El consumo de somn¨ªferos y sedantes supera al del cannabis por primera vez

El consumo de somn¨ªferos y tranquilizantes se ha disparado en los ¨²ltimos a?os en Espa?a. El porcentaje de personas que ha tomado estos f¨¢rmacos hipnosedantes ¡ªdesde el Lexat¨ªn al Tranquimaz¨ªn o el Stilnox¡ª ha pasado del 5,1% en 2005 a un 11,4% en 2011, seg¨²n la ¨²ltima Encuesta sobre Alcohol y Drogas en la Poblaci¨®n General en Espa?a (EDADES) del Ministerio de Sanidad. Estas sustancias legales ¡ªde venta con receta¡ª se han convertido, junto con el alcohol y el tabaco, en la droga m¨¢s usada, por delante del cannabis (un 9,6% la ha tomado en el ¨²ltimo a?o). Un cambio que, aunque las autoridades se resisten a achacar directamente a la crisis, llega paulatinamente de su mano, seg¨²n los expertos. La situaci¨®n econ¨®mica y la incertidumbre llevan cada vez a m¨¢s personas a recurrir a estos f¨¢rmacos para aliviar su ansiedad, advierten. Solo el 1,2% los toma sin prescripci¨®n m¨¦dica.

Los hipnosedantes, adem¨¢s, son las ¨²nicas sustancias cuyo uso aumenta. El consumo de alcohol, tabaco, coca¨ªna o cannabis ha decrecido ¡ªaunque ligeramente¡ª en los ¨²ltimos dos a?os, seg¨²n los datos del estudio bianual Edades presentado hoy, que analiza las respuestas de 22.180 personas de entre 15 y 64 a?os. Un descenso que el delegado del Plan Nacional sobre Drogas, Francisco Bab¨ªn, atribuye a las campa?as de prevenci¨®n y a un mayor control. Jos¨¦ Luis Rabad¨¢n, uno de los responsables de la Uni¨®n Espa?ola de Asociaciones y Entidades de Atenci¨®n al Drogodependiente (Unad), apunta tambi¨¦n razones relacionadas con la crisis: ¡°Cada vez hay menos dinero para comprar drogas. Eso, adem¨¢s, est¨¢ generando un cambio en su consumo hacia sustancias m¨¢s econ¨®micas, que a¨²n no se mide¡±.

Pero el aumento del uso de tranquilizantes y somn¨ªferos, recalca el especialista en Salud P¨²blica Rafael Guayta, no supone un nuevo patr¨®n de consumo de abuso. ¡°Estamos ante un fen¨®meno reactivo, no ante un cambio de apetencia¡±, dice este experto, responsable durante a?os del Observatorio de Medicamentos de Abuso del Colegio de Farmac¨¦uticos de Barcelona. ¡°Es un patr¨®n arm¨®nico que se da en situaciones de crisis, como la actual. Han aumentado las presiones estresantes externas que recibe el individuo, y eso se traduce en el binomio depresi¨®n-ansiedad¡±, indica.

Los hipnosedantes rompen el patr¨®n del resto de las drogas, cuyo uso es mayor en j¨®venes y en hombres. El consumo de somn¨ªferos y tranquilizantes se dispara a partir de los 35 a?os, y es la ¨²nica sustancia en la que el porcentaje de consumidoras es mayor ¡ªel 15,3% de mujeres la han tomado en el ¨²ltimo a?o, frente al 7,6% de los hombres¡ª. Algo que se explica, seg¨²n Antonio Cano, presidente de la Sociedad Espa?ola de Ansiedad y Estr¨¦s (SEAS), porque la prevalencia de la ansiedad y la depresi¨®n es superior en las mujeres. ¡°Duplican a los hombres en estos trastornos emocionales¡±, dice. Adem¨¢s, ellas piden consejo m¨¦dico m¨¢s habitualmente.

