¡°En Cuba todos hacemos brujer¨ªa, por si acaso¡±
El m¨²sico inicia una gira por Europa con la conocida banda salsera Van Van
En Espa?a la gente no suele tomar caf¨¦ al caer la tarde, pero en Cuba s¨ª, y ya puestos Samuel Formell fortalece la infusi¨®n con un whisky a la roca ¡ª¡°para refrescar¡±¡ª en el lobby del hotel madrile?o donde pasar¨¢ un rato atendiendo a este periodista. Acaba de llegar de La Habana y contin¨²a viaje para Londres, donde los 16 m¨²sicos que integran Van Van (?diecis¨¦is?) comienzan una gira de invierno que es de locos: 40 d¨ªas y 33 conciertos, 12 de ellos en Alemania. Tocan tambi¨¦n en Francia, Italia, Holanda, B¨¦lgica, Checoslovaquia, Dinamarca, Suecia, Suiza, Austria, Finlandia, Noruega y no recuerda qu¨¦ otros sitios m¨¢s; eso s¨ª, en Espa?a estar¨¢n a principios de abril (Barcelona, Madrid, Santiago, Bilbao). A la pregunta de caj¨®n, qu¨¦ tiene Van Van para poner a bailar a alemanes, suecos, noruegos, y tambi¨¦n a vascos y gallegos patones, responde: ¡°En Europa hace fr¨ªo y nosotros traemos el calor¡¡±. Y suelta una carcajada.
Samuel (La Habana, 1968) toca la bater¨ªa. Es hijo de Juan Formell, el legendario fundador de la orquesta de m¨²sica bailable m¨¢s popular de Cuba. Desde que tiene memoria recuerda a su padre componiendo en casa y probando con ¨¦l si funcionaban los arreglos. ¡°Despu¨¦s ven¨ªan los ensayos, los conciertos¡ en fin, que soy Van Van desde que nac¨ª¡±.
Desde su creaci¨®n, en 1969, la banda ha estado en los primeros puestos de Cuba y sigue siendo el grupo salsero cubano m¨¢s internacional. Hace tiempo que Formell padre se retir¨® de las giras de invierno y desde hace a?os cedi¨® la direcci¨®n musical a Samuel. Puede decirse que el relevo est¨¢ hecho, aunque Juan Formell sigue muy activo y muestra de ello es el ¨²ltimo disco de Van Van, La maquinaria, salido del horno en noviembre y que supone un regreso al sonido original del songo, el ritmo que cre¨® en los a?os setenta en complicidad con el percusionista Changuito, fusi¨®n del son cubano con elementos del pop, el chang¨¹¨ª, el funk y otros acentos.
¡°Esta vuelta a las esencias, y a temas que fueron ¨¦xitos en los ochenta y noventa, pero con arreglos contempor¨¢neos, es en cierto modo una reacci¨®n a la m¨²sica que se est¨¢ haciendo ahora en Cuba¡±, asegura Samuel, encantado de que se le hable de rimos y melod¨ªas y no de Fidel Castro.
¡°Es frustrante¡±, afirma. ¡°A veces uno ha trabajado un a?o o m¨¢s para hacer un disco y cuando sales al extranjero te preguntan por la revoluci¨®n en vez de por tu m¨²sica. ¡®Oiga, h¨¢bleme de mi trabajo que yo a Fidel Castro ni lo conozco¡±. Es lo que el cineasta Tom¨¢s Guti¨¦rrez Alea llamaba ¡°la maldici¨®n¡± de los artistas e intelectuales cubanos.
El pasado 4 de diciembre, d¨ªa de Chango, la deidad yoruba que se sincretiza con Santa B¨¢rbara, Van Van celebr¨® sus 43 a?os de vida. Algunos m¨²sicos sacrificaron ese d¨ªa pollos y otros animales como ofrenda a los santos y tambi¨¦n en agradecimiento por haber coronado a la orquesta como la reina. ¡°En Cuba todo el mundo le pega a la brujer¨ªa, por si acaso¡±, comenta Samuel.
Asegura que presentarse en los jardines de la Tropical, el mayor sal¨®n de baile de La Habana, que funciona como el gran term¨®metro de la m¨²sica popular cubana, es m¨¢s duro que actuar en el Madison Square Gard¨¦n. ¡°Si la gente no baila ah¨ª, preocupate. Y dedicate a otra cosa¡±. All¨ª se present¨® por primera vez Van Van en 1969. Y hasta hoy.
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