Acabar con la pobreza rural
La desigualdad de la mujer rural priva al mundo de alcanzar su pleno potencial
En este D¨ªa Internacional de la Mujer, me uno a las mujeres del mundo en solidaridad por los derechos humanos, la dignidad y la igualdad, un sentimiento que compartimos millones de personas y que nos lleva a luchar por la justicia y la inclusi¨®n. En este primer aniversario de ONU Mujeres, saludo a todas las personas, Gobiernos y organizaciones que trabajan a favor del empoderamiento de la mujer y de la igualdad de g¨¦nero. Sepan ustedes que trabajamos con el mayor compromiso de cara al futuro. La creaci¨®n de ONU Mujeres ha coincidido con profundos cambios en el mundo, que van desde las crecientes protestas contra la desigualdad hasta los levantamientos en pro de la libertad y la democracia en el mundo ¨¢rabe. Estos eventos han reafirmado nuestra convicci¨®n de que un futuro sostenible solo puede ser alcanzado por las mujeres, los hombres y los j¨®venes disfrutando de plena igualdad.
Desde los Gobiernos que cambian las leyes hasta las empresas que ofrecen trabajos decentes y remuneraciones iguales, pasando por los padres y madres que ense?an a sus hijos o hijas que todos los seres humanos tienen que ser tratados del mismo modo, la igualdad depende de cada uno de nosotros.
En el siglo pasado, desde que comenz¨® a celebrarse el primer D¨ªa Internacional de la Mujer, hemos sido testigos de transformaciones en los derechos legales, los logros en la educaci¨®n y en la participaci¨®n en la vida p¨²blica de las mujeres. Los pa¨ªses de todas las regiones han ampliado los derechos legales de las mujeres y las mujeres han podido dar numerosos pasos adelante. M¨¢s mujeres ahora son l¨ªderes en la pol¨ªtica y los negocios, m¨¢s ni?as asisten a la escuela, m¨¢s mujeres sobreviven a los partos y pueden planificar sus familias.
Sin embargo, si bien se han logrado enormes progresos, ning¨²n pa¨ªs puede decir que est¨¢ totalmente libre de discriminaci¨®n de g¨¦nero. Esta desigualdad se manifiesta en persistentes brechas de g¨¦nero en los sueldos y en oportunidades, en la baja representaci¨®n de mujeres en los puestos de liderazgo en la arena p¨²blica y en el sector privado, en los matrimonios tempranos, en las ni?as que desaparecen porque se prefiere a los ni?os, y en la violencia continua contra las mujeres en todas sus formas.
En ning¨²n ¨¢mbito son las disparidades y los obst¨¢culos m¨¢s importantes para las mujeres y las ni?as que en las ¨¢reas rurales. Las mujeres y las ni?as rurales representan una de cada cuatro personas en el mundo. Trabajan largas horas con poco o ning¨²n salario y producen una gran proporci¨®n de los alimentos que se cosechan, especialmente en la agricultura de subsistencia. Son agricultoras, empresarias y l¨ªderes y sus contribuciones mantienen a sus familias, sus comunidades, sus naciones y a todos nosotros.
A pesar de ello, se enfrentan a algunas de las peores desigualdades en el acceso a los servicios sociales, a la tierra y a otros bienes productivos. Eso las priva a ellas y al mundo de alcanzar su pleno potencial, lo que me lleva al asunto principal de este D¨ªa Internacional de la Mujer. No se podr¨¢ encontrar ninguna soluci¨®n duradera a los principales cambios actuales ¡ªdel cambio clim¨¢tico a la inestabilidad pol¨ªtica y econ¨®mica¡ª sin el empoderamiento pleno y sin la participaci¨®n de las mujeres del mundo. Simplemente no podemos seguir permitiendo la exclusi¨®n de las mujeres. Su participaci¨®n plena en la esfera pol¨ªtica y econ¨®mica es fundamental para la democracia y la justicia, que es lo por lo que claman las personas. La igualdad de derechos y oportunidades conforma la base de las econom¨ªas y las sociedades saludables.
Dar a las agricultoras el mismo acceso a los recursos que a los varones reducir¨ªa entre 100 y 150 millones las personas con hambre. Si se diese ingresos, derechos a la tierra y cr¨¦ditos a las mujeres, habr¨ªa menos ni?os y ni?as desnutridos. Los estudios muestran que mayores niveles de igualdad de g¨¦nero tienen una correlaci¨®n positiva con niveles m¨¢s altos del producto interior bruto per capita. Abrir las oportunidades econ¨®micas a las mujeres har¨ªa aumentar el crecimiento econ¨®mico y reducir¨ªa la pobreza considerablemente.
El momento es ahora.
Todos los seres humanos tienen el derecho a vivir en paz y dignidad. Todos los seres humanos tienen el derecho a determinar su futuro y el futuro de sus pa¨ªses. Ese es el llamado a la igualdad que escucho en todos los lugares que visito. Por esta raz¨®n, ONU Mujeres pondr¨¢ un particular ¨¦nfasis este a?o en hacer avanzar el empoderamiento econ¨®mico y la participaci¨®n y liderazgo pol¨ªticos de las mujeres. En este sentido, esperamos continuar nuestra s¨®lida colaboraci¨®n con las mujeres, los hombres, los j¨®venes, los Gobiernos, la sociedad civil y el sector privado.
Hoy, D¨ªa Internacional de la Mujer, reafirmemos nuestro compromiso con los derechos de las mujeres y caminemos hacia el futuro con valor y determinaci¨®n. Defendamos los derechos humanos, la dignidad y el valor inherente a todas las personas, as¨ª como los mismos derechos para los hombres y las mujeres.
Michelle Bachelet es directora ejecutiva de ONU Mujeres.
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