Mejor convencer que imponer la lengua al cine
Bruselas desautoriza el modelo de cuotas para el catal¨¢n, que no se aplicaba Un acuerdo con las grandes del sector desactiv¨® el conflicto Las pel¨ªculas dobladas tambi¨¦n pueden ser negocio
El pasado siempre vuelve a pedir cuentas. El actual Gobierno catal¨¢n cre¨ªa haber solucionado el conflicto que enfrent¨® a sus predecesores del tripartito con los distribuidores y exhibidores de cine por la pol¨¦mica ley que impon¨ªa cuotas de doblaje en catal¨¢n. El pacto firmado con el sector el pasado mes de septiembre, que haciendo una lectura un tanto particular de los art¨ªculos m¨¢s pol¨¦micos, descarta las cuotas y las sanciones, funciona razonablemente bien. El Ejecutivo catal¨¢n entiende que el texto legal no obliga a llegar a un porcentaje determinado de cine en catal¨¢n, sino que lo fija como meta ¡°si se establece una negociaci¨®n con el sector¡±. Y en esto est¨¢n.
El sector est¨¢ ahora razonablemente satisfecho con el acuerdo y lo cierto es que, en poco tiempo, la presencia social del cine en catal¨¢n ha aumentado, aunque a¨²n est¨¦ lejos de las cuotas que alcanzan otros sectores culturales como la literatura, donde el catal¨¢n ocupa un 20% del total, o los medios de comunicaci¨®n, donde esta cifra puede llegar al 45%. Este es precisamente el argumento que se utiliza desde el Gobierno de CiU para justificar una legislaci¨®n que acabe con la anomal¨ªa de la todav¨ªa muy escasa presencia del catal¨¢n en el cine.
Sin embargo, sin avisar, el pasado jueves, la Comisi¨®n Europea tiraba de la manta y anunciaba desde Bruselas que la norma catalana discrimina a las pel¨ªculas europeas al imponerles un doblaje o subtitulaci¨®n que suponen sobrecostes de entre 2.000 y 77.000 euros, y daba al Gobierno de Espa?a dos meses de plazo para que ponga fin ¡°a esas normas discriminatorias¡±. La paradoja es que Bruselas considera que la ley catalana favorece al cine ¡°espa?ol¡±, y de paso al latinoamericano, frente a las dem¨¢s cinematograf¨ªas europeas.
La paradoja es que la ley de la Generalitat favorece al cine en espa?ol
La pelota est¨¢ ahora de nuevo en el tejado del Gobierno catal¨¢n, m¨¢s concretamente en el del Parlamento, que deber¨¢ modificar el texto legal, como ya ha admitido impl¨ªcitamente el consejero de Cultura Ferran Mascarell anunciando que hablar¨¢ del problema con los grupos pol¨ªticos. Entre los expertos hay consenso sobre los importantes defectos del texto legal, pero habr¨¢ que ver c¨®mo CiU, en minor¨ªa en la C¨¢mara, consigue ahora imponer una modificaci¨®n de la ley sin abrir la caja de Pandora.
La historia de esta pol¨¦mica ley arranca a principios de 2010, cuando el Gobierno presidido por Jos¨¦ Montilla ya empezaba a dar claros signos de fatiga y se vislumbraba el adelanto electoral que iba a devolver a CiU al poder. Impulsado por Esquerra Republicana, que ocupaba el departamento de Cultura, el Ejecutivo aprob¨® una ley del cine, que el Parlamento catal¨¢n ratific¨® por una ampl¨ªsima mayor¨ªa, incluidos los votos de CiU, poco antes del verano. Si por un lado la ley regulaba el sector de una manera razonable, por otro obligaba, bajo amenaza de sanciones, a que en un plazo de cinco a?os las pel¨ªculas dobladas o subtituladas que se estrenaran en Catalu?a tuvieran la mitad de las copias en catal¨¢n.
El texto legal no se hab¨ªa negociado con el sector, sino contra el sector. Para m¨¢s inri, el titular de Cultura, Joan Manuel Tresserras, protagoniz¨® un sonado enfrentamiento con la industria norteamericana del cine ¡ªlas llamadas majors¡ª que fue in crescendo conforme se acercaban las elecciones y que, b¨¢sicamente, tuvo un efecto contrario al deseado, pues los estudios de Hollywood redujeron a¨²n m¨¢s las pocas pel¨ªculas que doblaban al catal¨¢n, protagonizaron un curioso cierre de salas e incluso retiraron su aportaci¨®n al Festival de Cine de Sitges. Era la guerra total. Si en 2009 la presencia del cine en catal¨¢n rozaba el 3%, el a?o siguiente cay¨® al 0,63%.
