Un investigador acusa al Nobel de Medicina de usurpar su trabajo
El galardonado Hoffmann admite que su colaborador ¡°contribuy¨® mucho¡±
Todo apunta a que la Academia sueca cometi¨® un error al conceder el ¨²ltimo premio Nobel de Medicina. El comit¨¦ ignor¨® al descubridor, Bruno Lemaitre, para premiar a su jefe, el prestigioso inmun¨®logo y expresidente de la Academia Francesa de Ciencias Jules Hoffmann. El asunto objeto del premio tiene gran importancia cient¨ªfica e industrial pues abre la investigaci¨®n de una nueva generaci¨®n de agentes antimicrobianos. El Nobel recay¨® en Hoffmann y otros dos colegas por descubrir c¨®mo funciona la inmunidad innata, una primera l¨ªnea de defensa contra virus, bacterias, hongos y gusanos que dispara antes, y hace muchas menos preguntas, que la exquisitamente selectiva inmunidad adaptativa, o lo que solemos entender por sistema inmune.
La Academia acredit¨® a Hoffmann por descubrir las claves del sistema utilizando la poderosa gen¨¦tica de la mosca Drosophila, lo que permiti¨® extrapolar las ideas a nuestra especie y abrir la investigaci¨®n de un tipo radicalmente nuevo de antimicrobianos.
El problema es que no fue Hoffmann, sino un posdoc (investigador posdoctoral) de su laboratorio en Estrasburgo, Lemaitre, quien hizo todos esos experimentos cruciales con la mosca. La informaci¨®n proviene del propio Lemaitre y debe considerarse parcial en ese sentido, pero est¨¢ documentada de forma exhaustiva en una web p¨²blica ¡ªhasta el organigrama del laboratorio se detalla¡ª y no ha sido desmentida por Hoffmann ni por ning¨²n cient¨ªfico de las docenas de ellos que trabajaban all¨ª en la ¨¦poca relevante.
Un antecedente hace 60 a?os
El affaire Lemaitre parece calcado de un error similar cometido hace 60 a?os, cuando el Nobel por el descubrimiento de la estreptomicina fue a parar no al descubridor, sino al director de tesis del descubridor. Aunque esta historia es m¨¢s vieja, su resoluci¨®n est¨¢ todav¨ªa en la imprenta: una investigaci¨®n del periodista brit¨¢nico Peter Pringle que revela c¨®mo el joven doctorando Albert Schatz, de la Universidad de Rutgers, descubri¨® en 1943 la estreptomicina, el primer medicamento eficaz contra la tuberculosis; y c¨®mo su director de tesis, Selman Waksman, se llev¨® el m¨¦rito, el premio Nobel y el dinero de Merck por los derechos de la patente. El libro de Pringle, Experiment eleven (Walker & co), saldr¨¢ el 8 de mayo en ingl¨¦s.
No es que Lemaitre hiciera el trabajo bajo la supervisi¨®n de Hoffmann y el comit¨¦ Nobel haya preferido premiar la astucia te¨®rica del segundo antes que la obstinaci¨®n experimental del primero. Es que Lemaitre lo tuvo que hacer todo a pesar de su jefe, que ni vio la idea del posdoc ni mostr¨® el menor inter¨¦s en su trabajo hasta la hora de firmar el art¨ªculo clave en la revista Cell. La principal contribuci¨®n de Hoffmann a la investigaci¨®n por la que ha recibido el Nobel fue oponerse a ella.
Contactado al tel¨¦fono desde Estrasburgo, y hablando a toda velocidad, Hoffman, de 70 a?os y una voz que aparenta 40 menos, se deshace en elogios hacia Lemaitre, del que dice que es ¡°un tipo formidable¡± y reconoce que hizo ¡°estupendas y enormes contribuciones en el laboratorio¡±. ¡°Le quiero mucho, le conozco desde hace mucho tiempo, y me siento muy decepcionado por sus acusaciones. Dan una imagen err¨®nea de los cient¨ªficos. Esto no es un concurso de egos, sino un trabajo de equipo¡±, a?ade el investigador, que dirige un laboratorio en el instituto de biolog¨ªa molecular y celular del CNRS (Centre National de la Recherche Scientifique) y la Universidad de Estrasburgo.
