¡°Las decisiones no pueden reducirse a una tabla de Excel¡±

Chris Lowney puso punto y final a su etapa de seminarista hace casi 30 a?os. Reflexion¨®, se dio cuenta de que su vida no pasaba por ser sacerdote y dej¨® la Compa?¨ªa de Jes¨²s. ¡°Necesitaba un plan B¡±, explica. Eso fue un viernes. El lunes ya estaba en su mesa del banco de inversi¨®n JP Morgan. Empez¨® como comercial en Nueva York, pero escal¨® hasta director administrativo y luego estuvo en el comit¨¦ ejecutivo de las oficinas de Tokio, Singapur y Londres. A los 17 a?os de trabajar en la firma norteamericana, Lowney necesitaba pasar del plan B al C. ¡°No quer¨ªa llegar a los 70 a?os y pensar que lo ¨²nico que hab¨ªa hecho era trabajar en JP Morgan¡±, dice. Ese hast¨ªo lo lanz¨® a otro cambio y desde entonces se dedica al trabajo social en organizaciones ben¨¦ficas.

A Lowney (Nueva York, 1959) no le sorprende la carta de Greg Smith, un exdirectivo de Goldman Sachs, denunciando en The New York Times lo que, a su juicio, era una mala praxis del banco de inversi¨®n. ¡°Cuando lo le¨ª no me pareci¨® que estuviera loco¡±, dice. Mientras el camarero, un estudiante de la escuela de hosteler¨ªa de Sant Ignasi, sirve el primer plato, Lowney lamenta que ¡°el drama de las grandes organizaciones¡± sea ¡°el conflicto entre el inter¨¦s de uno y el superior¡±. Y eso sucede, sobre todo, cuando la m¨¢quina de hacer dinero va a pleno rendimiento, cuando se compra y vende a corto plazo, pensando solo en ¡°hacer mucho dinero¡±. ¡°No hay duda de que eso ocurri¨® en Wall Street¡±, asegura.

No es la primera vez que Lowney visita Espa?a, un pa¨ªs que, a?os atr¨¢s, todav¨ªa en el equipo de directivo de JP Morgan, ve¨ªa crecer de forma r¨¢pida ¡°en un periodo de tiempo muy corto¡±. ¡°Espa?a debe estabilizarse antes de que caiga demasiado para perder lo que gan¨® durante esos a?os¡±, advierte. Lo alarman sobre todo los datos del paro juvenil. ¡°Es terrible perder probablemente la generaci¨®n mejor formada¡±.

Esta vez ha visitado Barcelona para presentar su ¨²ltimo libro El liderazgo al estilo de los jesuitas en la escuela de negocios Esade y para preparar la ruta de San Ignacio de Loyola, que une la localidad guipuzcoana con Manresa. Como muchas otras obras de este g¨¦nero, que hoy abunda en cualquier librer¨ªa, el libro ha acabado siendo un best seller. Todo un s¨ªntoma de los tiempos. ¡°Es cierto, 30 a?os atr¨¢s no habl¨¢bamos de liderazgo, pero ahora el entorno es complejo y no hay un aut¨¦ntico sentido del bien com¨²n¡±, dice. Eso es aplicable, asegura, tanto a pol¨ªticos como a empresarios y, por supuesto, a banqueros. ¡°Lo ¨²nico que entienden es manejar n¨²meros. Ahora las decisiones se reducen muchas veces solo a manejar tablas de Excel y tambi¨¦n deben tener una dimensi¨®n ¨¦tica¡±, lamenta.

Por eso, ¨¦l trat¨® de acercarse al liderazgo desde una visi¨®n m¨¢s ¡°human¨ªstica¡±. ¡°No estrictamente religiosa, porque pens¨¦ en mis compa?eros musulmanes o hind¨²es de JP Morgan¡±. Y aprovech¨® los conocimientos que adquiri¨® cuando formaba parte de la compa?¨ªa, que en sus casi cinco siglos de vida ha formado a multitud de l¨ªderes. La receta: ¡°Conocimiento de los puntos fuertes y d¨¦biles de uno mismo, creatividad, ingenio y capacidad de adaptaci¨®n y mucho coraje¡±.