La presencia del
catal¨¢n en las salas
se ha disparado en
el ¨²ltimo a?o
El Gremio de Empresarios de Cine de Catalu?a advirti¨® entonces a la Generalitat que, en su opini¨®n, la ley vulneraba la normativa europea, concretamente los art¨ªculos 17 y 18 de la ley que imponen el doblaje o subtitulaci¨®n al catal¨¢n del 50% de las pel¨ªculas distribuidas en Catalu?a, a excepci¨®n de los t¨ªtulos en espa?ol. El catedr¨¢tico Ram¨®n Torrent compareci¨® ante la Comisi¨®n de Cultura y se?al¨® que el texto legal vulneraba el principio de igualdad al discriminar las pel¨ªculas europeas respecto a las espa?olas. Ninguno de estos argumentos convenci¨® a los legisladores, que ya se lanzaban a la campa?a electoral compitiendo por qui¨¦n se radicalizaba m¨¢s.
Tras la tempestad lleg¨® la reflexi¨®n. Pese a haber votado a favor, una de las primeras cosas que hizo Artur Mas cuando llega a la presidencia de la Generalitat en noviembre de 2010 fue intentar desactivar el conflicto. El nuevo consejero de Cultura, el exsocialista Ferran Mascarell, y su numero dos, el director del Instituto Catal¨¢n de Empresas culturales (ICEC), F¨¦lix Riera, se pusieron manos a la obra y abrieron negociaciones con los distribuidores. Riera viaj¨® a Los ?ngeles para negociar con las majors y en septiembre de 2011 anunciaron un acuerdo que descartaba cualquier tipo de sanciones y cuotas ¡ªpese a que est¨¢n previstas en la ley¡ª y aumentaba las subvenciones al doblaje y subtitulado desde 600.000 euros a 1,4 millones.
Una larga batalla del catalanismo
- Fue el ¨²ltimo Gobierno de Jordi Pujol el que abri¨® el frente del doblaje del cine al catal¨¢n hace 14 a?os.
- Las majors, los grandes estudios de Hollywood, se opusieron frontalmente ya en el a?o 2000, por considerar que ceder supondr¨ªa abrir otros frentes ling¨¹¨ªsticos, aunque gracias a un proceso de negociaci¨®n, se estrenaron anualmente una veintena de t¨ªtulos doblados al catal¨¢n.
- La Ley del Cine de 2010, aprobada sin una previa negociaci¨®n con el sector, desata la guerra del cine, incluido un cierre de salas por parte de los exhibidores.
- El pol¨¦mico art¨ªculo 18 de la ley establece que las empresas distribuidoras deber¨¢n doblar o subtitular al catal¨¢n la mitad de los filmes que se estrenen en Catalu?a, cuota de la que est¨¢n exentas las pel¨ªculas espa?olas en versi¨®n original en castellano.
- La norma tambi¨¦n exime de la obligaci¨®n de doblar o subtitular a aquellas pel¨ªculas de las que se exhiban menos de 16 copias.
- El acuerdo actual no se centra en el n¨²mero de salas con pel¨ªculas dobladas ni en general en el volumen de pel¨ªculas, sino que busca potenciar la cuota de espectadores.
El pacto que fue acogido muy favorablemente por el sector. ¡°En Fedicine y el gremio seguimos apostando por llegar a un acuerdo de fomentar el uso del catal¨¢n en el cine, pero que no se base en las cuotas¡±, explicaba este viernes Pilar Sierra, que recordaba que los distribuidores y exhibidores han aplicado el acuerdo que implica que las pel¨ªculas dobladas o subtituladas al catal¨¢n se estrenen en 25 o 26 cines. Lo cierto es que el acuerdo del pasado mes de septiembre supone que la ley de cine catal¨¢n no se aplica, al menos en sus art¨ªculos pol¨¦micos.
Pero Fedicine, la organizaci¨®n que agrupa al 90% de las empresas de distribuci¨®n cinematogr¨¢fica, y el Gremio de Empresarios de Cine de Catalu?a, ya hab¨ªan presentado su denuncia ante la Comisi¨®n Europea, que ahora ha dictaminado bas¨¢ndose, no en cuestiones ling¨¹¨ªsticas ni competenciales, sino en los simples principios de la competencia, considerando que la ley es ¡°discriminatoria¡± porque se aplica de manera diferente a las pel¨ªculas en espa?ol que a las de cualquiera de los distintos idiomas europeos.
Lo que ha hecho la Comisi¨®n Europea es emitir un dictamen motivado, una especie de aviso al Gobierno espa?ol, advirti¨¦ndole de que algunos aspectos de la citada ley son contrarios al derecho europeo. En caso de que la ley no se cambie en el plazo de dos meses dado por Bruselas, la Comisi¨®n Europea lo que hace es dirigirse al Tribunal de Justicia, que es el encargado de estudiar el caso y de decir si se ajusta al derecho comunitario o no. La Comisi¨®n Europea ha dirigido el dictamen al Gobierno espa?ol porque es su interlocutor, pero como las competencias son de la Generalitat le corresponde al Ejecutivo catal¨¢n realizar los cambios que le exige Europa. Desde la Administraci¨®n central, se seguir¨¢ el desarrollo de este cambio normativo.
