Escuela rural en peligro de extinci¨®n
El cierre de centros por la despoblaci¨®n y la crisis amenaza la vida de localidades peque?as Castilla-La Mancha cerrar¨¢ 71 En Teruel, los docentes se movilizan
Hace 10 a?os, hab¨ªa 91.800 alumnos en escuelas rurales en toda Espa?a. En el curso 2009-2010, eran 54.000, seg¨²n los datos de Consejo Escolar del Estado. Pero la despoblaci¨®n de las localidades peque?as ya no es el ¨²nico gran enemigo de este tipo de centros, pues a ello se le ha unido la crisis y los recortes presupuestarios que llegan con ella y que hacen temer a docentes y padres de pueblos por un modelo caro, de escuelas peque?as en las que alumnos de tres a 12 a?os comparten aula y profesor, con otros docentes itinerantes de M¨²sica, Ingl¨¦s o Educaci¨®n F¨ªsica que atienden a varias localidades.
De momento, la ¨²nica comunidad que ha anunciado el cierre de un buen n¨²mero de aulas unitarias (71) es Castilla-La Mancha, y adem¨¢s, dice su Gobierno que no es por el dinero ¡ªse ahorra poco, dice un portavoz, que no especifica cu¨¢nto¡ª, sino porque los alumnos de esos centros, aseguran, tendr¨¢n una atenci¨®n de m¨¢s calidad en colegios m¨¢s grandes a los que ser¨¢n transportados cada d¨ªa.
Antes de la recesi¨®n,
el alumnado ya hab¨ªa ca¨ªdo de 91.800 a
54.000 en 10 a?os
En el resto de autonom¨ªas, profesores, padres y sindicatos permanecen alerta, pues temen medidas parecidas en cualquier momento. En Teruel, una de las provincias con mayor concentraci¨®n de escuela rural, los docentes han iniciado una movilizaci¨®n preventiva, pese a que el Gobierno aragon¨¦s dice que no cerrar¨¢ aulas. Un grupo de 13 profesores han estado 21 d¨ªas encerrados en el instituto de Albarrac¨ªn, en la localidad del mismo nombre, para tratar de encender la mecha y extender la protesta, cuenta Isabel D¨ªaz, una de las docentes. Temen el impacto social que tendr¨ªa para los peque?os pueblos.
Ese es el temor que hay en Garciotum, una localidad de 190 habitantes al noroeste de la provincia de Toledo. Hace 20 a?os quisieron cerrar la escuela, pero los vecinos se resistieron, protestaron y se mantuvo. Ahora, los pueblos de alrededor, aquellos donde s¨ª cerr¨® el colegio, ¡°est¨¢n muertos¡±, cuenta David Palomares, el alcalde, del PSOE. Por eso, dice, esta vez tambi¨¦n van a pelear. Palomares asegura que ha recibido una llamada de la Inspecci¨®n comunic¨¢ndole que la suya es una de las 71 escuelas unitarias que cerrar¨¢n en Castilla-La Mancha el pr¨®ximo curso. La consejer¨ªa lo niega, pero, de momento, el alcalde no ha conseguido que en la consejer¨ªa le atiendan.
¡°Que vengan cuando quieran a hacerle un examen a mi hijo¡±. Yolanda Gonz¨¢lez es una de las madres del centro en el que hay 11 alumnos de entre tres y 12 a?os de infantil y primaria (el a?o que viene se quedar¨ªan con 10, el l¨ªmite marcado por la Junta para cerrar, aunque prev¨¦n que puedan llegar m¨¢s), y est¨¢ indignada por los argumentos de la consejer¨ªa.
¡°Los pueblos donde
cerr¨® el colegio est¨¢n muertos¡±, dice el alcalde de Garciotum
Al hijo mayor de Yolanda, Cristian, le iba muy mal en el colegio al que iba en Escalona, un centro grande, as¨ª que, con la perspectiva adem¨¢s de trasladarse a vivir a unas casas de protecci¨®n oficial en Garciotum, cambiaron a Cristian y a su hermana peque?a al colegio del pueblo. Durante tres a?os, hasta que les dieron la casa, les han estado transportando cada d¨ªa desde Escalona hasta el pueblo (a 24 kil¨®metros). Y ahora que el ni?o ¡°ha mejorado much¨ªsimo¡±, le obligan a hacer el camino de vuelta.
El pueblo se ha volcado con la escuela, han conseguido firmas de apoyo y est¨¢n dispuestos a protestar donde haga falta. El colegio, explica la profesora, Rita Almagro, es un puntal de la localidad. ¡°Los mayores empezaron a hacer teatro siguiendo los pasos de la escuela, que cada a?o hace una representaci¨®n¡±, cuenta Almagro. ¡°Un pueblo sin ni?os es un pueblo muerto¡±, insiste Mari Carmen Mateo, otra de las madres del colegio. Vecinos de los pueblos afectados y profesores se han reunido en torno al Observatorio de la Escuela Rural de Castilla-La Mancha para protestar contra el cierre de las aulas unitarias en toda la comunidad.