A la pregunta de si considera que Lemaitre merec¨ªa este premio tanto como ¨¦l, el cient¨ªfico responde as¨ª: ¡°Le puedo decir que contribuy¨® mucho. Firmamos tres art¨ªculos juntos en los que ¨¦l era el primer autor. Pero en esos estudios colaboraba mucha otra gente, entre 5 y 12 personas. El problema es que solo dan tres premios cada a?o. Si Alfred Nobel hubiera sido tan generoso como para dar seis premios, quiz¨¢ tambi¨¦n se lo habr¨ªan dado a Bruno¡±.
El hallazgo tiene numerosas aplicaciones econ¨®micas
Hoffmann, que parece m¨¢s decepcionado que enfadado por lo ocurrido, explica que el hallazgo premiado ¡°comenz¨® a fraguarse en los a?os setenta gracias a un profesor de Yale, y desde entonces ha trabajado mucha gente en ¨¦l, en Europa y en Am¨¦rica¡±. ¡°Yo hice mi tesis doctoral sobre el asunto y empec¨¦ a experimentar con saltamontes hasta que a finales de los setenta mi mujer fue a trabajar a Suecia y aprendi¨® una t¨¦cnica que nos permiti¨® dejar a los saltamontes y avanzar. Mi mujer sigue conmigo¡±, afirma bromeando. ¡°Bruno hizo descubrimientos soberbios mediante pruebas muy complicadas, pero solo trabaj¨® aqu¨ª durante cinco a?os. Yo dirijo este laboratorio desde 1978, y quiz¨¢ por eso el premio vino a Estrasburgo¡±.
Dicho esto, el profesor considera ¡°inelegante¡± responder a las imputaciones de su exbecario. ¡°Primero, no he querido ni leerlas¡±, afirma. ¡°Y, segundo, no constituyen un problema real. Lemaitre no fue candidato al Nobel, y es el comit¨¦ del premio, formado por 50 profesores del Instituto Karolinska, quien concede el galard¨®n¡±. ¡°La verdad es que yo no esperaba ganar el Nobel¡±, afirma luego, ¡°pero la decisi¨®n del comit¨¦ es inapelable. Como se dice en lat¨ªn, Roma locutas, causa finita. Cuando habla Roma, se acab¨® la causa¡±.
El cient¨ªfico m¨¢s joven acusa al veterano de ignorar su trabajo
Para acabar, el cient¨ªfico confiesa que invit¨® a su excolaborador a acudir con ¨¦l a Estocolmo para la ceremonia del Nobel. Pero Lemaitre se neg¨®. ¡°Le dije que ser¨ªa un gran d¨ªa, que compartir¨ªamos aquella alegr¨ªa, le insist¨ª mucho, pero dijo que prefer¨ªa no venir. Al parecer, estaba muy decepcionado por la decisi¨®n¡±.
El presidente y consejero delegado de la empresa farmac¨¦utica Abide Therapeutics, Alan Ezekowitz, ha salido en defensa de Hoffmann. ¡°Lemaitre se equivoca en su interpretaci¨®n de los hechos. Los comit¨¦s que eval¨²an los premios importantes en ciencia y medicina son extremadamente diligentes y siempre sensibles para garantizar que otorgan el cr¨¦dito all¨ª donde se merece; s¨¦ que las contribuciones de Bruno fueron evaluadas de forma completa, concienzuda y totalmente independiente¡±. Ezekowitz opina que sacar esta informaci¨®n en la prensa ¡°solo sirve para confundir al p¨²blico general¡±.
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