Elena Artacho, presidenta de Fedicine desde el pasado mes de enero, se mostr¨® satisfecha con la decisi¨®n de la Comisi¨®n Europea, pero reconoci¨® que de hecho la ley ya no se est¨¢ aplicando. El acuerdo, firmado por Fedicine, los exhibidores catalanes y el Gobierno de la Generalitat, aboga por un apoyo decidido por parte de distribuidores y empresarios de salas al cine en catal¨¢n, comprometi¨¦ndose a estrenar cada vez m¨¢s t¨ªtulos doblados al catal¨¢n o en versi¨®n original subtitulados, adem¨¢s de aumentar el n¨²mero de pases de estas pel¨ªculas. Seg¨²n Artacho, es este acuerdo el que se viene aplicando desde entonces en el territorio catal¨¢n. ¡°Nosotros estamos en contra de todo tipo de cuotas¡±, a?adi¨® Artacho, ¡°y esa fue la raz¨®n de nuestra denuncia ante la Comisi¨®n Europea¡±.
Cultura valora que Bruselas acepte la protecci¨®n de la lengua
El sector podr¨ªa incluso haber descubierto que la presencia en el mercado de copias en catal¨¢n ¡ªdobladas o subtituladas¡ª puede incluso ser un buen negocio. Esto se produce especialmente en muchas pel¨ªculas infantiles y juveniles, concretamente en aquellas que provienen de obras literarias que tradicionalmente han sido difundidas con ¨¦xito en catal¨¢n, como ser¨ªa el caso de la serie de Harry Potter o la pel¨ªcula de Peter Jackson, producida por Steven Spielberg sobre el personaje de Tint¨ªn, El secreto del unicornio, que han sido le¨ªdas en catal¨¢n por muchos ni?os y j¨®venes. Prueba de esto es el hecho de que, incluso en plena guerra del cine, los distribuidores norteamericanos doblaron al catal¨¢n un buen n¨²mero de copias del ¨²ltimo Harry Potter.
Desde que entra en vigor el acuerdo la presencia del catal¨¢n aumenta de forma exponencial. Si entre septiembre de 2010 y mayo de 2011, el n¨²mero de espectadores en catal¨¢n de pel¨ªculas de las majors es de 62.203 (un 0,51% de cuota), entre septiembre de 2011 y mayo de 2012 la cifra de espectadores se cuadruplica, superando los 250.000. No son estos los ¨²nicos espectadores de cine en catal¨¢n. En 2010, por ejemplo, incluyendo las producciones catalanas ¡ªes un a?o excepcional gracias a Pa negre y otras 22 pel¨ªculas catalanas¡ª suponen un 6,25% del total de espectadores.
Los productores se quejan de la compleja normativa en Europa
Desde la Secretar¨ªa de Estado de Cultura se valor¨® muy favorablemente el hecho de que la Comisi¨®n Europea considere objetivo fundamental la protecci¨®n de la cultura y, en particular, la diversidad ling¨¹¨ªstica, aunque admiti¨® que la Comisi¨®n tiene dudas con respecto a las restricciones a las libertades de circulaci¨®n bas¨¢ndose en la protecci¨®n de la diversidad ling¨¹¨ªstica en el caso concreto de la ley catalana. Como la competencia en este asunto es de la Generalitat, Cultura advirti¨® de que las medidas oportunas deber¨¢n venir del Ejecutivo catal¨¢n. ¡°Somos conscientes de que las instituciones catalanas han indicado ya su intenci¨®n de introducir los cambios t¨¦cnicos en el sentido indicado por la Comisi¨®n Europea. Dentro de un marco de cordialidad institucional, seguiremos con inter¨¦s el desarrollo de dicha modificaci¨®n, dado que el incumplimiento del derecho europeo, en su caso, se imputar¨ªa al Estado en su totalidad¡±, a?ade la nota oficial de la Secretar¨ªa de Estado de Cultura.
Susana de la Sierra, en conversaci¨®n con este peri¨®dico, calific¨® de sensata la decisi¨®n del Gobierno de la Generalitat de buscar soluciones t¨¦cnicas y jur¨ªdicas, en conversaciones con todos los partidos pol¨ªticos, y a?adi¨® que todav¨ªa es prematuro el adelanto de cualquier medida
Quien est¨¢ sorprendido con la decisi¨®n de Bruselas es Pedro P¨¦rez, presidente de los productores, que considera que no representa m¨¢s que la industria europea del cine y viene a romper el equilibrio que se consigui¨® a ra¨ªz del acuerdo firmado por todas las partes en septiembre de 2011. ¡°La complejidad normativa de Bruselas hace m¨¢s complicada la explotaci¨®n y comercializaci¨®n de lo que producimos en Europa con respecto a lo que viene de EE UU¡±, a?adi¨® P¨¦rez.
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