¡°?Y si tardan en devolver el dinero adelantado?¡±

La entrada en vigor del copago farmac¨¦utico se inici¨® ayer en Valencia entre largas colas y extensas explicaciones. Algunos clientes acud¨ªan a la farmacia de guardia m¨¢s a mano sin caer en la cuenta de que, desde el primer minuto del d¨ªa 1 de julio, la Comunidad Valenciana empezaba a cobrar los medicamentos en funci¨®n de la renta como una de las medidas que encabeza los recortes en sanidad y que fue anunciada hace apenas dos meses. Por eso, el andamiaje administrativo y t¨¦cnico necesario todav¨ªa era confuso.

¡°Se lleva con mucha paciencia¡±, explica Carlos Redondo, un trabajador de la farmacia de guardia m¨¢s cercana al Hospital General Universitario de Valencia. En la parte posterior de la pantalla del ordenador, una fotocopia de la circular enviada por el colegio de farmac¨¦uticos muestra a los clientes el esquema b¨¢sico de pago seg¨²n la renta y la situaci¨®n del paciente. ¡°Se mezclan informaciones y hoy es pronto para valorar porque no hemos tenido muchos casos, pero es que ni siquiera las listas de medicamentos que van a retirar son definitivas¡±, indicaba el trabajador.

Uno de los puntos pendientes es saber qu¨¦ ocurrir¨¢ cuando el pago supera los 8 o los 18 euros ¨Cseg¨²n los ingresos del paciente- de tope. El farmac¨¦utico se?ala que, hasta lo que conocen, ellos tienen que cobrar el importe, registrar los datos y enviarlos para que sean cotejados y efect¨²en el pago. Sin embargo, est¨¢n pendientes de saber si el sistema inform¨¢tico les dejar¨¢ marcar ese importe o no, como en Andaluc¨ªa: ¡°A¨²n no ha venido nadie que haya tenido que pagar m¨¢s de su m¨¢ximo¡±, apunta Redondo, que se?ala que, aunque se ha fijado un m¨¢ximo de seis meses para la devoluci¨®n, ¡°las quejas vendr¨¢n porque nadie conf¨ªa en cu¨¢ndo lo devolver¨¢n. ?F¨ªjate, nosotros a¨²n tenemos que cobrar!¡±.

Seg¨²n asegur¨® durante la semana pasada la ministra de Sanidad, Ana Mato, todas las autonom¨ªas est¨¢n "t¨¦cnicamente" preparadas para la entrada en vigor del copago. Mato afirm¨® que el decreto supondr¨¢, si le sumamos la actualizaci¨®n del IPC de los medicamentos de aportaci¨®n reducida, un recorte de unos 550 millones de euros.

Esperanza, por ejemplo, viene a comprar Enantyum, un antiinflamatorio. Es para su padre, Amancio, un pensionista de 81 a?os. Le toca pagar 66 c¨¦ntimos. ¡°No es demasiado, pero es que ¨¦l ya ha pagado todo lo que ten¨ªa que pagar¡±, protesta. ¡°Y este, adem¨¢s, en agosto sale del seguro¡±, le advierte el trabajador. ¡°Los m¨¦dicos van a seguir paut¨¢ndolo¡±, se?ala Carlos Redondo, ¡°independientemente de las nuevas medidas¡±. ¡°Y la reacci¨®n m¨¢s com¨²n de la gente es: ¡®Puesto a pagar, me llevo la marca¡±

Mientras tanto, a pesar de la escasa afluencia, las pocas personas que acudieron a comprar en festivo aguardan la fila que se forma con cada paciente. Elena Tanasa, que atiende una farmacia c¨¦ntrica de la ciudad, afirma que ¡°aqu¨ª a la gente no le va a influir mucho¡±, pero ¡°la mayor¨ªa tiene que preguntar¡±. Es el caso de una mujer que prefiere no dar su nombre. Viene a por Zaldiar, otro antiinflamatorio. Su marido es pensionista, pero lo compra sin receta. Con ella pagar¨ªa 61 c¨¦ntimos: ¡°Es para los dolores de hueso que tengo¡±, suspira, ¡°que no me los quita nadie y los voy a tener para siempre¡±. ¡°M¨¢s o menos nos vamos enterando¡±, a?ade Tanasa, ¡°pero, si no lo saben ellos, ?c¨®mo lo vamos a saber nosotros?¡±, concluye.