El Galicia, se han cerrado este curso 14 de estos centros por falta de alumnos (normalmente, la mayor¨ªa de comunidades tienen es l¨ªmite en cuatro), aunque los vecinos de Entrecruces, concello de Carballo (A Coru?a), se quejaron de que no se hab¨ªa tenido en cuenta su previsi¨®n de crecimiento de alumnado para los pr¨®ximos a?os. Hace seis, en toda la comunidad se contaban 177 aulas unitarias, con mucho arraigo en las zonas rurales. En los ¨²ltimos cinco, dos gobiernos distintos (PSOE y BNG primero, y el PP desde el 2009) han echado el cierre a 126.
Garc¨ªa paga de su
sueldo el material escolar del
centro donde es profesora
Silvia Garc¨ªa, de 29 a?os, da clases en la escuela de Regoelle, en el municipio coru?¨¦s de Dumbr¨ªa, pr¨®ximo a Fisterra, desde hace dos cursos. Esta casita de planta baja con arenero, columpios y una huerta ecol¨®gica en proyecto, es su primer destino definitivo, donde es la ¨²nica profesora asignada. Dos veces por semana, pasan por el aula otras dos docentes de apoyo itinerante para impartir ingl¨¦s y religi¨®n a los ocho alumnos: cuatro ni?os y cuatro ni?as. Silvia habla con pasi¨®n de la ense?anza y de los progresos de los peque?os, pero a¨²n no sabe si la escuela seguir¨¢ abierta el curso pr¨®ximo. En septiembre, dos de sus alumnas iniciar¨¢n secundaria y solo quedar¨¢n seis.
La escuela de Regoelle est¨¢ en el punto de mira de la Xunta, que ya hab¨ªa barajado su cierre este curso. Cuenta Garc¨ªa que los gastos de mantenimiento de su escuela corren por cuenta del Ayuntamiento de Dumbr¨ªa, con 3.600 vecinos muy repartidos en siete parroquias. ¡°Nos pagan la luz, el agua, la limpieza del parque y, hasta hace poco, la factura del tel¨¦fono¡±, enumera (lo mismo ocurre en Garciotum, en Toledo).
Como son muy pocos alumnos, explica Garc¨ªa, prefiere ser ella la que aporta el material escolar que paga de su sueldo para no agotar el exiguo presupuesto que le asigna la Xunta en cuatro pagos trimestrales (1.000 euros). En Garciotum, la profesora Rita Almagro, de 62 a?os, decidi¨® hace alg¨²n tiempo encargarse ella con los alumnos de la limpieza del centro. Con el dinero que el Ayuntamiento les da a cambio compran, por ejemplo, la merienda de los chavales: ¡°As¨ª no andamos con que uno tiene m¨¢s el otro tiene menos¡±, cuenta.
Un experto alerta de que
si estas aulas son caras
m¨¢s caro saldr¨¢ el desarraigo
Esas aulas unitarias son las que est¨¢n en el punto de mira. ¡°Probablemente sea m¨¢s caro, pero estamos hablando de personas, de ni?os, de familias y a largo plazo el desarraigo social y cultural es muy elevado¡±, dice la especialista de la Universidad de Barcelona Roser Boix.
En todo caso, el argumento de Castilla-La Mancha para el cierre no ha sido el dinero, sino la calidad. Hablan de ¡°falta de igualdad de oportunidades; imposibilidad de socializaci¨®n con otros alumnos de su misma edad; falta de atenci¨®n, al estar agrupados en un mismo espacio alumnos con distintos niveles y falta de los medios¡±, enumera un portavoz.
Sin embargo, en la vecina Castilla y Le¨®n, tambi¨¦n gobernada por el PP, con la mayor poblaci¨®n escolar en entornos rurales y con unos resultados en el informe Pisa por encima de los de Suecia o Alemania, la consejer¨ªa repite una y otra vez su apuesta por la escuela rural. ¡°Es una apuesta por la pervivencia del mundo rural¡±.
De hecho, Boix habla de las bondades pedag¨®gicas de las aulas rurales. ¡°En un aula unitaria todo se oye y todo se ve, es decir, los alumnos de ciclos inferiores escuchan y comparten en muchas ocasiones conocimientos destinados a alumnos mayores; este hecho, muy importante en la construcci¨®n del conocimiento por parte del alumno, permite que ¨¦ste avance conocimientos si se trata de un alumno de ciclo inferior o consolide si se trata de un alumno de ciclo superior que est¨¢ ¡°escuchando¡± lo que est¨¢ aprendiendo un alumno de ciclo inferior¡±. De hecho, viendo c¨®mo funciona la escuela de Garciotum ¡ªdonde alg¨²n chaval de quinto de primaria da ya los contenidos de sexto¡ª, se parece mucho a esa receta en la que insiste la OCDE: ense?anza individualizada.
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