Los orfidales y los lexatines son legales y de uso te¨®ricamente controlado (receta m¨¦dica). ?Se puede hablar entonces de abuso? Los expertos creen que s¨ª. Coinciden en que se est¨¢ dando cierta inercia terap¨¦utica al prescribirlos. ¡°La gente tiene cada vez m¨¢s dificultades para pagar la hipoteca, para acabar el mes o encontrar trabajo. Eso genera una ansiedad tremenda, y el principal tratamiento para esos problemas psicosociales es tristemente de tipo farmacol¨®gico. Pero esto no se resuelve con medicamentos¡±, dice.

Estos f¨¢rmacos, adem¨¢s, no son inocuos. Su uso continuado, explica Luis Bononato, del Proyecto Hombre, genera mucha dependencia. Un riesgo que la mayor¨ªa de la sociedad a¨²n no percibe, seg¨²n explica Rabad¨¢n, m¨¦dico. ¡°Son sustancias que est¨¢n socialmente muy aceptadas. Nadie pasa apuros por decir en su entorno que toma pastillas para dormir, por ejemplo. Muchas veces no se consideran una droga y no se le da importancia; pero lo son, y dejarlas produce s¨ªndrome de abstinencia¡±, apunta. Lourdes (nombre supuesto) lo sufri¨®. Llevaba cinco a?os tomando somn¨ªferos con prescripci¨®n m¨¦dica cuando se qued¨® embarazada. ¡°Lo dej¨¦ de golpe y lo pas¨¦ fatal. Tuve insomnio, ataques de ansiedad...¡±, cuenta. Al final, el m¨¦dico opt¨® por volver a recetarle otro f¨¢rmaco; uno compatible con su embarazo y en bajas dosis.

Bab¨ªn cree que las cifras espa?olas de estas sustancias son importantes. Sin embargo, como contrapunto pone el ejemplo de su uso en Estados Unidos, donde la poblaci¨®n que consume hipnosedantes es el doble que en Espa?a. Pero aunque la radiograf¨ªa de Sanidad no lo muestra, Espa?a est¨¢ a la cabeza de los pa¨ªses de la OCDE en uso de somn¨ªferos y tranquilizantes: se consumen 51,9 dosis diarias de ansiol¨ªticos (relajantes) por cada 1.000 habitantes; frente a las 24,1 dosis de la media de 18 pa¨ªses; y 26,8 dosis diarias de hipn¨®ticos y sedantes (para dormir) por cada 1.000 habitantes frente a las 24,9 dosis de media de la OCDE. Datos preocupantes, seg¨²n el presidente de la SEAS, que indica que las cifras no han cesado de aumentar en los ¨²ltimos 10 a?os.

Alcohol, tabaco y cannabis

En los datos que analizan resto de sustancias, los patrones de Espa?a son similares al del resto de pa¨ªses. La sustancia m¨¢s consumida sigue siendo el alcohol: un 76,6% de los ciudadanos ha tomado bebidas alcoh¨®licas en los ¨²ltimos 12 meses. Despu¨¦s, el tabaco: un 40,2%. El n¨²mero de personas que ha fumado en los ¨²ltimos 12 meses ha bajado un 2% desde la encuesta anterior (periodo 2009/2010). La encuesta EDADES muestra tambi¨¦n que el consumo de coca¨ªna ha disminuido. Los ciudadanos que la han tomado en los ¨²ltimos 12 meses ha pasado del 3% en 2005 al 2,2% en 2011. Aunque, como ha recordado Francisco Bab¨ªn Espa?a sigue a la cabeza de la Uni¨®n Europea en consumo de coca¨ªna.

El uso de cannabis, sobre todo el experimental, tambi¨¦n baja. El 9,6% lo han consumido en los ¨²ltimos 12 meses, un 1% menos que en el periodo anterior. El porcentaje de consumidores j¨®venes de esta sustancia supera al de mayores: el 8,2% de los ciudadanos entre 15 y 17 a?os la ha tomado en los ¨²ltimos 30 d¨ªas frente al 7% de personas de entre 18 y 64. Y aunque el consumo de cannabis decrece, la percepci¨®n de los riesgos asociados a su uso no lo hace. ¡°Los datos muestran, adem¨¢s, el tabaco se considera m¨¢s peligroso que el cannabis; a pesar de que no hay ninguna evidencia cient¨ªfica de ello¡±, ha insistido Bab¨ªn.