¡°Aquella momia era un fara¨®n, estoy segura¡±
La radi¨®loga ha estudiado cuerpos embalsamados del Antiguo Egipto
¡°A esta momia la bautizamos con el nombre de Indiscreta¡±, dice Rosa Dinar¨¨s poni¨¦ndome sobre el plato el cat¨¢logo abierto por la p¨¢gina en que aparece la foto de un cuerpo embalsamado que le har¨ªa perder el apetito a m¨¢s de uno. La cient¨ªfica se anima al observar mi cara de inter¨¦s (por suerte no ha visto la expresi¨®n del camarero) y prosigue con complicidad. ¡°La denominamos as¨ª porque est¨¢ sin vendaje y el pubis aparece muy marcado, con vello y todo¡±.
Desde luego, no es una desnudez muy provocativa. Estamos hablando de la momia egipcia n¨²mero 7 de las 18 que fueron halladas junto a la tumba de Monthemhat (TT 34), en la necr¨®polis tebana de El-Asasif, cerca del templo de Der-el Bahar¨ª (Luxor). Dinar¨¨s, que es m¨¦dico radi¨®loga del Hospital General de Catalu?a, se encarg¨® de radiografiar sobre el terreno en 2009 al macabro pero tan interesante conjunto en el marco del Proyecto Monthemhat, con amplia participaci¨®n espa?ola. La investigadora pasa revista con cari?o, casi con ternura al resto de las momias. El hombre dorado, La princesa azul, Secreta¡ ?Secreta? ¡°Ten¨ªa un bulto, como si guardase algo, en realidad era una escoliosis dorsolumbar severa. Mira esta, Piglet, por fea, pobrecita¡±.
Las radiograf¨ªas arrojaron algunas sorpresas, como Piernas bonitas. ¡°Pens¨¢bamos que era mujer y result¨® ser un hombre, observa qu¨¦ bien le hab¨ªan vendado el miembro¡±. Dinares habla con entusiasmo y sin falsos pudores ¡ªno en balde es m¨¦dico¡ª. Recuerda con enorme nostalgia su trabajo en Egipto, d¨ªas felices cruzando el Nilo para ir a radiografiar momias y, luego, a personas vivas que aprovechaban la circunstancia de que la misi¨®n arqueol¨®gica contaba con un aparato de rayos-X port¨¢til para pasar consulta.
Mientras da cuenta de su huevo poch¨¦ con vichyssoise ¡ªla conversaci¨®n no le afecta al apetito; yo opto por ensalada¡ª, la prestigiosa radi¨®loga explica c¨®mo desde peque?a en su Vic natal se apasion¨® por las momias (en el Museo Episcopal se conserva una, egipcia). Dudaba entre ser m¨¦dico o egipt¨®loga: al cabo, vendar las mu?ecas se pod¨ªa interpretar como lo uno o lo otro; su padre le recomend¨® lo primero y ella sigui¨® el consejo, pero con el tiempo ha llegado a ser ambas cosas. Opina que los egipcios sab¨ªan mucho m¨¢s de medicina de lo que creemos com¨²nmente. Y dice que tratar aquellos cuerpos de la antig¨¹edad le ha proporcionado parad¨®jicamente una perspectiva a¨²n m¨¢s humana de su oficio.
La radi¨®loga pasaba consulta a los vivos tras estudiar a los muertos
Se muere de ganas de volver a Egipto. ¡°Nunca tendr¨¦ un servicio de radiolog¨ªa como aquel a las puertas del templo de Hatshepsut¡±, suspira entrecerrando sus ojos de un gris verdoso como el r¨ªo sagrado. La observo iluminada por el sol de la terraza, con su vestido de lino azul y abalorios que recuerdan a los del III Periodo Intermedio, y siento un escalofr¨ªo.
¡°Hubo una momia especial¡±, se?ala con tono de confidencia. ¡°No pertenec¨ªa al grupo pero tambi¨¦n la radiograf¨ªe; era de un hombre alto, fornido, muy masculino, de porte regio y con los brazos cruzados sobre el pecho. Carec¨ªa de inscripciones o cualquier indicio de identidad. Pero estoy convencida de que era un fara¨®n¡±. La palabra cae sobre la mesa destellante con un resonar de oro y durante unos momentos la radi¨®loga resplandece envuelta en el brillo de sus contagiosos sue?os.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.