Becas universitarias: recortes y exclusiones
Los autores sostienen que la pol¨ªtica del ministerio favorecer¨¢ la exclusi¨®n social
Al inicio de un nuevo curso acad¨¦mico, la pol¨ªtica universitaria dictada por el Gobierno Rajoy se resume en dos actuaciones de car¨¢cter normativo, Real Decreto-Ley 14/2012 de 20 de abril, de medidas urgentes de racionalizaci¨®n del gasto p¨²blico en el ¨¢mbito educativo y Real Decreto 1000/2012 de 29 de junio, que establece los umbrales de renta y patrimonio familiar y las cuant¨ªas y r¨¦gimen de las becas y ayudas al estudio universitario.
Estas dos iniciativas comparten varios rasgos. En la forma, ambas se han tomado unilateralmente desde el ministerio, ignorando la cultura del di¨¢logo y consenso con los diferentes agentes intervinientes en el devenir universitario: comunidades aut¨®nomas, universidades, estudiantes y sindicatos. En sus contenidos, los decretos alegan como principal causa explicativa mejorar la eficiencia en el gasto p¨²blico universitario. En nuestra opini¨®n, la aplicaci¨®n de los mismos, adem¨¢s de generar confusi¨®n, incertidumbre y desmotivaci¨®n en el personal docente e investigador, favorece una mayor exclusi¨®n de los estudiantes pertenecientes a familias de reducido poder adquisitivo en el sistema universitario p¨²blico. Adem¨¢s, como tambi¨¦n veremos, parece que la obsesi¨®n por ¡°meter en cintura¡± a los becarios ignora posibles medidas de ahorro de mayor calado para el gasto p¨²blico universitario, de haberse impulsado pol¨ªticas de progreso y permanencia para ¡°todos¡± los estudiantes universitarios.
Hay pol¨ªticas de ahorro de mayor calado que apretar a los becarios
Objetivemos el problema con datos acad¨¦micos y econ¨®micos antes de continuar con la exposici¨®n de conclusiones. El sistema universitario p¨²blico presencial contabiliza en sus aulas m¨¢s del 75% y del 90% de los estudiantes universitarios de grado y de los becarios del Ministerio de Educaci¨®n. Espa?a destina a la financiaci¨®n de becas y ayudas el 0,08 % del PIB frente al 0,24% del PIB de media en los pa¨ªses de la OCDE, que deben ser referencia para la pol¨ªtica universitaria de Espa?a. El rendimiento acad¨¦mico de los universitarios becados mejora en un 35% al que registran los universitarios no becados, acortando en dos a?os el tiempo medio empleado para la obtenci¨®n de la graduaci¨®n que se sit¨²a en 5,20 a?os para los becados y 7,14 a?os para los no becados. Finalmente, se?alar que la financiaci¨®n p¨²blica media por estudiante universitario en las universidades p¨²blicas presenciales en el a?o 2008 era de 6.004 euros y siendo de 980 euros el precio medio de la matricula de los estudios universitarios a pagar por el alumno en cada a?o acad¨¦mico (El Pa¨ªs, 25/05/2012). Este ultimo dato muestra c¨®mo cualquier estudiante que cursa sus ense?anzas en los centros universitarios p¨²blicos dispone (independiente de su nivel de renta) de una subvenci¨®n general del 86% del gasto corriente medio en el que incurre por a?o de estudio.
La normativa vigente a partir de este pr¨®ximo curso acad¨¦mico 2012/2013 exige a los estudiantes universitarios becados un rendimiento acad¨¦mico que difiere notablemente al alza del que vienen obteniendo los estudiantes universitarios no becados, tanto para acceder como para permanecer como becarios en las ense?anzas elegidas, endureciendo a¨²n m¨¢s esa exigencia a partir del curso acad¨¦mico 2013/2014. Resultan particularmente penalizadores los criterios aplicables a los estudiantes que cuentan con beca-salario, hasta el punto de que no resulta exagerado cuestionarse el futuro de una ayuda que viene concedi¨¦ndose desde el a?o 2009 y que afecta s¨®lo al 2,27% del total de estudiantes matriculados en el curso 2010/11.
La aplicaci¨®n de los criterios acad¨¦micos del RD 1000/2012 a la situaci¨®n acad¨¦mica que en el curso 2011/2012 registran varias universidades p¨²blicas presenciales, una de perfil generalista (Universidad de Ja¨¦n) y otra de perfil especializado (Universidad Polit¨¦cnica de Valencia) y su extrapolaci¨®n al conjunto de las universidades p¨²blicas puede resultar de utilidad para intuir los efectos previsibles en ellas. La realizaci¨®n de este ejercicio, y los datos expuestos, nos permiten extraer las siguientes conclusione
Entre un 17% y un 32% de los becarios perder¨¢n su condici¨®n con los nuevois requisitos
1. La revisi¨®n al alza de la calificaci¨®n de acceso a las ense?anzas universitarias de 5 a 5,5 puntos y a 6,5 puntos en los cursos acad¨¦micos 2012/13 y 2013/14, respectivamente, para poder obtener la condici¨®n de becario, determinar¨ªa que el 6,75% de los estudiantes becados perder¨ªan dicha condici¨®n, siendo este porcentaje diferente por ramas y estudios en funci¨®n de la puntuaci¨®n media de las notas que los alumnos vienen presentando para seleccionar y formalizar su correspondiente matricula.
