¡°Estamos vigilantes ante el problema de los antivacunas¡±
"Presionamos a los laboratorios todo lo que podemos"
Dagfinn H?ybr?ten, nacido en Oslo, es, desde enero del a?o pasado, director de la Alianza Mundial para la Vacunaci¨®n y la Inmunizaci¨®n (GAVI). A sus 54 a?os, ha pasado al campo de la cooperaci¨®n desde el Parlamento, donde todav¨ªa ocupa un esca?o, aunque ahora est¨¦ en la oposici¨®n. ¡°Nuestro primer objetivo es aumentar la utilizaci¨®n de las vacunas que ahora no llegan a todos¡±, afirma. Pero hablar de salud p¨²blica y de desarrollo es hacerlo, sobre todo, de dinero. Y ese ha sido el primer reto de H?ybr?ten. ¡°Cuando llegu¨¦, ten¨ªamos un agujero de 3.700 millones de d¨®lares [2.300 millones de euros]. Afortunadamente, nuestra organizaci¨®n tiene fama de fiable. Hicimos una campa?a y conseguimos 4.300 millones de d¨®lares [casi 2.700 millones de euros], as¨ª que no hemos tenido que interrumpir nuestros programas¡±, dice.
Para reunir esa cantidad, H?ybr?ten llam¨® a todas las puertas, tanto p¨²blicas como privadas. Su nombramiento, por ejemplo, es un reconocimiento del papel que Noruega, el pa¨ªs que encabeza la lista de los m¨¢s generosos del mundo, ha jugado en esta organizaci¨®n desde que naci¨® en 2000. Pero tambi¨¦n ha sabido captar fondos de organizaciones como la omnipresente Fundaci¨®n Bill y Melinda Gates, que es un aval de calidad. ¡°Tambi¨¦n el Banco Mundial nos ha auditado¡±.
La otra prueba de su labor es que ¡°aun en tiempos de crisis, los pa¨ªses donantes han mantenido su ayuda. Por ejemplo, Espa?a aporta 30 millones de euros¡±, afirma. ¡°En Espa?a, nuestro embajador, por as¨ª decirlo, es la Fundaci¨®n La Caixa. Y tambi¨¦n es un importante aliado, con una aportaci¨®n de m¨¢s de cuatro millones¡±, afirma H?ybr?ten. Pero la organizaci¨®n busca mayor presencia, porque sabe que es una manera de asegurar el flujo de ingresos, y ha formado un acuerdo con el Atl¨¦tico de Madrid para que este preste su imagen. ¡°Hasta ahora hemos tenido un perfil p¨²blico muy bajo¡±, admite. ¡°Por eso, casi nadie sabe que Espa?a tiene un puesto en nuestra junta directiva, pero es rotatorio con Italia¡±, a?ade, dando a entender que la ayuda es importante, pero menor que el esfuerzo de otros pa¨ªses.
¡°Nuestra seriedad est¨¢ demostrada, pero tambi¨¦n nuestros resultados. Desde la fundaci¨®n de GAVI hemos vacunado a 300 millones de ni?os, y se han salvado m¨¢s de 25 millones de vidas¡±, dice orgulloso. ¡°Para ello nos centramos en dos campos. Por un lado est¨¢n las vacunas normales, las que se ponen en todos los pa¨ªses desarrollados. Pero tambi¨¦n hay otras espec¨ªficas¡±, explica H?ybr?ten. ¡°Son las dos con las que estamos trabajando ahora: la del neumococo y la del rotavirus, que en los pa¨ªses m¨¢s pobres causan el 36% de las muertes infantiles¡±.
GAVI es, seg¨²n si director, sobre todo ¡°una facilitadora¡±. ¡°Necesitamos que las nuevas vacunas que se produzcan se distribuyan de una manera segura. Y tambi¨¦n es importante conseguirlas a un precio asequible. Actuamos como una fuerza del mercado, aunando poderes de compra, y presionamos a los laboratorios todo lo que podemos, pero de una manera responsable, para asegurar un precio que les permita garantizar la calidad y el suministro¡±, expone. Tambi¨¦n act¨²an sobre los pa¨ªses. ¡°No les regalamos nada. No estamos en los pa¨ªses para quedarnos, y les explicamos que ellos tienen que poner de su parte en funci¨®n de sus capacidades. Por eso todos tienen que pagar por las vacunas, aunque sea poco. Y cuando llegan a un nivel econ¨®mico suficiente, se grad¨²an de GAVI, salen de nuestra lista. As¨ª nos podemos centrar en nuevos productos¡±, a?ade.
H?ybr?ten esboza, por tanto, un panorama bastante risue?o. Pero tambi¨¦n ve algunos nubarrones en el futuro. ¡°Estamos vigilantes ante el problema de los antivacunas¡±. Estos movimientos rechazan inmunizar a los ni?os con el argumento de que ¡°lo natural es pasar las infecciones¡±. Para este experto, la postura de estos grupos, ¡°que han causado ya alg¨²n problema de salud en Holanda, por ejemplo¡± es, en su lenguaje siempre diplom¨¢tico, ¡°poco generosa¡±. ¡°No solo ponen en riesgo a sus hijos, sino a los de los dem¨¢s. Todav¨ªa no son un gran problema porque no tienen tanta fuerza y porque se aprovechan de la protecci¨®n que les facilitan los otros padres, que s¨ª que vacunan a sus peque?os¡±.
La manera de combatirlos, dice H?ybr?ten, es con informaci¨®n y rigor. ¡°Nosotros no trabajamos con productos experimentales. Solo suministramos vacunas que est¨¦n probadas. Y damos toda la informaci¨®n sobre las vacunas y sus efectos¡±.
Aparte de mantener las inmunizaciones que ya ofrece, H?ybr?ten espera que GAVI pueda incorporar nuevos productos a su oferta. ?l tiene dos especialmente en su punto de mira. ¡°Las vacunas combinadas y la del papiloma¡±. GAVI no investiga directamente, pero es un potente comprador capaz de estimular los intereses de los laboratorios, ya que les aseguran que van a encontrar compradores para sus productos. Por eso, que mencione esos campos es un est¨ªmulo para la investigaci¨®n. ¡°Necesitamos un preparado combinado para la rubeola y el sarampi¨®n. Y el virus del papiloma es un gran reto. Cada a?o mueren en pa¨ªses pobres 275.000 mujeres por los c¨¢nceres que produce, pero el sistema est¨¢ mal enfocado. Actualmente, la inmunizaci¨®n es muy cara, y toda la producci¨®n est¨¢ destinada a pa¨ªses ricos. Pero resulta que en esos pa¨ªses hay otros mecanismos de detecci¨®n precoz, mientras que en los pobres, donde el sistema sanitario no puede dar ese servicio, es donde la vacuna tiene todo su sentido¡±.
Obviamente, H?ybr?ten quiere m¨¢s, y sigue con atenci¨®n los avances en la vacuna de la malaria, que espera poder empezar a negociar y suministrar pronto. Y, m¨¢s a largo plazo, sue?a con una para el VIH. ¡°Hay algo de lo que no cabe duda: la inversi¨®n en vacunas es de las m¨¢s rentables en t¨¦rminos humanos y con¨®micos del mundo¡±.
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