cuando se trabaja en la industria", explica su jefe quit¨¢ndole importancia al asunto. ?l tambi¨¦n empez¨® a trabajar con 6 a?os y perdi¨® un dedo de la mano derecha cuando ten¨ªa 10. ZIGOR ALDAMA