Villar de Ca?as mira al suelo

El pueblo de Villar de Ca?as, el elegido para albergar al almac¨¦n nuclear (ATC), vive pendiente del suelo. El alcalde ha dado tres meses a los due?os de los solares urbanizables para que vendan o amaga con ejecutar la urbanizaci¨®n forzosa. Mientras, los propietarios de los terrenos en los que podr¨ªa ir el almac¨¦n de residuos siguen negociando al alza con Enresa, la empresa p¨²blica que har¨¢ la obra, de unos 700 millones de inversi¨®n. Para la plataforma contra el ATC ¡ªque ayer congreg¨® a entre 400 y 1.000 personas en el pueblo¡ª, se est¨¢ presionando a los vecinos para que ¡°malvendan¡± sus propiedades.

Villar de Ca?as parece vivir al margen del hundimiento del valor suelo en Espa?a. Hay precios que casi se han triplicado desde que, a final de 2011, el Gobierno eligi¨® esta localidad de Cuenca para acoger los residuos radiactivos de todas las nucleares espa?olas. Ante la perspectiva de recibir cientos de obreros e ingenieros que levanten el complejo, los due?os de terrenos y negocios aspiran a conseguir su parte.

As¨ª, cuatro meses despu¨¦s de su selecci¨®n para el almac¨¦n, Enresa no ha decidido entre los tres emplazamientos posibles ofrecidos por el Ayuntamiento. Se trata de 28 parcelas ubicadas en tres puntos a las afueras del pueblo. Seg¨²n el informe que realiz¨® el Ministerio de Industria, ¡°tanto la extensi¨®n total de los terrenos, que es en los tres casos superior a 32 hect¨¢reas, como la forma de las parcelas permite perfectamente la inclusi¨®n del ATC¡±. Los tres est¨¢n clasificados como suelo r¨²stico y ya han comenzado los trabajos s¨ªsmicos e hidrol¨®gicos para caracterizar el suelo.

Pero los propietarios, seg¨²n fuentes de la negociaci¨®n, pretenden cobrar a precio de suelo industrial. Es decir, si en la zona se puede conseguir una hect¨¢rea r¨²stica de secano por unos 6.000 euros, los due?os de los terrenos aspiran a obtener entre 12.000 y 15.000 euros, a?aden las mismas fuentes.

Con esos precios, si la opci¨®n es la finca m¨¢s alejada, a unos cuatro kil¨®metros del casco, el ¨²nico due?o podr¨ªa obtener m¨¢s de medio mill¨®n de euros. Si el ATC acaba en la finca situada a unos dos kil¨®metros, los m¨¢s de 10 propietarios se repartir¨ªan algo menos, porque la parcela es menor. La tercera opci¨®n, la menos probable, es terreno municipal.

Adem¨¢s, el Ayuntamiento intenta desatascar la venta de solares urbanizables en el centro del pueblo. El alcalde, el popular Jos¨¦ Mar¨ªa S¨¢iz, se reuni¨® con los propietarios en Semana Santa y les conmin¨® a que rebajaran sus aspiraciones y pusieran las parcelas a la venta a precios razonables. El temor del Ayuntamiento es que los negocios que acudan al calor del ATC se instalen en otros pueblos si los precios en Villar de Ca?as son demasiado elevados.

El consistorio esgrimi¨® un informe jur¨ªdico en el que recuerda que esos terrenos son urbanos desde 1992 y que, si no se ha construido, puede ¡°impulsar la construcci¨®n de los solares, evitando as¨ª una situaci¨®n de finalidad altamente especulativa¡±. Adem¨¢s, asegura que ¡°se dej¨® claro a los propietarios que el Ayuntamiento de Villar de Ca?as no piensa expropiar a nadie, pero igualmente va a utilizar las diversas posibilidades que pone a su disposici¨®n la legislaci¨®n¡± para construir all¨ª, como ser¨ªa la enajenaci¨®n forzosa y la subasta.

Para la la Plataforma contra el ATC, eso constituye una presi¨®n intolerable para malvender los terrenos. La socialista Angustias Alc¨¢zar, alcaldesa del vecino pueblo de Belmonte, augura problemas con la obtenci¨®n del suelo para el almac¨¦n si alguno de los due?os se niega a vender, y critica que el Ayuntamiento ofertase solares que no son de su propiedad.