Sus secretos a cambio de un embarque r¨¢pido

En Estados Unidos ya se est¨¢ haciendo: los viajeros con pasaporte americano de ciertas aerol¨ªneas que viajan entre algunos aeropuertos tienen la opci¨®n (siempre voluntaria) de dar informaci¨®n adicional sobre su vida a cambio de un pasaje expr¨¦s por el control de seguridad. Son los privilegios que da obtener el sello de ¡°pasajero conocido¡± o ¡°pasajero de fiar¡±.

?Ahora, la mayor asociaci¨®n de aerol¨ªneas del mundo (IATA) est¨¢ proponiendo extender la iniciativa de los programas trusted passenger por todo el mundo. Pero ?estar¨ªamos dispuestos en Europa a dar informaci¨®n adicional sobre nuestras vidas si eso nos permitiera ahorrarnos la tediosa ceremonia del miedo a un nuevo 11-S?

S¨ª. Seg¨²n una encuesta efectuada en todo el mundo por la IATA, el 73% de los pasajeros dar¨ªa m¨¢s informaci¨®n a cambio de agilizar ese proceso. Entre los viajeros de negocios que vuelan 10 veces al mes o m¨¢s, esa cifra aumenta a un 85%. ¡°Es un n¨²mero muy alto que nos hace pensar que este tipo de programas ser¨ªan muy populares¡±, comentan desde la asociaci¨®n de aerol¨ªneas. En Estados Unidos, la Travel Security Association (TSA) hizo una encuesta por la que se conoci¨® que la mitad de los ciudadanos americanos estar¨ªan incluso dispuestos a pagar 150 d¨®lares (112 euros) al a?o por pertenecer a un programa similar.

Blandiendo el hartazgo de los viajeros como mejor motivo la IATA ha comenzado a proponer la implantaci¨®n y generalizaci¨®n mundial del intercambio de m¨¢s informaci¨®n para lograr un tiempo de espera menor. A principios de diciembre, esta influyente asociaci¨®n celebr¨® en su sede de Ginebra una jornada de revisi¨®n del estado de la industria a¨¦rea. En ella se habl¨® de c¨®mo ser¨¢n ¡°los controles de seguridad del futuro¡±, que pretenden reducir colas y estr¨¦s en el aeropuerto e internacionalizar el concepto del ¡°pasajero de fiar¡± que ya se est¨¢ aplicando en Estados Unidos, no sin pol¨¦mica, desde octubre de 2011. Se incluye en un programa llamado Pre Check. La IATA est¨¢ trabajando codo con codo junto con Gobiernos de todo el mundo para promover su implantaci¨®n. Aseguran que han hablado tambi¨¦n con la Comisi¨®n Europea y que ¡°la respuesta de algunos de sus miembros ha sido alentadora¡±.

Los Gobiernos decidir¨ªan qu¨¦ datos han de pedir a sus ciudadanos

IATA asegura que, siempre y cuando se mantengan como programas voluntarios, estas medidas no agreden la intimidad de los viajeros. ¡°Si los pasajeros est¨¢n preocupados por ella o por la seguridad de sus datos elegir¨¢n no participar. Adem¨¢s, IATA ha lanzado una propuesta pero es cada Gobierno quien ha de llevarla a cabo¡±, dice Kenneth Dunlap, director de seguridad de la IATA. Son ellos los que decidir¨¢n qu¨¦ informaci¨®n es necesario recopilar para lograr el pasaje expr¨¦s en el control de seguridad.

Pocos viajeros desconocen ya los detalles del proceso: los l¨ªquidos, a una bolsa transparente; ?el ordenador? ?fuera de la maleta y de su funda!; por supuesto, nada de metal en los bolsillos; cinturones fuera y cierto tipo de calzado tambi¨¦n habr¨¢ que quit¨¢rselo. Luego, con el DNI entre los dientes y haciendo malabares con las bandejas y la maleta toca hacer cola y guardar el equilibrio entre otros pasajeros (tan atolondrados como t¨²) y esperar el turno para pasar por el detector de metales. Si hay suerte y pasan sin que les cacheen o les revisen la maleta solo quedar¨¢ vestirse, rehacer la maleta y rezar por no haber perdido nada en el proceso.

