La primera c¨¢psula privada para la NASA, lista para partir
La nave no tripulada Drag¨®n, de la empresa SpaceX, ir¨¢ a la estaci¨®n ISS
Ha llegado la hora de la verdad para la nueva estrategia de la NASA de contratar veh¨ªculos privados para dar servicio a la Estaci¨®n Espacial Internacional (ISS). La primera c¨¢psula Drag¨®n, de la empresa californiana SpaceX, est¨¢ lista en la base de Florida para su lanzamiento, en un cohete de la misma compa?¨ªa, el pr¨®ximo 30 de abril. Si todo sale bien, ser¨¢ la primera nave espacial privada que atraque en la ISS. De momento, la Drag¨®n, en este vuelo de prueba, lleva solo carga (600 kilos de suministros) y no material imprescindible en la base orbital. Pero el plan es utilizar estas naves como cargueros y desarrollar, m¨¢s adelante, una configuraci¨®n tripulada, una versi¨®n moderna de las hist¨®ricas Apolo estadounidenses y de las veteranas y eficaces Soyuz rusas, solo que para que viajen en ellas hasta siete astronautas en lugar de tres.
Drag¨®n es la primera familia de naves espaciales que la NASA estrena, en su programa de vuelos tripulados, desde que despegaron los transbordadores hace 30 a?os.
La nueva c¨¢psula, como nave de carga, es mucho m¨¢s peque?a que el carguero autom¨¢tico ATV, de la Agencia Europea del Espacio (ESA) y el equivalente japon¨¦s HTV. Son, en realidad, conceptos diferentes y la particularidad de la Drag¨®n es que no es solo de ida (como los veh¨ªculos europeo y nip¨®n) sino que debe regresar a la Tierra ¡ªcayendo en el oc¨¦ano Pac¨ªfico¡ª, por lo que puede traer equipos de la ISS, algo que solo pueden hacer las c¨¢psulas rusas Soyuz desde que la NASA retir¨® sus transbordadores espaciales.
Si todo sale bien en el lanzamiento y en los primeros d¨ªas de vuelo, se autorizar¨¢ el atraque de la c¨¢psula en la ISS. Y en esta operaci¨®n tambi¨¦n hay diferencias respecto al gran carguero europeo ya que en lugar de atracar autom¨¢ticamente con sus propios sistemas de aproximaci¨®n y guiado hasta el enganche en la estaci¨®n, la Drag¨®n se aproximar¨¢ a la base orbital para que los astronautas residentes la agarren con el brazo articulado, una especie de gr¨²a espacial, y la atraquen en una de las escotillas del nodo Harmony de la ISS. ¡°Se espera que la misi¨®n dure 21 d¨ªas¡±, ha declarado Mike Horkachuck, responsable en la NASA del proyecto de SpaceX. Para ¨¦l, dice, el momento es casi tan emocionante como ser¨ªa el camino hacia el programa Apolo: ¡°No vamos a la Luna ni nada tan espectacular como aquello, pero estamos en el inicio de la comercializaci¨®n del espacio¡±.
El plan que ha puesto en marcha la NASA consiste en derivar hacia el sector privado el desarrollo y explotaci¨®n de las actividades espaciales tripuladas relacionadas con la ISS y orientar sus propios esfuerzos tecnol¨®gicos hacia programas m¨¢s ambiciosos, como los viajes a un asteroide, a Marte... y tal vez antes a la Luna. La NASA financia varias compa?¨ªas a trav¨¦s del programa COTS (siglas en ingl¨¦s de Servicios de Transporte Comercial Orbital).
Otra empresa trabajando en esto es Orbital Science Corporations, que podr¨ªa hacer este mismo a?o el vuelo de ensayo de su veh¨ªculo Cygnus. La idea es que, en el futuro, estas empresas, adem¨¢s de proporcionar a la NASA los vuelos necesarios para la ISS, oferten tambi¨¦n servicios a otros clientes espaciales.
A la vez, Lockhedd Martin est¨¢ desarrollando para la NASA otra c¨¢psula, la Orion, en principio ideada para viajar a la Luna ¡ªdentro del programa Constellation, que se cancel¨®¡ª y ahora reconvertida en bote salvavidas de la ISS (para traer a los astronautas a la Tierra en caso de emergencia). Pero la empresa quiere tambi¨¦n adaptarla al env¨ªo de tripulaciones y pasajeros al espacio. Boeing, de cara la explotaci¨®n comercial del espacio y a vender servicios de transporte para la ISS, trabaja en su c¨¢psula CST-100.
La trayectoria que culmina ahora con el vuelo de la Drag¨®n comenz¨® hace cinco a?os, recuerda Horkachuck. El lanzamiento del cohete Falcon 9 con la c¨¢psula a bordo, que se ha retrasado un par de veces desde finales del a?o pasado, se produce tras un vuelo de ensayo anterior, en diciembre de 2010, cuando la c¨¢psula sali¨® al espacio y dio dos vueltas a la Tierra antes de caer en el Pac¨ªfico.
El veh¨ªculo, de 3,7 metros de di¨¢metro, 6 de altura y 4,2 toneladas (sin carga) tiene un compartimento presurizado de 10 metros c¨²bicos, otro de 14 metros c¨²bicos sin presurizar y un m¨®dulo de equipos e instrumentos. ¡°Es una nave que permite una configuraci¨®n flexible para carga y para astronautas y es recuperable¡±, explica SpaceX. ¡°La ¨²nica diferencia en la configuraci¨®n tripulada ser¨¢ el equipamiento interior y algunos subsistemas¡±, continua. Esta estrategia permite minimizar el esfuerzo de dise?o.
Que la NASA est¨¢ lanzada hacia esta opci¨®n privada del espacio para el transporte de cargas en su programa tripulado no parece que tenga vuelta atr¨¢s. Pero lo de embarcar a los astronautas en estas nuevas naves, es una decisi¨®n m¨¢s arriesgada y que exige m¨¢s an¨¢lisis y ensayos. La seguridad de las personas a bordo de los veh¨ªculos espaciales es criterio primordial y las empresas saben que tendr¨¢n que dar todas las garant¨ªas al respecto antes de recibir luz verde.
Con el lanzamiento del pr¨®ximo d¨ªa 30, arrancar¨¢ una nueva era en los programas espaciales.
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