¡°Trato personas, no asegurados¡±
Los sanitarios apelan a su c¨®digo ¨¦tico para defender la atenci¨®n al inmigrante irregular El sector denuncia que no puede ser vigilante del sistema
¡°Trato personas, no asegurados¡±. Josep Basora, presidente de la Sociedad Espa?ola de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc), lo tiene claro. Siempre desde un punto de vista personal, el decreto que impide atender a inmigrantes en situaci¨®n irregular no entra en sus planteamientos ¨¦ticos. ¡°Si tengo a una persona delante, me da igual que sea extranjera o no; la tengo que atender¡±, dice. Una visi¨®n que comparte el presidente de la Organizaci¨®n M¨¦dica Colegial (OMC), Juan Jos¨¦ Rodr¨ªguez Send¨ªn: "Igual que no me pueden obligar a hacer una eutanasia no pueden obligarnos a no atender a un paciente".
El planteamiento de Rodr¨ªguez Send¨ªn y de Basora es el de la mayor¨ªa de los profesionales sanitarios, que con inquietud apelan a su c¨®digo deontol¨®gico para defender la atenci¨®n los inmigrantes en situaci¨®n irregular que desde el 1 de septiembre no tendr¨¢n derecho a la tarjeta sanitaria, seg¨²n el real decreto de ajustes publicado esta semana por el Gobierno."Un paciente es un paciente negro, blanco o mediopensionista, y deontol¨®gicamente no le podemos abandonar. Es una locura. No somos polic¨ªas ni inspectores, si a m¨ª como m¨¦dico me piden asistencia la tengo que dar, otra cosa es que no pueda utilizar las tecnolog¨ªas que tenga mi centro--, y luego ya se ver¨¢ la parte administrativa", dice el presidente de los m¨¦dicos espa?oles. Y esa idea de que ellos van a tener que actuar como polic¨ªas del sistema para evitar supuestos fraudes o simplemente para que se cumpla una norma les incomoda enormemente. Algunos aseguran que no lo acatar¨¢n. Practicar¨¢n, dicen, la insumisi¨®n. O una especie de objeci¨®n de conciencia, pero a la inversa.
La Coordinadora Anti-Privatizaci¨®n de la Sanidad P¨²blica de Madrid ha sido la que ha prendido la mecha. ¡°Hacemos un llamamiento a la ¨¦tica de todas y todos los profesionales de la sanidad p¨²blica para la atenci¨®n completa a este grupo de poblaci¨®n [m¨¢s de 150.000 personas], perteneciente en gran medida a los grupos m¨¢s desfavorecidos. Al mismo tiempo, reivindicamos el derecho a la objeci¨®n de conciencia por parte de todos los profesionales a la aplicaci¨®n efectiva del real decreto ley por inmoral, injusto, y peligroso en t¨¦rminos de salud p¨²blica¡±, indican.
Semfyc, la sociedad que preside Basora, con m¨¢s de 20.000 profesionales, ¡°manifiesta su rechazo a la decisi¨®n ministerial de limitar el acceso a la sanidad a los inmigrantes ¡®sin papeles¡±. Adem¨¢s, desea ¡°advertir de los riesgos sanitarios¡± de dejarlos ¡°sin el acceso a una atenci¨®n continuada, ya que restringir su atenci¨®n a trav¨¦s de las urgencias puede generar mayores gastos y dificultar el control de enfermedades¡±.
M¨¢ximo Gonz¨¢lez Jurado, presidente del Consejo General de Enfermer¨ªa, cree que los principios ¨¦ticos del profesional chocan con la medida emprendida por el ministerio de Ana Mato. ¡°La filiaci¨®n jur¨ªdica del paciente no es un problema nuestro cuando se tiene delante a una persona que tiene un problema de salud. Est¨¢ claro que no nos podemos negar a atenderlos. Sobre todo si no tenemos garantizado que esas personas, que han sido nuestros pacientes, reciben la atenci¨®n que necesitan por otra v¨ªa¡±, sostiene. ¡°Nosotros no entramos a analizar el problema de la inmigraci¨®n irregular, que, adem¨¢s no es turismo sanitario¡±, aclara. ¡°Pero si estas personas est¨¢n en Espa?a y necesitan una atenci¨®n sanitaria, como profesionales debemos d¨¢rsela. Otra cosa es que haya filtros antes de llegar a nosotros¡±, dice.
Gonz¨¢lez Jurado no niega que el sistema sanitario necesite medidas para garantizar su sostenibilidad, pero critica que la reforma sanitaria del Gobierno se haya elaborado sin contar con la opini¨®n de los profesionales que tendr¨¢n que aplicarla. Aunque cree que en ese punto no lo har¨¢n. ¡°Ning¨²n m¨¦dico ni enfermero va a dejar de dar a una persona la asistencia que necesita. Nosotros no tenemos obligaci¨®n de pedir a la persona el carn¨¦ de aseguramiento¡±, afirma.
