Un a?o negro para los rinocerontes: sube un 50% el furtivismo

En solo cinco a?os, el furtivismo contra los rinocerontes se ha disparado. En Sud¨¢frica, el pa¨ªs con la mayor poblaci¨®n, ha pasado de 13 animales cazados ilegalmente en 2007 a 668 en 2012, seg¨²n los datos que public¨® la semana pasada el Gobierno sudafricano. En el ¨²ltimo a?o, el aumento de animales abatidos ilegalmente fue del 49%. Ni el despliegue del Ej¨¦rcito en el Parque Kruger frena el furtivismo, alimentado por la demanda de Vietnam, donde a los cuernos se les atribuye ¡ªsin base cient¨ªfica¡ª propiedades antitumorales y alucin¨®genas.

La poblaci¨®n de rinocerontes, en recuperaci¨®n desde hace un siglo, ha llegado al punto en el que ya casi se cazan tantos ejemplares como nacen, seg¨²n explica por tel¨¦fono Richard Thomas, portavoz de la ONG Traffic, que lucha contra el comercio ilegal de especies: ¡°Ya est¨¢ cerca de un punto de inflexi¨®n¡±. La causa es la r¨¢pida y concentrada demanda desde Vietnam (mientras que los colmillos de elefante son apreciados en buena parte de Asia, desde China a Tailandia). Tanto, que el pasado 10 de diciembre los dos pa¨ªses firmaron un acuerdo para combatir el tr¨¢fico.

Seg¨²n Thomas, ¡°hay bandas criminales involucradas en el tr¨¢fico. Buena parte sale a Vietnam a trav¨¦s de Mozambique, a menudo en peque?os paquetes dentro de maletas¡±.

Los pa¨ªses africanos se muestran impotentes ante estas bandas. Sud¨¢frica ha movilizado incluso al Ej¨¦rcito y el a?o pasado fueron detenidas 267 personas por caza furtiva de rinocerontes. Aun as¨ª, la enormidad del terreno hace muy dif¨ªcil perseguirlo incluso en un parque nacional. En el Kruger ¡ªcuya superficie es algo mayor a la de la provincia de Zaragoza¡ª fueron abatidos 425 ejemplares

En ?frica, el furtivismo est¨¢ pasando de ser un problema ambiental a uno con implicaciones geopol¨ªticas. No es solo por la p¨¦rdida de la fuente de ingresos que suponen los animales emblem¨¢ticos, sino que bandas armadas y muy violentas buscan marfil para enviar ilegalmente a Asia.

Lee White, director de la agencia de Parques Nacionales de Gab¨®n, explicaba en septiembre en un congreso en Corea: ¡°Cada ma?ana temo llegar a la oficina y ver los mensajes. El otro d¨ªa hab¨ªa 40 elefantes abatidos a los que les hab¨ªan quitado la cabeza con una sierra mec¨¢nica. Adem¨¢s, han empezado a dispararnos y hemos tenido que movilizar el Ej¨¦rcito¡±. Camer¨²n, por ejemplo, ha denunciado la llegada de milicias desde el Chad y Sud¨¢n para abatir 450 elefantes solo por sus colmillos.

Las incautaciones de colmillos y cuernos de rinoceronte en las aduanas crecen a ritmo vertiginoso, prueba de que el tr¨¢fico es cada vez mayor. Un informe de la ONG ecologista WWF publicado en diciembre se?ala que el tr¨¢fico de especies protegidas mueve ya 14.000 millones de euros al a?o y que se ha convertido en una amenaza para la seguridad nacional en muchos de estos pa¨ªses. Seg¨²n el informe, las redes criminales perciben este tr¨¢fico como ¡°de gran beneficio y bajo riesgo¡±.