Una medida desconcertante
Cuando las medidas llegan en tropel y apenas se explican provocan desconcierto entre los ciudadanos. Sucede otro tanto entre los profesionales cuando no hay rastro de interlocuci¨®n. Entre los m¨¦dicos, los habr¨¢ que califiquen de acertada y necesaria la propuesta del Gobierno de excluir 456 f¨¢rmacos de la financiaci¨®n p¨²blica. Otros la considerar¨¢n equivocada o poco afortunada, pero en lo que la inmensa mayor¨ªa vamos a coincidir es en lo mucho que tiene de desconcertante. Los facultativos deber¨ªamos tener una m¨ªnima comunicaci¨®n. La necesidad de priorizar medidas que buscan garantizar la sostenibilidad del sistema es, o as¨ª nos lo parece, compatible con la informaci¨®n, la interacci¨®n o la consulta a los profesionales sanitarios.
No hay en esto capricho alguno: los m¨¦dicos de familia somos los que al final vemos cada d¨ªa al paciente y debemos gestionar las consecuencias de las medidas que se vienen tomando en los ¨²ltimos meses. Un m¨ªnimo de comunicaci¨®n con el profesional no habr¨ªa estado de m¨¢s teniendo en cuenta que a las autoridades les consta que sociedades como la que presido queremos ser consultadas, que hemos dado muestras previas de corresponsabilizaci¨®n, que nuestra es la edici¨®n de la gu¨ªa terap¨¦utica de referencia... A principios de esta misma semana hemos sido consultados por la Agencia del Medicamento sobre posibles f¨®rmulas para las notificaciones de efectos secundarios de los f¨¢rmacos. Cabe sospechar, pues, que para unas cosas s¨ª y para otras no.
En casos anteriores en los que se han retirado grupos de medicamentos no se ha analizado el resultado
?Y qu¨¦ aporta el nuevo conjunto de medidas? Entre los medicamentos que se dejan de financiar hay grupos muy variados (t¨®picos, anti¨¢cidos, vasodilatadores¡), pero la mayor¨ªa tiene algo en com¨²n: pocos han sido estudiados como para defender, con las evidencias en la mano, su inclusi¨®n en las gu¨ªas de pr¨¢ctica cl¨ªnica. No obstante, debemos estar vigilantes por si esto pudiera comportar una deriva hacia f¨¢rmacos que est¨¢n financiados y tienen un coste mucho mayor. Somos un pa¨ªs con poca tendencia a evaluar y los estudios de coste-efectividad son clave para no errar el tiro. En ocasiones anteriores en las que se han retirado grupos de medicamentos, nunca se ha analizado el resultado.
La nueva propuesta para reducir el gasto llega poco tiempo despu¨¦s de un real decreto ley que por primera vez obliga a los pensionistas a pagar. A esto habr¨ªa que sumar que en algunas comunidades se introduce el euro por receta¡ En definitiva, son varias medidas que, m¨¢s all¨¢ de su conveniencia o inconveniencia, deber¨ªan acompa?arse de un esfuerzo por hacerlas comprensibles para el ciudadano. No basta con decir que son ineludibles, hay que convencer, o al menos intentarlo, tambi¨¦n de su idoneidad. Es lo m¨ªnimo.
Josep Basora es el presidente de la Sociedad Espa?ola de Medicina de Familia y Comunitaria.
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