Bienaventurados los que donen
La salida de la pobreza de millones de brasile?os dispara las d¨¢divas a las iglesias En 2011 ingresaron unos 8.000 millones de euros, cifra similar al dinero de 15 ministerios
En el templo de la Asamblea de Dios de los ?ltimos D¨ªas localizado en S?o Jo?o de Meriti, en la periferia norte de R¨ªo de Janeiro, el pastor Marcos Pereira da Silva vocifera desde su p¨²lpito ante varias centenas de fieles. Sus gritos truenan en los altavoces como si bajasen directamente de los cielos mientras los devotos alzan las manos, cierran los ojos y repiten las letan¨ªas con el gesto de quien entra en trance. Algunos se revuelven en el suelo cuando el pastor les unge con su mano libertadora. ¡°Gloria a Dios¡±, brama el gu¨ªa espiritual, mientras entre v¨ªtores y aplausos practica una suerte de exorcismo a un adepto. Llega el momento de recaudar el diezmo, tan extendido en las iglesias evang¨¦licas brasile?as, y unos j¨®venes distribuyen sobres en los que los asistentes deben depositarlo. Los sobres rezan: ¡°Contribuci¨®n m¨ªnima: 20 reales [7,75 euros]¡±. El pastor recuerda al auditorio que Dios solo derrama su bondad sobre quienes cumplen con sus deberes econ¨®micos ante la Iglesia. S?o Jo?o de Meriti es un municipio humilde donde la renta media es de las mas bajas de R¨ªo. Pero esta noche los seguidores de Marcos Pereira depositan religiosamente sus diezmos.
¡ª?Cu¨¢nto gana usted al mes?, interroga el reportero a uno de los asistentes
¡ªAlgo m¨¢s de 1.000 reales (387 euros).
Tras la ceremonia, el reportero tiene acceso a la primera planta del templo, el reducto infranqueable donde el pastor Marcos Pereira recibe a sus allegados y a algunas visitas convenientemente filtradas. Rodeado de una docena de personas, el l¨ªder espiritual de la Asamblea de Dios de los ?ltimos D¨ªas sonr¨ªe prominentemente. Sus ojos van de un lugar a otro con la velocidad del rayo. Escucha con atenci¨®n e interviene lo justo con la autoridad de un cacique. Luce traje de chaqueta y de su mu?eca izquierda cuelga un aparatoso Rolex. Al cabo de un par de horas comenta con naturalidad: ¡°Tengo una colecci¨®n de coches antiguos maravillosa. ?Quieres verla?¡±. Uno de sus ac¨®litos conduce al periodista hasta el aparcamiento del templo, donde 17 veh¨ªculos de diverso valor se encuentran protegidos bajo fundas de lona.
¡°El cat¨®lico de Brasil es generoso con el diezmo¡±, se?ala un p¨¢rroco
En S?o Paulo, el medi¨¢tico padre Marcelo Rossi, uno de los iconos del Movimiento Carism¨¢tico de la Iglesia brasile?a, inaugur¨® recientemente el mayor templo cat¨®lico de Brasil, con capacidad para 100.000 almas. Localizado en un terreno de 30.000 metros cuadrados y proyectado por el reconocido arquitecto Ruy Ohtake, el santuario ha sido financiado por el propio Marcelo Rossi. El sacerdote, adem¨¢s de oficiar misa, canta y escribe como los mism¨ªsimos ¨¢ngeles: m¨¢s de doce millones de discos y ocho millones de libros vendidos lo convierten en una de las caras m¨¢s comerciales de la Iglesia de Roma en Brasil. En sus multitudinarias misas el sacerdote imparte la doctrina de San Pedro acompa?ado de una orquesta que termina recreando una atm¨®sfera m¨¢s pr¨®xima a un concierto para adolescentes que a una homil¨ªa.
Cada uno con su estilo, Marcos Pereira y Marcelo Rossi encarnan el vigor econ¨®mico de las religiones en Brasil. A finales de enero el rotativo brasile?o Folha de S?o Paulo desvel¨® que todas las Iglesias legalmente afincadas en el gigante sudamericano recaudaron en 2011 un total de 20.600 millones de reales (casi 8.000 millones de euros). La cantidad supera, seg¨²n el peri¨®dico, el presupuesto anual de 15 de los 24 ministerios del Gobierno de Brasilia. La cifra fue obtenida de la Agencia Tributaria brasile?a, de manera que se trata de dinero convenientemente declarado. No obstante, en un pa¨ªs donde la econom¨ªa sumergida est¨¢ a la orden del d¨ªa, cabe la posibilidad de que las iglesias recauden una cifra superior a la oficial. Tomando como referencia las cantidades declaradas, los ingresos de los templos brasile?os aumentaron casi un 12% entre 2006 y 2011. De los casi 8.000 millones de euros ingresados en 2011, m¨¢s de 5.500 tuvieron como origen la fe de los fieles (1.345 millones en concepto de diezmos y 4.187 millones en donaciones aleatorias). 1.163 millones provinieron de la venta de bienes y servicios, y 178 millones de las ganancias obtenidas de dep¨®sitos bancarios y acciones. Otras fuentes residuales acaban de completar el total. Como en Espa?a, las Iglesias brasile?as legalmente reconocidas se benefician de beneficios fiscales.
