El pacto de R¨ªo+20 sabe a poco

¡°Espero que esta cumbre tome decisiones m¨¢s ambiciosas de lo que se ha negociado hasta ahora (¡­) Nosotros, la pr¨®xima generaci¨®n, pedimos acciones para garantizar nuestro futuro. Confiamos en que durante las pr¨®ximas 72 horas antepongan nuestro inter¨¦s a cualquier otro. El tiempo ha comenzado a correr: tic, tac, tic, tac¡­¡±. Con estas palabras, la estudiante neozelandesa Brittany Trifold, de 17 a?os, personific¨® este mi¨¦rcoles en la ceremonia inaugural de la Conferencia de Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible R¨ªo+20 el descontento que acumula buena parte de la sociedad civil ante la inacci¨®n de los l¨ªderes que acuden al c¨®nclave. ¡°?Est¨¢n aqu¨ª para salvar la cara o para salvarnos a todos?¡±, concluy¨® antes de recibir una ovaci¨®n del auditorio.

Las palabras de Triffold, que recordaron al emotivo discurso pronunciado hace 20 a?os por la peque?a canadiense Severn Cullis Suzuki, se vieron reforzadas por el propio secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que proclam¨®: ¡°Veinte a?os despu¨¦s [de la Cumbre de la Tierra de 1992] tenemos una segunda oportunidad (¡­) No la desperdiciemos¡±, advirti¨® tras admitir que esperaba un documento de conclusiones ¡°m¨¢s ambicioso¡±.

Mientras los debates se desarrollan en el Riocentro, el recinto de esta cumbre, las manifestaciones en defensa del medioambiente, de diversas causas sociales y por los derechos humanos siguen su curso por las calles de R¨ªo de Janeiro y este mi¨¦rcoles han llegado por primera vez hasta las puertas de la Cumbre. El documento cerrado el martes por los equipos negociadores ha levantado ampollas, puesto que no dice pr¨¢cticamente nada nuevo de lo ya pactado en cumbres anteriores.

Altas fuentes del Gobierno brasile?o que articularon las negociaciones para llegar al tan criticado borrador de conclusiones han explicado a EL PA?S que se trata de un ¡°documento aspiracional¡±, y que no hay pretensiones de aprobar medidas concretas en esta cumbre. Es decir, ante el evidente choque de intereses que se vive en este c¨®nclave, con Occidente inmerso en la resoluci¨®n de su severa crisis y los pa¨ªses emergentes y en desarrollo claramente inclinados a dar nuevos pasos al frente en pol¨ªticas de desarrollo sostenible, no ha quedado otra alternativa que aprobar un texto que se quede en una declaraci¨®n de intenciones. Y que deje a todos m¨¢s o menos contentos.

Seg¨²n varios analistas consultados, a lo largo de las 49 p¨¢ginas del documento que sirve como base de las discusiones, en casi ning¨²n cap¨ªtulo se registran avances, ya sea en la protecci¨®n de los oc¨¦anos, la aprobaci¨®n de mecanismos de financiaci¨®n para pol¨ªticas de desarrollo sostenible o el reforzamiento institucional del brazo medioambiental de la ONU (PNUMA). ¡°Se habla de pobreza, se admite el problema, pero no se dice qu¨¦ hay que hacer para resolverlo¡±, sintetiza Mouriel Saragoussi, coordinadora de campa?as de Oxfam. Fuentes brasile?as, sin embargo, insisten en que de momento ya se puede considerar un ¨¦xito que se haya alcanzado un consenso, aunque no sea el m¨¢s ambicioso.