Insumisi¨®n y turismo farmac¨¦utico contra el euro por receta

En apenas 10 d¨ªas, la implantaci¨®n del euro por receta en Madrid ha tenido un doble efecto: el primero, la negativa a pagar, como se constata porque el n¨²mero de formularios repartidos para declararse insumiso ante la medida ¡ª¡°los suficientes¡±, seg¨²n la Consejer¨ªa de Sanidad¡ª se hayan agotado, como inform¨® ayer el Colegio Oficial de Farmac¨¦uticos de Madrid. Este organismo cifr¨® en miles las insumisiones en la primera semana del a?o. La otra es que algunos usuarios, sobre todo de zonas lim¨ªtrofes, han empezado a acudir a otra comunidad con sus recetas: as¨ª consiguen el f¨¢rmaco, pero sin el sobrecoste.

Francisco Barona es un ejemplo. Pensionista de 70 a?os, sal¨ªa ayer de una farmacia en Azuqueca de Henares (Guadalajara) con dos bolsas llenas. Vive en Alcal¨¢ de Henares, a unos 14 kil¨®metros, pero se desplaza hasta el municipio castellano manchego para ahorrarse el coste del euro por receta. El Gobierno central tiene previsto recurrir la medida hoy ante el Tribunal Constitucional.

Aunque llegaba con 21 prescripciones azules en el bolsillo, Barona compr¨® 13 medicamentos que le costaron 12,80 euros. Sagrario Ortega, la responsable del establecimiento, le explic¨® que no ten¨ªan todos los f¨¢rmacos; tendr¨¢ que volver otro d¨ªa. ¡°Cuando me avisen¡±, suspira apoyado en su muleta. Reci¨¦n operado de rodilla, no es la cojera lo que duele, sino tener que pagar m¨¢s: ¡°Es una verg¨¹enza que tenga que venir hasta aqu¨ª y sumar, a la desgracia personal, la monetaria¡±.

Para llegar a Azuqueca, Barona toma el tren de cercan¨ªas. En Madrid se habr¨ªa gastado, solo por la nueva tasa, 13 euros que, sumados a los ocho euros que paga como tope por el copago farmac¨¦utico aplicado a los pensionistas, dar¨ªan 21. M¨¢s de doble, y como el abono transporte le cuesta cuatro euros al mes... As¨ª hace econom¨ªas este antiguo escayolista con poco m¨¢s de 600 euros de pensi¨®n. Los medicamentos, asegura, son para su mujer, de 69 a?os y afectada por m¨²ltiples dolencias. Ayer compr¨® un protector g¨¢strico, paracetamol y f¨¢rmacos contra la hipertensi¨®n y la osteoporosis.

Algunas farmacias han detectado aumentos en los primeros d¨ªas de 2013

Como Barona, otros se han iniciado el turismo farmac¨¦utico. Aunque a¨²n es pronto para tener datos fiables, en algunas farmacias de Azuqueca se habla de una subida del 5% de clientes desde que comenz¨® el a?o. Todos de Madrid. ¡°El boom ha sido esta semana¡±, afirmaban ayer Sonsoles y Noelia, que despachaban en la farmacia situada a unos 200 metros de la estaci¨®n del cercan¨ªas. ¡°En este tiempo hemos recibido una media diaria de 20 personas de Madrid; la mayor¨ªa de 40 a?os para arriba¡±. Aseguran que la mayor¨ªa son enfermos cr¨®nicos. Entre los medicamentos m¨¢s demandados por este grupo est¨¢n el ansiol¨ªtico Orfidal o el anticoagulante Sintron.

En cambio, la Consejer¨ªa de Sanidad de Castilla-La Mancha piensa que el impacto de este turismo farmac¨¦utico ser¨¢ m¨ªnimo. El propio consejero, Jos¨¦ Ignacio Ech¨¢niz, rest¨® ayer importancia a este efecto frontera farmac¨¦utico. ¡°Creemos que desaparecer¨¢ pronto, como ocurri¨® en el caso de Arag¨®n y Catalu?a [primera autonom¨ªa en aplicar el euro por receta]¡±, asegur¨® el consejero. Mientras, tendr¨¢n que asumir el coste: no hay un mecanismo de compensaci¨®n entre autonom¨ªas, cada una paga por los f¨¢rmacos que dispensa. El Consejo Regional de Colegios Farmac¨¦uticos de Castilla-La Mancha (Cofcam) desconoce a¨²n si las ventas han aumentado en determinadas localidades lim¨ªtrofes con Madrid. Lo sabr¨¢n cuando se cierre la facturaci¨®n del mes.

Susana G¨®mez, farmac¨¦utica en Aranjuez opina: ¡°Todos somos iguales, no es normal que en una distancia de cinco kil¨®metros un ciudadano tenga que pagar m¨¢s por lo mismo¡±. De momento, en su farmacia no ha notado una ca¨ªda de ventas, pero s¨ª nota que la gente pregunta mucho, que est¨¢ inquieta. Para G¨®mez, trasladarse a localidades de Castilla-La Mancha es un cl¨¢sico de la picaresca. ¡°Lo que te ahorras en medicinas lo gastas en gasolina; adem¨¢s, pierdes a tu farmac¨¦utico de confianza, que te conoce y que se puede sentir molesto¡±, explica.

Su colega Juan Mateo Garc¨ªa est¨¢ al otro lado de la frontera, en Sese?a (Toledo). De momento no nota m¨¢s afluencia, aunque reconoce que al estar tan cerca de Madrid, siempre ha habido mucho trasvase. Para ¨¦l, esto es un fallo de las autonom¨ªas: ¡°Crean grandes desigualdades¡±. En cambio, en Encinas Mart¨ªnez, una de las farmacias de Nueva Sese?a, aseguran que s¨ª han notado un aumento de clientes desde Madrid en los primeros d¨ªas del a?o. De hecho, vecinos de Aranjuez afirman que pacientes con enfermedades cr¨®nicas est¨¢n empezando a comprar sus medicamentos en la localidad toledana de Ont¨ªgola, a menos de cinco kil¨®metros.

Mar¨ªa Teresa ?lvarez regenta la ¨²nica farmacia de ese pueblo. Asegura que est¨¢ notando un incremento de clientes llegados del municipio madrile?o de Aranjuez, lo que le satisface solo hasta cierto punto: ¡°Tampoco quiero que me avasallen, porque la venta es dinero que tengo que adelantar yo y que luego paga la consejer¨ªa¡±. Cuenta que hace unos d¨ªas un pensionista de Aranjuez fue a comprar medicamentos, pero no se los llev¨®; no le compensaba. Una de las medicinas costaba 12 euros; en Madrid pagar¨ªa un m¨¢ximo de ocho por ser pensionista y en Castilla-La Mancha pagan un 10% de todos ellos, aunque luego se le devuelva todo lo que supere ese importe.

A Francisco Barona s¨ª le compensa cruzar la frontera cada vez que su mujer necesite medicamentos. Ni los colegios de farmac¨¦uticos ni la Junta de Castilla-La Mancha piensan que casos as¨ª vayan a abundar. De momento, lo m¨¢s acuciante para los boticarios es que funcione el sistema inform¨¢tico que registra el tope de pago de los usuarios con receta, y que en Madrid no funciona.

En Alcal¨¢ de Henares, la ciudad de Barona, un boticario calcula que ¡°los clientes habr¨¢n descendido un 5% como mucho¡±. Resta importancia a la amenaza de fuga: ¡°No todos tienen ganas de cruzar a Castilla-La Mancha. Es cansado andar de un lado para otro; para eso hay que tener vitalidad¡±.