La asociaci¨®n que promociona este sistema asegura que el 73% lo acepta

Pero, ?qu¨¦ parte de este mal trago se ahorrar¨ªan los pasajeros de fiar? ¡°Una vez que hayan sido admitidos en el programa (eso quiere decir que han sido preseleccionados por las autoridades designadas por el Gobierno) podr¨¢n pasar por un esc¨¢ner veloz en el aeropuerto. Ese ¡°pasajero conocido¡± no tendr¨¢ que quitarse los zapatos, abrigo, ordenador etc¨¦tera, pero estas son decisiones sobre las que el responsable de seguridad de cada Gobierno tiene la ¨²ltima palabra¡±, dice Kenneth Dunlap. O sea, son los Gobiernos quienes deciden qu¨¦ personas o caracter¨ªsticas han de tener dichos pasajeros. Las encuestas llevadas a cabo por IATA muestran que introducir un esc¨¢ner veloz para pasajeros conocidos en un aeropuerto como Barajas podr¨ªa mejorar la productividad de los puestos de control en un 30%.

La tragedia del 11-S forz¨® la creaci¨®n de este gran cuello de botella en los aer¨®dromos de todo el mundo del que a¨²n no nos hemos podido librar. Si antes de los atentados los controles globales permit¨ªa en acceso de 350 pasajeros por hora en cada fila, tras la tragedia ese n¨²mero se redujo a 149. La IATA, que es quien promociona este nuevo sistema de controles, prev¨¦ que entre 2011 y 2016 el n¨²mero de pasajeros en el mundo aumentar¨¢ en 800 millones. En mayo de 2012 el programa Pre Check ten¨ªa 420.000 miembros seg¨²n la TSA.

Pero ?qui¨¦n y c¨®mo se decide qui¨¦n es de fiar y qui¨¦n no? ?Bajo qu¨¦ criterios? ?No se trata de una discriminaci¨®n entre pasajeros de primera y pasajeros de segunda? ?No sufrir¨¢n los pasajeros, en breve, colas interminables en los controles que les llevar¨¢n a abrazar un modelo del que antes recelaban? Algunos expertos en seguridad han mostrado su preocupaci¨®n sobre las llamadas clear skins (pieles limpias), o sea, personas que se enrolan en estos programas para evitar el chequeo durante una misi¨®n terrorista. Las autoridades americanas responden que ¡°ning¨²n pasajero est¨¢ 100% libre de ser revisado de arriba abajo en los controles de seguridad imprevistos que se hacen en el aeropuerto¡±.

Hay dudas sobre la seguridad si estos pasajeros no pasan por los controles

El programa piloto Pre Check funciona en Norteam¨¦rica con un c¨®digo de barras que se a?ade al billete de avi¨®n y que acredita al pasajero. En un principio solo algunos viajeros frecuentes de las compa?¨ªas Delta y American Airlines pod¨ªan apuntarse y solo es v¨¢lido para ciudadanos americanos que vuelen entre Atlanta, Detroit, Miami y Dallas. A lo largo del a?o se ha ido extendiendo a 28 nuevos aeropuertos, todos ellos dentro de Estados Unidos. ¡°Por ahora se est¨¢ haciendo con unos pocos pasajeros y un n¨²mero limitado de aeropuertos; si se ve que funciona lo expandiremos a otros clientes y a nuevos aeropuertos¡±, apuntan desde la TSA. Los actuales viajeros seleccionados son, precisamente, los de negocios que ya gozan dentro del aeropuerto de todas las comodidades posibles.

