¡°La discapacidad no consiste en estar roto, sino solo¡±

¡°Si quiere usted saludarme, me tiene que tocar la mano¡±. La silla de ruedas de Philippe Pozzo, tetrapl¨¦jico desde hace 20 a?os por un accidente de parapente, la empuja Abdel Sellou, un argelino disparatado y divertido. Casi al segundo, uno sabe que tiene delante una pareja formidable. Por su naturalidad, su manera de hablar, de dirigirse uno al otro, por sus risas, su humor negro, su generosidad y, por encima de todo, su inquebrantable amistad. Pozzo y Sellou son los personajes reales que inspiraron la pel¨ªcula Intocable, que, dirigida por Eric Toledano y Olivier Nakache, se ha convertido en uno de los mayores ¨¦xitos del cine en el mundo entero. Basado en el libro escrito por el propio Pozzo, un hombre de familia noble procedente de C¨®rcega, el filme narra la relaci¨®n entre un tetrapl¨¦jico y su cuidador a lo largo de 10 a?os. Hoy, los dos contar¨¢n su experiencia ante m¨¢s de 2.500 j¨®venes en un encuentro que la ONG Lo que de Verdad Importa celebra en Madrid.

Si lo que se ve en el filme sorprende, en la realidad apabulla. La lecci¨®n que ofrecen estos dos tipos ser¨¢ dif¨ªcil de olvidar. ¡°Los dos ten¨ªamos que ganar, nos necesit¨¢bamos¡±, dicen casi al un¨ªsono. ¡°Bueno, t¨² me necesitas m¨¢s que yo a ti, tengo piernas que funcionan¡±, a?ade r¨¢pido Sellou (41 a?os), ante la risa descarada y divertida de Pozzo (61). Es un verdadero e inteligente duelo plagado de barbaridades, puyas, bromas y risotadas, pero el fondo es el canto m¨¢s verdadero a la amistad y la admiraci¨®n mutua.

¡°?l era un chico malo, con un pasado cargado, pero ese no era mi problema¡±, cuenta Pozzo, un antiguo patr¨®n de una gran empresa francesa, al explicar c¨®mo contrat¨® a Sellou tras dos a?os hospitalizado y la casi inmediata muerte de su primera mujer, enferma de c¨¢ncer. La segunda, una marroqu¨ª guapa de nombre Khadija, con la que vive en Esauira desde hace nueve a?os, es la que en el almuerzo le va dando de comer y de beber en un vaso con pajita. ¡°Si delante tienes una persona excepcional, la vida se convierte en excepcional¡±, asegura Sellou, hoy casado tambi¨¦n con una mujer marroqu¨ª, padre de tres hijos y dedicado a la cr¨ªa de pollos en Argelia.

Le deben mucho a la pel¨ªcula y lo saben. ¡°Se cuenta una gota de la realidad¡±. ¡°Fue mucho mejor¡±. ¡°No hay nada de id¨ªlico en ella¡±. ¡°Hoy la sociedad est¨¢ basada ¨²nicamente en la satisfacci¨®n de los placeres¡±. ¡°Al final lo ¨²nico importante es reconciliar lo que siente cada uno con lo que propone la sociedad¡±. ¡°Nunca hay que esconder la fragilidad, la dependencia y la diferencia¡±. Las frases y reflexiones van surgiendo indistintamente en cada uno de los campos de juego, mientras van cayendo los platos uno tras otro con verdadera satisfacci¨®n y apetito.

Las palabras m¨¢s bonitas que salen de la voz de Pozzo, hombre curioso que irradia un cinismo y optimismo envidiables, tienen nombre de mujer. Beatriz, su primera esposa: ¡°El optimismo me lo inculc¨® ella. Mi verdadera discapacidad empez¨® con su muerte, porque la discapacidad no consiste en estar roto, sino en estar solo¡±. De Khadija, su actual compa?era: ¡°La conoc¨ª en Marruecos un d¨ªa que me desmay¨¦. Todo el mundo huy¨®, menos ella, que se qued¨® a mi lado y me ofreci¨® mermelada de higos. Me tom¨¦ el bote entero admirando su rostro, mientras me despertaba¡±.