La justicia brit¨¢nica admite el caso de un parapl¨¦jico que exige el derecho al suicidio

Un juez del Tribunal Superior de Londres ha dictaminado este lunes que el tetrapl¨¦jico Tony Nicklinson tiene derecho a llevar a los tribunales su reclamaci¨®n exigiendo el derecho al suicidio asistido. El juez ha rechazado as¨ª el argumento del Ministerio de Justicia de que una petici¨®n semejante no depende de los jueces, sino del Parlamento. Tras esta decisi¨®n, Nicklinson tiene derecho a que el caso sea examinado en su totalidad por los tribunales y a presentar pruebas m¨¦dicas para respaldar su petici¨®n.

Nicklinson, de 58 a?os, sufri¨® en 2005 un derrame cerebral que le ha dejado paralizado del cuello para abajo y solo puede comunicarse moviendo el cuello y parpadeando, con lo que puede a trav¨¦s de un programa inform¨¢tico transformar esos movimientos en sonidos y escribir en un ordenador.

Antes del accidente vascular era un hombre extraordinariamente activo, consumado deportista y conversador infatigable, lo que hace m¨¢s duro para ¨¦l soportar la postraci¨®n f¨ªsica, las dificultades de comunicaci¨®n y la dependencia permanente con las que ha de vivir. Aunque en estos momentos no desea morir, asegura que el tormento que sufre se multiplica por el hecho de saber que si quisiera suicidarse no podr¨ªa hacerlo por s¨ª mismo y que la ley impide que otros le ayuden.

Quiero tener la ayuda de un m¨¦dico cuando llegue el momento¡±

En una reciente entrevista con EL PA?S subray¨® la, a su juicio, injusticia de que le nieguen el derecho al suicidio por el mero hecho de que sufre una discapacidad f¨ªsica que le impide quitarse la vida, a pesar de que conserva intactas todas sus facultades mentales y, por lo tanto, la capacidad de decidir por si mismo si quiere vivir o morir.

Su caso es distinto del planteado a diferencia entre su caso y el planteado hace un tiempo por Debbie Purdy. Ella, que padece una enfermedad motora degenerativa, quer¨ªa asegurarse de que si alg¨²n decid¨ªa viajar a la cl¨ªnica Dignitas, en Suiza, y suicidarse all¨ª con ayuda de terceras personas, nadie de los que le pudieran ayudar a ello ser¨ªan procesados por la justicia brit¨¢nica. Su caso oblig¨® al Gobierno a clarificar en qu¨¦ supuestos esa ayuda al suicidio asistido ser¨ªa o no legal. Tony Nicklinson va un paso m¨¢s all¨¢: exige el derecho al suicidio asistido en territorio brit¨¢nico. Afirma que ni tiene el dinero necesario para viajar a Suiza ni quiere morir lejos de su familia, sus amigos y su pa¨ªs.

En una entrevista esta ma?ana en BBC Radio 5, Tony Nicklinson declar¨® ¨Cvali¨¦ndose de se?ales a su mujer, Jane, con las que va indicando las letras de lo que quiere decir¨C, a la pregunta de qu¨¦ querr¨ªa que ocurriera, respondi¨®: ¡°Ser capaz de tener la ayuda de un m¨¦dico cuando llegue el momento¡±. ¡°Ahora mismo puedo soportar esta vida, pero no va a ser as¨ª siempre¡±, explic¨®.

Nicklinson se ha declarado ¡°muy contento¡± con la decisi¨®n del juez. ¡°La espera ha sido muy estresante. Es muy bueno saber que el juez considera que es necesario argumentar el caso¡±, a?ade.