¡°Los pacientes no son una historia cl¨ªnica. Hay una persona detr¨¢s. Los profesionales ya les conocemos, ya hemos tenido relaci¨®n con ellos¡±, critica Pilar Navarro, secretaria del sector Sanidad de la Federaci¨®n de Servicios P¨²blicos de UGT, que argumenta que ¡°profesionalmente¡±, adem¨¢s no pueden dejar a sus pacientes desatendidos. ¡°Es una situaci¨®n que habr¨¢ que resolver porque humanitariamente es injusto. Si la gente llega no puedes, de entrada, denegarles la asistencia¡±, ratifica.
Una idea similar la repiten desde el Colegio de M¨¦dicos de Madrid. ¡°Desde el punto de vista ¨¦tico ning¨²n m¨¦dico puede dejar de atender a ning¨²n paciente que lo necesite¡±, afirma un portavoz.
Una coordinadora de sanitarios llama a la insumisi¨®n ante la medida
Rogelio Altisent, profesor de bio¨¦tica de la facultad de Medicina de Zaragoza, explica que desde el punto de vista del C¨®digo Deontol¨®gico M¨¦dico la situaci¨®n no es sencilla. ¡°No es blanco y negro. Nos encontramos ante situaciones muy variadas y muy duras. Hemos pasado de atender a todo el que pasa por la puerta sin preguntar a ponernos en la tesitura de exigir papeles¡±, comenta. Este experto explica que el c¨®digo ¨¦tico, en su art¨ªculo 6, dice que ¡°el m¨¦dico no abandonar¨¢ nunca a un paciente que necesite sus cuidados¡±, y que tambi¨¦n habla de que el facultativo, para dejar de atender a un paciente, debe asegurarse la continuidad de su asistencia. ¡°Son puntos que no est¨¢n pensados para esta situaci¨®n, pero que se podr¨ªan aplicar¡±, dice. Los m¨¦dicos que lo hagan tomar¨¢n el camino de la insumisi¨®n: solicitar que se le exima de una obligaci¨®n legal y que no se le sancione.
Para Altisent, esa ¨²ltima v¨ªa es un camino interesante de explorar. ¡°As¨ª deber¨ªa hacerse para paliar situaciones dram¨¢ticas¡±, dice. Y critica que en este punto el Gobierno sit¨²a a los profesionales sanitarios en una situaci¨®n muy inc¨®moda. ¡°Quiz¨¢ el propio sistema nacional de salud tendr¨¢ que arbitrar situaciones intermedias para no poner a sus m¨¦dicos en una situaci¨®n deontol¨®gicamente muy delicada¡±, dice. Tanto, que la Organizaci¨®n M¨¦dica Colegial tratar¨¢ el tema en asamblea. "No son situaciones previstas para nosotros, y hay que analizarlas", explica su presidente Juan Jos¨¦ Rodr¨ªguez Send¨ªn.
El enfermero ?ngel Navarro, portavoz de la coordinadora que promueve la insumisi¨®n, indica que lo suyo es un ¡°llamamiento a todo el sistema¡±. ¡°Nosotros solo hemos lanzado la idea. No est¨¢ desarrollado el sistema legal¡±, indica. Para Navarro, lo que se les propone al negar la atenci¨®n a pacientes que conocen y que llevan tratando a?os es ¡°inhumano, injusto, va contra nuestra conciencia y nuestro c¨®digo deontol¨®gico¡±.
El problema es asegurar la continuidad del tratamiento
Miguel, un m¨¦dico de familia de Madrid que da un nombre falso, ve con simpat¨ªa la idea de la objeci¨®n. ¡°En 25 a?os he visto a bastante poblaci¨®n inmigrante, y me han contado casos muy dolorosos. Personas que han tenido que huir de conflictos armados, a los que les han matado familiares¡±. ¡°Muchos, despu¨¦s de todo ello, est¨¢n en situaciones muy delicadas de salud mental. ?C¨®mo se va a tratar ahora a alguien con esquizofrenia, con depresi¨®n? Si ya es dif¨ªcil para cualquiera que se tome las pastillas, para ellos en esta situaci¨®n va a serlo a¨²n m¨¢s¡±, dice. Por eso, a Miguel la propuesta le parece ¡°razonable¡±. ¡°Est¨¢ en nuestro c¨®digo deontol¨®gico¡±. ¡°Lo que nos piden repugna a la moral¡±. ¡°Trabajo para el paciente, y voy a flexibilizar al m¨¢ximo los criterios de qu¨¦ es una urgencia. ?O nos van a convertir en polic¨ªas del sistema?¡±.
El m¨¦dico admite, sin embargo, que ello tiene dificultades a nivel pr¨¢ctico. ¡°Una cosa es el diagn¨®stico, y otra el tratamiento¡±, dice, con la idea de que una vez atendido, hay cuestiones, como conseguir el medicamento, que s¨ª se les puede poner muy dif¨ªcil. Pero cree que, al final, la propuesta del Gobierno ser¨¢ como ¡°ponerle puertas al campo¡±. ¡°El sistema ya tiene agujeros. En primaria tambi¨¦n hay urgencias, y, o ponen un polic¨ªa en la puerta, o todo el que llegue diciendo que tiene algo urgente ser¨¢ atendido¡±. Lo malo, para ¨¦l, es que, al final, la atenci¨®n va a ser peor. ¡°Va a ser desesperante saber que una persona necesita tratamiento y no pod¨¦rselo prestar¡±.
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