Desobediencia civil ante el nuevo carn¨¦ para fumar hach¨ªs en Holanda
Los 14 'coffeeshops' de Maastricht cierran en protesta por la medida para frenar el turismo de la droga, que arranca hoy en el sur y se extender¨¢ al resto del pa¨ªs en 2013
Los 14 coffeeshops de Maastricht, la ciudad del sur de Holanda que deb¨ªa pedir a partir de hoy a sus clientes un carn¨¦ de socio para el consumo legal de hach¨ªs, han cerrado. La protesta ha soliviantado al Ayuntamiento, que lo considera ¡°una ruptura de la convivencia ciudadana¡±. Los locales que no pidan el pase se arriesgan al cierre gubernativo. La medida era conocida desde hace un a?o, y el consistorio ha hecho una amplia campa?a para informar tambi¨¦n a los turistas belgas y alemanes, habituales en los coffeeshops urbanos.
Pensado para ciudadanos con pasaporte nacional, o bien permiso de residencia, el nuevo carn¨¦ de socio es obligatorio tambi¨¦n en las regiones de Holanda del Norte y Brabante, ambas en la frontera belga. Al resto del pa¨ªs llegar¨¢ en 2013. La medida, adoptada el a?o pasado por el hoy Gobierno saliente de centro-derecha, pretende tres cosas: acabar con los turistas de la droga, luchar contra la exportaci¨®n de marihuana fabricada en Holanda y controlar el da?o causado por el cannabis. Tres buenas intenciones erradas, seg¨²n los due?os de los coffeeshops, obligados a tener solo 2.000 clientes.
¡°Todos los viajeros for¨¢neos rechazados recurrir¨¢n al circuito ilegal en su tierra causando mayores problemas¡±, ha dicho Marc Josemans, presidente de la Asociaci¨®n de Coffeeshops de Maastricht. El colectivo teme tambi¨¦n las consecuencias del carn¨¦ impuesto por las autoridades a los holandeses. Obtenerlo implica pedir antes una copia del padr¨®n en los Ayuntamientos. Una vez confirmado el lugar de residencia, deber¨¢ consumirse la droga en la propia localidad. ¡°A nadie le gusta decir que quiere registrarse para fumar marihuana. ?Y si luego pides un trabajo y no te contratan?¡±, dice un joven cliente, que prefiere no identificarse, en La Haya.
Precisamente la invasi¨®n de la privacidad, junto con la discriminaci¨®n de otros ciudadanos de la UE, fueron los argumentos esgrimidos por 19 due?os de coffeeshops para demandar al Estado ante los jueces. El pasado 27 de abril perdieron el caso por considerar los jueces que las autoridades obraban ¡°en nombre de la seguridad, un valor superior¡±. ¡°La pol¨ªtica sobre las drogas corresponde al Estado¡±, a?adieron. Maurice Veldman, abogado del grupo, ha recurrido la sentencia. ¡°Si es preciso, acudiremos al Tribunal Europeo de Derechos Humanos¡±, se?ala.
El turismo de la droga es un fen¨®meno creciente desde 1976, fecha de la despenalizaci¨®n del cannabis en Holanda. De los 4,5 millones de visitantes anuales de Amsterdam, m¨¢s de un mill¨®n pasa por los coffeeshops, indica el Ayuntamiento. En 2010, unos 135.000 clientes fueron espa?oles. Otros 175.000 llegaron ese a?o de Estados Unidos, seg¨²n datos oficiales. El carn¨¦ no modifica la Ley del Opio, que permite a los mayores de 18 a?os el consumo de cinco gramos dentro de los locales. Intenta desanimar de una vez a los extranjeros atra¨ªdos por un sistema presentado hace tres d¨¦cadas como un modelo de tolerancia. El ¨²nico que parec¨ªa capaz de separar el tr¨¢fico de drogas duras y blandas y evitar as¨ª el crimen organizado. La norma, de todos modos, presenta lagunas evidentes. Aunque proh¨ªbe la producci¨®n, posesi¨®n y tr¨¢fico de todo tipo de estupefacientes, no penaliza el uso recreativo del cannabis. Si bien cultivarlo para su venta es ilegal, y los due?os de coffeeshops recurren al mercado clandestino para abastecerse, la polic¨ªa no act¨²a mientras no creen problemas.
Con el tiempo, la situaci¨®n ha cambiado. De un lado, la UE ha aumentado su presi¨®n para que Holanda dejara de ser el para¨ªso de la marihuana. De otro, se ha constatado que el cannabis cultivado en el territorio nacional es mucho m¨¢s fuerte que el importado de Marruecos o Pakist¨¢n. Con una concentraci¨®n de tetrahidrocannabiol (THC), su principio activo, superior al 15%, se considera droga dura desde enero de este a?o. Es la hierba holandesa, procedente de 40.000 cultivos ilegales, exportada en un 80% y que genera unos beneficios de 2.000 millones anuales. Al circuito ilegal que promueve se unen sus mayores efectos nocivos, y los coffeeshops est¨¢n siendo vigilados para que no la vendan.
¡°No vale la pena que se traslade nadie. Solo podr¨¢ fumarse hach¨ªs con carn¨¦ y si el cliente es holand¨¦s o residente legal¡±, dice Onno Hoes, alcalde de Maastricht, en un mensaje colgado en YouTube. Con subt¨ªtulos en franc¨¦s, ingl¨¦s y alem¨¢n, refleja la situaci¨®n de una ciudad monumental que prefiere ser recordada por la firma del Tratado de la Uni¨®n Europea, en 1991, y no por la marihuana fumada a la orilla del r¨ªo Maas (Mosa, en holand¨¦s).
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