El romance acab¨® con el obispo
El Papa acepta la renuncia del prelado argentino fotografiado con una mujer Era un cura moderado, cercano a los pobres y enfrentado a los pol¨ªticos
El Papa Benedicto XVI acept¨® ayer la renuncia del presidente de C¨¢ritas Latinoam¨¦rica, Fernando Bargall¨®, a su cargo de obispo de la di¨®cesis de Merlo-Moreno, dos municipios pobres de la periferia oeste de Buenos Aires. Despu¨¦s de que se difundieran la semana pasada unas fotos de Bargall¨® ba?¨¢ndose en la playa con una mujer, el obispo reconoci¨® el romance y dimiti¨® el viernes por tratarse de una ¡°causa grave¡±, seg¨²n el C¨®digo de Derecho Can¨®nico.
El prelado, de 57 a?os, no era progresista ni ultraconservador. Era de una l¨ªnea moderada, fiel a Roma, pero tolerante con curas tercermundistas, con un compromiso social que lo llev¨® a enfrentarse con pol¨ªticos. El viaje con su amante a un hotel de lujo en M¨¦xico en 2011 ha puesto en tela de juicio su austeridad, pero tambi¨¦n ha demostrado que alguien quer¨ªa arruinarle la carrera y lo sigui¨® en todo su periplo. ?Qui¨¦n fue y por qu¨¦ guard¨® las fotos casi un a?o y medio? No se sabe. El obispo se defendi¨® ante la Nunciatura Apost¨®lica (embajada del Vaticano) acusando de difamaci¨®n al alcalde de Merlo, Ra¨²l Othaceh¨¦.
Bargall¨® y su amante se conoc¨ªan de la infancia. Son de familias adineradas de San Isidro, en el norte del Gran Buenos Aires. Hab¨ªa sido novios en la adolescencia, pero ¨¦l acab¨® el colegio y entr¨® en el seminario. A los 24 a?os se orden¨® sacerdote. Quienes lo conocen de aquel tiempo lo recuerdan con una ¡°gran capacidad de escucha, muy medido, siempre hac¨ªa lo que ten¨ªa que hacer, de estructura conservadora, tibio, pero comprometido con lo social, sin llegar a ser un revolucionario¡±. Bargall¨® cas¨® a su antigua novia, que se separ¨® hace ya 10 a?os, bautiz¨® a sus tres hijos y fue padrino de uno de ellos. A los 39 a?os fue nombrado obispo.
¡°En el episcopado argentino, Bargall¨® era de los tipos potables, es el obispo que a m¨ª me gusta¡±, opina Eduardo de la Serna, coordinador del Grupo de Curas en Opci¨®n por los Pobres, sucesores de los tercermundistas de los setenta. De la Serna dice que ¨¦l, a diferencia de la jerarqu¨ªa cat¨®lica, no se escandaliza por las fotos de Bargall¨®, sino por las de los jefes de la Iglesia con el entonces dictador argentino Jorge Videla (1976-1983). ¡°Me escandalizar¨ªa si tuvo una vida de lujo¡±, dice el coordinador de curas progresistas, algunos de cuyos miembros trabajan en Merlo, se han enfrentado al alcalde por denunciar la situaci¨®n social y fueron defendidos por Bargall¨®. Othaceh¨¦ gobierna Merlo desde 1991 y siempre ha tenido una mala relaci¨®n con el obispo, quien lo acus¨® de corrupto. EL PA?S llam¨® a Othaceh¨¦, pero no obtuvo respuesta.
En la crisis argentina de 2001, el alcalde de Moreno y Bargall¨® encabezaron una marcha hacia el centro de Buenos Aires para pedir la renuncia del entonces presidente de Argentina, Fernando de la R¨²a. Bargall¨® ped¨ªa calma a los manifestantes, pero algunos saqueaban comercios en el camino.
En 2008 se puso del lado de los grandes y medianos agricultores en su disputa contra la presidenta argentina, Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner. Despu¨¦s de que ella les pidiera que fueran ¡°m¨¢s solidarios porque la avaricia es el peor de los pecados¡±, el ya entonces presidente de C¨¢ritas Latinoam¨¦rica respondi¨® que la ¡°soberbia es m¨¢s grave¡±.
Una diputada que pregona la despenalizaci¨®n de las drogas y el aborto, Victoria Donda, guarda una buena impresi¨®n del obispo. En 2010 presid¨ªa la Comisi¨®n de Derechos Humanos de la C¨¢mara de Diputados y quiso que se celebrara en Merlo una sesi¨®n para recoger denuncias de persecuci¨®n de Othaceh¨¦ contra militantes pol¨ªticos, sociales y religiosos. ¡°Bargall¨® nos ayud¨® mucho. Nos prest¨® la sede de C¨¢ritas porque no nos daban ning¨²n lugar municipal para reunirnos. Despu¨¦s prendieron fuego a la sede. Othaceh¨¦ es el peor de todos los alcaldes del Gran Buenos Aires¡±, dispara Donda. Los seguidores de Othaceh¨¦ acusan a Bargall¨® de meterse en pol¨ªtica y de ocuparse poco de los pobres.
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