Cantabria se enfrenta a Industria y planta cara a la fractura hidr¨¢ulica

¡°La tierra sangra, carro?eros¡±. As¨ª resume Manuel L¨®pez su batalla contra el fracking, una controvertida t¨¦cnica de extracci¨®n de gas por su posible efecto negativo en el medio ambiente. L¨®pez es t¨¦cnico medioambiental santanderino, Daniel Gonz¨¢lez es ingeniero de Obras P¨²blicas y vive en el valle de Cabu¨¦rniga y ?ngel Saiz es alcalde de Villacarriedo, un pueblo pasiego. Solo les une un objetivo: que se proh¨ªba esta pr¨¢ctica en Cantabria, su tierra, y en toda Espa?a. Su campa?a ha servido para que el Parlamento regional tramite una ley que prohibir¨¢ el empleo de esta t¨¦cnica en abierta contradicci¨®n con la posici¨®n defendida desde el Ministerio de Industria, que anima su desarrollo.

Tan solo en esta peque?a autonom¨ªa del norte se han concedido, desde 2011, seis permisos de exploraci¨®n de hidrocarburos: cinco de Industria y uno del Gobierno del anterior presidente, el regionalista Miguel ?ngel Revilla. En Espa?a, Industria ha entregado 400.000 hect¨¢reas ¡ªla mayor¨ªa en la cuenca del Ebro¡ª a 22 empresas para el mismo fin.

El fracking, fractura hidr¨¢ulica en castellano, se utiliza para obtener un tipo de gas llamado de pizarra o shale gas, que no est¨¢ en bolsas sino en peque?as burbujas incrustado en la roca, a unos 2.000 metros de profundidad. Para sacarlo se inyectan enormes cantidades de agua ¡ªentre 7 y 15 millones de litros¡ª mezcladas con arena y sustancias qu¨ªmicas a alta presi¨®n, de tal manera que la roca se fractura y las burbujas de gas quedan liberadas.

En Cantabria se han otorgado seis permisos que afectan a un tercio del territorio

Tras meses de protestas en la regi¨®n, el Gobierno de?Ignacio Diego (PP) elabor¨® el pasado diciembre un anteproyecto de ley para prohibir esta t¨¦cnica que ahora entra al debate parlamentario. Seg¨²n el Ejecutivo, en dos o tres meses ser¨¢ aprobada, lo que convertir¨¢ a Cantabria en la primera comunidad que veta una pr¨¢ctica que el ministro de Industria, Jos¨¦ Manuel Soria, ha defendido en m¨¢s de una ocasi¨®n. ¡°El Gobierno continuar¨¢ autorizando las extracciones de gas no convencional a trav¨¦s de la t¨¦cnica del fracking, siempre que se cumplan las cautelas medioambientales y la normativa europea¡±, declar¨® en diciembre en el Congreso.

El Gobierno c¨¢ntabro tiene en vilo a las compa?¨ªas con intereses en la comunidad, que han advertido de que se perder¨¢n 100 millones de euros. ¡°Nadie va a realizar una inversi¨®n si no tiene garant¨ªas de que no la pueda rentabilizar¡±, dice Margarita Hernando, secretaria general de la Asociaci¨®n Espa?ola de Compa?¨ªas de Investigaci¨®n, Exploraci¨®n, Producci¨®n de Hidrocarburos y Almacenamiento Subterr¨¢neo (Aciep). ¡°Industria otorga un permiso de investigaci¨®n para buscar hidrocarburos, pero no especifica con qu¨¦ t¨¦cnica; nosotros, con la nueva ley, decimos que se podr¨¢ investigar pero no mediante fracking¡±, aclara el consejero de Medio Ambiente, Javier Fern¨¢ndez, quien recuerda que las autonom¨ªas pueden regular aspectos medioambientales.

La Aciep indica, sin embargo, que solo mediante fracking se puede extraer este tipo de gas. ¡°No creo que haya una seguridad suficiente para que las compa?¨ªas inviertan en Cantabria¡±.

La?Asamblea Antifracking a¨²n mira el futuro con recelo. ¡°Debe prohibirse en toda Espa?a, el agua no entiende de fronteras y si se contamina un acu¨ªfero, se contamina para todos¡±, explica Gonz¨¢lez. Desde el Gobierno c¨¢ntabro no se contempla, sin embargo, exportar su iniciativa. ¡°Para nosotros tienen m¨¢s peso los temas medioambientales que los energ¨¦ticos, pero respetamos otras decisiones¡±, replica Fern¨¢ndez.

En Cantabria, los permisos concedidos afectan a un tercio del territorio. ¡°Pero ni yo ni otros alcaldes fuimos informados hasta que nos llamaron los de la Asamblea¡±, lamenta Saiz. Esta agrupaci¨®n ha sido pionera en la lucha contra esta pr¨¢ctica. Tras un a?o de movilizaciones, muchos c¨¢ntabros conocen sus riesgos. En pueblos, comercios y casas saltan a la vista carteles y pintadas que rezan fracking no, fracking = c¨¢ncer o fracking = Cantabria finita. Unos 30 Ayuntamientos han aprobado mociones en contra y m¨¢s de 2.000 personas se manifestaron en Santander el pasado 6 de octubre.

No creo que haya una seguridad suficiente para que las compa?¨ªas inviertan en Cantabria Margarita Hernando (Acyep)

?ngel Saiz observa pacer a las vacas, enmarcadas en el verde y brumoso paisaje de Villacarriedo. Nacido all¨ª, es edil desde 1999. ¡°El 80% de nuestra econom¨ªa se basa en la ganader¨ªa¡±, explica preocupado. ¡°Si se contaminara el agua, sufrir¨ªamos p¨¦rdidas irreparables; los pozos y el ruido de camiones destrozar¨ªan el entorno y el turismo¡±.

En Shale Gas Espa?a, plataforma que agrupa a varias multinacionales petrol¨ªferas, creen que la alarma no est¨¢ justificada. ¡°No va a haber pozos detr¨¢s de cada ¨¢rbol¡±, dice su portavoz, M¨®nica Cristina. ¡°Cualquier pozo conlleva riesgos, pero trabajando con responsabilidad, podemos minimizarlos¡±. Para Shale Gas Espa?a y la Aciep, lo importante es que se conozca ¡°sin mitos ni rumores¡± el potencial de los recursos no convencionales. ¡°Espa?a importa el 99% del gas que consume, tratemos de que no aumente esa dependencia¡±, argumenta Cristina. ¡°Que se regule en vez de prohibirse¡±, reclama Hernando.

Shale Gas Espa?a y la Aciep defienden que los pozos apenas se ver¨ªan, que los aditivos qu¨ªmicos son legales y que se crear¨¢ empleo. Pero Dani, Manu y ?ngel creen que un peque?o error conllevar¨ªa un alto precio: hipotecar su inmenso patrimonio natural. Todos quieren seguir luchando ¡°hasta desterrar el fracking de Espa?a¡±, sentencia ?ngel. Como alcalde, quiere predicar con el ejemplo: ¡°Si vienen los camiones, ser¨¦ el primero en echarme a la carretera a pararlos¡±.