En la TSA defienden que todos los pasajeros notar¨¢n la mejor¨ªa al haber menos personas en los controles normales, los m¨¢s cr¨ªticos dicen que la medida no har¨¢ m¨¢s seguros los aeropuertos y que ¡°convertir¨¢ al pasajero medio en un ciudadano de segunda¡±, como expresa Jeff Buske, un empresario de Las Vegas que ha lanzado al mercado calzoncillos para proteger los genitales de la radiaci¨®n y de la mirada indiscreta de ciertos esc¨¢neres de seguridad. ¡°Habr¨¢ ciudadanos de fiar y ciudadanos no fiables¡±, reitera.

La cantidad y naturaleza de la informaci¨®n que se busca no ha sido rebelada por la polic¨ªa estadounidense. Al preguntar por los criterios que se aplican para otorgar o no el pase expr¨¦s las autoridades de Estados Unidos alegan que esa es una informaci¨®n que ha de permanecer confidencial por ¡°motivos de seguridad¡±. Actualmente, las autoridades de seguridad americanas cotejan las listas de pasajeros con las listas de personas sospechosas de ser terroristas pero trabajan con muy poca informaci¨®n de los viajeros (nombres, apellidos, fecha de nacimiento y g¨¦nero). Los medios estadounidenses han criticado que cuantos m¨¢s pasajeros entren en el sistema m¨¢s recursos se necesitar¨¢n para completar toda la burocracia y que obtener el pase expr¨¦s puede llegar a ser demasiado lento.

Para conocer un poco m¨¢s sobre los entresijos de este programa una periodista del Huffington Post trat¨® de ahondar en los criterios de selecci¨®n en un reportaje. Andrea Stone explic¨® c¨®mo logr¨® obtener el pasaje expr¨¦s de un programa similar que existe en EE UU desde 2008 llamado Global Entry. ¡°Me denegaron la suscripci¨®n a Pre Check porque no ten¨ªa acumuladas suficientes millas con ninguna aerol¨ªnea¡±, comenta.

Una periodista quiso apuntarse: le cobraron 120 euros por el tr¨¢mite

¡°El proceso fue relativamente f¨¢cil¡±, afirma la reportera. ¡°Por supuesto, cada viajero tendr¨¢ una experiencia diferente basada en sus h¨¢bitos viajeros. Como periodista he estado en distintas zonas de guerra y pa¨ªses donde Al Qaeda, Ham¨¢s y otras organizaciones terroristas han estado activas y ten¨ªa inter¨¦s en saber si mi solicitud pulsar¨ªa la alerta roja, pero si me hicieron un escrutinio extra entre bambalinas nadie me lo quiso hacer notar¡±, comenta Stone.

La solicitud comienza en Internet donde el candidato es preguntado por los datos comunes para cualquier visado: lugar de nacimiento, empleo, as¨ª como el historial viajero en los ¨²ltimos cinco a?os. ¡°Tras certificar que lo que hab¨ªa escrito era verdad me hicieron pagar 100 libras (119 euros)¡±. Dos semanas m¨¢s tarde Stone fue citada en el aeropuerto de Dulles para una entrevista que dur¨® unos 20 minutos. ¡°Como nunca he sido detenida en una aduana, parec¨ªa que el polic¨ªa no ten¨ªa mucho que preguntar¡±. Despu¨¦s le tomaron las huellas digitales de cuatro dedos, que ser¨ªan posteriormente cotejadas con las bases de datos del FBI y la National Agency and Criminal Investigation y poco m¨¢s tarde le notificaron que hab¨ªa sido aceptada.

La propuesta de IATA contempla varios niveles en los datos que se han de compartir. Hasta qu¨¦ punto se indagar¨¢ sobre la vida privada ser¨¢ decisi¨®n de los Gobiernos. En un nivel menor de intromisi¨®n se contempla la posibilidad de compartir la informaci¨®n de tu pasaporte con Gobiernos que no son el tuyo. La diferencia con el proceso actual es que en caso de compartir tu informaci¨®n con otros Estados, el Gobierno del lugar de destino te conoce antes de llegar a su territorio, en vez de lidiar con la identidad del pasajero una vez en la aduana.

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