2.La revisi¨®n al alza de los rendimientos acad¨¦micos exigibles a los estudiantes becados seg¨²n la rama a los que estos pertenezcan ocasionar¨ªa una perdida de la condici¨®n de becario del 17,3% y 32,7 % con los criterios acad¨¦micos aplicables en los a?os 2012/13 y 2013/14, respectivamente. Estos porcentajes, resultan especialmente preocupantes para las ingenier¨ªas donde los cr¨¦ditos acad¨¦micos aprobados para mantener el derecho a la beca pasar¨¢n del actual 60% al 65% y al 85%, en los cursos 2012/13 y 2013/14 respectivamente, lo que implica una exigencia de mejora del rendimiento acad¨¦mico del 41,6% en s¨®lo dos cursos para poder permanecer con la condici¨®n de becario.
3. En t¨¦rminos de gasto p¨²blico universitario los criterios acad¨¦micos del RD determinar¨ªan un ahorro de 140 y 264 millones de euros sobre un total de 786 millones de euros que ha sido el cr¨¦dito presupuestario contra¨ªdo en el a?o 2010 para atender a los becarios de ense?anzas de grado matriculados en centros propios de las universidades p¨²blicas presenciales espa?olas. Estos c¨¢lculos desmienten al ministerio cuando afirma que estas medidas no afectar¨¢n al esfuerzo financiero p¨²blico para con las becas universitarias dado que se mantiene la dotaci¨®n presupuestaria inicial del ejercicio anterior, aunque resulta evidente que se producir¨¢ necesariamente una reducci¨®n del gasto efectivo liquidado por este concepto. Se?alar tambi¨¦n que, si bien es probable que los estudiantes que deseen conservar su condici¨®n de becarios aumenten sus esfuerzos para evitar la perdida de las ayudas, tambi¨¦n es previsible que el establecimiento del reintegro de las ayudas cuando el becario no hay superado el 50% de los cr¨¦ditos acad¨¦micos matriculados podr¨¢ desincentivar la demandas de becas por el temor a no alcanzar el objetivo acad¨¦mico que le obligar¨ªa a devolver los importes percibidos.
Aunque el presupuesto sea el mismo, el ministerio gastar¨¢ mucho menos en ayudas
4. Finalmente, observar que con los criterios acad¨¦micos vigentes hasta la fecha, la mayor¨ªa de los estudiantes universitarios becados no han recibido de la sociedad espa?ola ayudas econ¨®micas significativamente superiores a las que han recibido cualquier estudiante universitario no becado que obtenga la graduaci¨®n en un centro universitario p¨²blico, con independencia de cual sea su capacidad econ¨®mica y su rendimiento acad¨¦mico. La confirmaci¨®n de esta aseveraci¨®n se obtiene tras realizar una sencilla operaci¨®n de c¨¢lculo que resulta de cuantificar el gasto p¨²blico (subvenci¨®n) que requiere de media un estudiante universitario no becado para alcanzar la graduaci¨®n, 42.848 euros, y el importe agregado (subvenci¨®n + beca) que reciben los estudiantes universitarios becados hasta su graduaci¨®n, que de media es de 47.392 euros. As¨ª, el esfuerzo adicional de gasto p¨²blico neto que recibe un estudiante becado a lo largo de sus estudios universitarios, respecto a uno no becado es slo de 4.524 euros, tan solo un 10,6% de esfuerzo p¨²blico mayor por estudiante para favorecer la igualdad de oportunidades entre los que disponen de mayor y menor niveles de renta.
En consecuencia, no hay razones de eficiencia, que no sean de aplicaci¨®n al conjunto del colectivo de estudiantes universitarios que justifiquen estos cambios en los requisitos acad¨¦micos exigibles para acceder y mantener la condici¨®n de becario y s¨ª, por el contrario, encontramos en estas medidas argumentos de clara orientaci¨®n ideol¨®gica a favor del adelgazamiento del gasto p¨²blico universitario que, por su planteamiento, favorecer¨¢ la exclusi¨®n social y acentuar¨¢ la inequidad distributiva.
La imagen anterior muestra c¨®mo se va a mover Espa?a en el mapa de pa¨ªses de la OCDE como consecuencia de la aplicaci¨®n de los dos decretos mencionados: incremento de las tasas y reducci¨®n de las becas. N¨®tese que en los pa¨ªses con un modelo distinto al europeo, los anglosajones, la cobertura de estudiantes con becas y ayudas supera el 75%. Como puede verse, Espa?a se alejar¨¢ del comportamiento de los pa¨ªses europeos continentales avanzados, realizando un menor esfuerzo p¨²blico total y una menor cobertura de becas y ayudas al estudio, en sentido opuesto a lo que requiere el imprescindible cambio de modelo econ¨®mico: captaci¨®n e inversi¨®n en talento, venga de donde venga, incluso aunque se encuentre en j¨®venes de familias con bajo nivel de renta.
Juan Hern¨¢ndez Armenteros es profesor de la Universidad de Ja¨¦n y Jos¨¦ Antonio P¨¦rez Garc¨ªa, de la Universidad Polit¨¦cnica de Valencia. Ambos son expertos en financiaci¨®n universitaria.
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