Olvido Hormigos: ¡°En dos horas todo el pueblo ten¨ªa mi v¨ªdeo¡±

Nunca, en la historia de Los Y¨¦benes (Toledo, 6.400 habitantes) el Ayuntamiento hab¨ªa tenido tantas c¨¢maras apunt¨¢ndole como ayer, fecha del pleno en el que deb¨ªa formalizarse la dimisi¨®n de la concejal socialista Olvido Hormigos por la difusi¨®n de un v¨ªdeo ¨ªntimo suyo. Los coches apenas pod¨ªan pasar por la carretera, ocupada por unidades m¨®viles de todo el arco televisivo; el suelo estaba lleno de cables y las terrazas de los bares abarrotadas de vecinos que manten¨ªan acalorados debates sobre si la edil deb¨ªa o no deb¨ªa dimitir por lo que todos hab¨ªan visto. Muchas veces.

Ella decidi¨®, finalmente, no hacerlo. ¡°Lo he pensando y no voy a dimitir. Hay cosas mucho peores en pol¨ªtica y al fin y al cabo, lo que yo he hecho no es ning¨²n delito. ?En qu¨¦ he perjudicado yo a nadie? Soy una v¨ªctima¡±, declar¨® Olvido Hormigos a EL PA?S.

La concejal no sabe explicar c¨®mo ese v¨ªdeo ¨ªntimo acab¨® en Internet y en los ordenadores de todos sus vecinos. ¡°No me robaron el m¨®vil. Sinceramente, no s¨¦ c¨®mo ha pasado. Solo s¨¦ que empez¨® a difundirse por Whatsapp y que en dos horas lo ten¨ªa todo el pueblo y gente de los pueblos de alrededor¡±. La difusi¨®n empez¨® el pasado ocho de agosto. En el pueblo no se habl¨® de otra cosa durante varias semanas, pero el asunto, como casi todos, iba a menos. Hasta que el pasado mi¨¦rcoles, las redes sociales decidieron convertirlo en trending topic (tema del momento).

Esa misma noche, Hormigos decidi¨® presentar una denuncia en el cuartel de la Guardia Civil porque asegura que de la alcald¨ªa, que gobierna Pedro Acevedo, del PP, sali¨® un correo con la grabaci¨®n. ¡°?Que c¨®mo lo s¨¦? Porque, coincidencias de la vida, ese mensaje, con fecha de 13 de agosto, le lleg¨® hace dos d¨ªas a una amiga, que me alert¨®¡±.

Las redes sociales son un peligro, en el pueblo ya se hab¨ªa olvidado"

El alcalde no quiso hacer ayer declaraciones. El PP de Los Y¨¦benes emiti¨® un comunicado negando ¡°tajantemente¡± que desde la alcald¨ªa se hubiera difundido el v¨ªdeo. El d¨ªa anterior, en conversaci¨®n con este diario, el regidor lamentaba lo ocurrido y apoyaba a la edil: ¡°Que la dejen en paz¡±.

¡°Estoy muy mal. Todo esto nos est¨¢ afectando mucho a m¨ª y a toda mi familia. Nos ha superado la situaci¨®n. Pero habr¨¢ que abrir el paraguas y aguantar el chaparr¨®n¡±, comentaba resignada Hormigos a este diario mientas reconsideraba su dimisi¨®n. El pasado lunes estaba decidida. No aguantaba la presi¨®n y comunic¨® en el Ayuntamiento que se iba. Pero el mi¨¦rcoles las redes sociales se llenaron de mensajes de ¨¢nimo, entre ellos, de compa?eros de partido, y ayer a mediod¨ªa decidi¨® no renunciar a su acta de concejal. ¡°Agradezco much¨ªsimo todas esas muestras de apoyo¡±, explica. Como la de la n¨²mero dos del PSOE, Elena Valenciano, que desde su cuenta de Twitter le ped¨ªa: ¡°Olvido, no dimitas por eso. Ni se te ocurra¡±. Hormigos explica que no habl¨® con ella por tel¨¦fono, y que no le molest¨® que ni Valenciano ni otros compa?eros socialistas se unieran al revuelo montando en las redes sociales. Aunque reconoce que est¨¢ un poco asustada con la repercusi¨®n que alcanz¨® en Twitter. ¡°Las redes sociales son peligrosas. En Los Y¨¦benes estaba casi olvidado. La gente tiene sus propios problemas. En general, me dec¨ªan cosas como ¡®Olvido, esto se pasa¡¯. Los mensajes desagradables estaban sobre todo, en foros de Internet¡±.

Los mensajes de apoyo llegaron tambi¨¦n desde las filas enemigas. La presidenta madrile?a, Esperanza Aguirre, tambi¨¦n us¨® su cuenta de Twitter para animarla: ¡°En defensa de tu intimidad. Olvido, no dimitas¡±.

Los mensajes desagradables estaban en foros de Internet"

El municipio est¨¢ dividido. Incluso sobre cu¨¢nto tiempo hace falta para que esto se olvide: unos dicen que en pueblos as¨ª, ¡°esas cosas son para toda la vida¡±, y otros le auguraban una esperanza de vida directamente proporcional a la presencia de c¨¢maras frente al Ayuntamiento.

A las 20.35, Olvido Hormigos entr¨® en el Ayuntamiento para asistir al pleno. Con gesto serio, pero la barbilla alta. En la puerta se mont¨® un remolino de personas, vecinos y periodistas mezclados casi a partes iguales, que recordaba a los que se forman cuando un famoso abandona las puertas de un juzgado. La concejal no entraba a un juicio, sino al pleno de un Ayuntamiento de pueblo, pero es verdad que fuera de ese sal¨®n del consistorio ¡ªdonde pese a todo, se hablaba de presupuestos y parcelas enajenadas¡ª, todo el municipio la est¨¢ juzgando.