Los evang¨¦licos han sabido manejar con maestr¨ªa los medios de comunicaci¨®n
Brasil, m¨¢s all¨¢ de ser el pa¨ªs con m¨¢s cat¨®licos del mundo, representa un extraordinario mercado de la fe. Seg¨²n el Instituto Brasile?o de Geograf¨ªa y Estad¨ªstica (IBGE), solo el 8% de la poblaci¨®n declar¨® no estar adscrita a alguna religi¨®n en el censo de 2010. El mismo estudio confirma que los cat¨®licos siguen siendo mayor¨ªa en Brasil (64,6% o 123 millones de personas), aunque su imparable ca¨ªda en picado preocupa en los c¨ªrculos cat¨®licos (en 2000 contabilizaban el 73,6% de la poblaci¨®n). Mientras la doctrina de Roma atraviesa una crisis sin precedentes, las iglesias evang¨¦licas, especialmente las de origen neopentecostal, crecen como la espuma. En 1980, los evang¨¦licos representaban al 6,6% de la poblaci¨®n brasile?a y 30 a?os despu¨¦s ascend¨ªan al 22,2% (42 millones de personas). ¡°No s¨¦ si en las pr¨®ximas d¨¦cadas los cat¨®licos dejar¨¢n de ser mayor¨ªa en Brasil. Lo que s¨ª creo es que este pa¨ªs puede convertirse en breve en la mayor econom¨ªa cat¨®lica del planeta. Para ello solo tenemos que superar a Francia, y eso con las previsiones actuales no parece dif¨ªcil¡±, comenta el economista Marcelo Neri, coordinador del estudio Nuevo Mapa de las Religiones, auspiciado por la Fundaci¨®n Getulio Vargas. Neri se refiere al crecimiento de la econom¨ªa brasile?a y a las pol¨ªticas de redistribuci¨®n de la renta que han sacado a m¨¢s de 30 millones de personas de la pobreza. Seg¨²n un estudio m¨¢s reciente divulgado por el Instituto Data Popular, m¨¢s del 50% de los habitantes de las favelas ya pueden considerarse de clase media. En un pa¨ªs eminentemente religioso como Brasil, el aumento generalizado de la renta genera un aumento generalizado del consumo¡ Tambi¨¦n en las Iglesias.
Seg¨²n el padre Jo?o Geraldo Beloccio, coordinador del Centro de Cultura Religiosa de la Universidad Pontificia (PUC) de R¨ªo de Janeiro, la Iglesia cat¨®lica brasile?a est¨¢ registrando un aumento considerable de ingresos. ¡°Hoy somos m¨¢s aut¨®nomos, ya que antes depend¨ªamos mucho de las donaciones que llegaban del extranjero. Ahora podemos mantenernos con lo que ingresamos en Brasil. Nuestros cat¨®licos ten¨ªan una cierta aversi¨®n a la palabra diezmo, y aun hoy resulta dif¨ªcil hacerles entender que el diezmo es un concepto b¨ªblico. No obstante, el n¨²mero de fieles que aportan su diezmo est¨¢ aumentando y adem¨¢s el cat¨®lico brasile?o es generoso a la hora de hacer donaciones¡±, relata el sacerdote.
El obispo Macedo, con 730 millones de euros, es el pastor m¨¢s rico del pa¨ªs
El pistoletazo de salida en esta carrera por rentabilizar la fe lo dieron hace d¨¦cadas las confesiones neopentecostales. Mientras las parroquias cat¨®licas continuaban articulando un discurso mal ligado con la realidad social brasile?a, los evang¨¦licos entraron en tromba en las periferias de las grandes capitales proclamando su teolog¨ªa de la prosperidad. Las otrora clases desfavorecidas, aupadas hoy a la categor¨ªa de ¡°nueva clase media¡±, abarrotaron en poco tiempo los templos de los pastores atra¨ªdas por las promesas de progreso material inmediato. ¡°El mensaje es: colabora con Dios y ¨¦l te har¨¢ feliz. Cuanto m¨¢s des, m¨¢s recibir¨¢s de Dios. Estas sectas encuentran en Brasil el terreno abonado, ya que por un lado estamos frente a un pueblo eminentemente religioso y eminentemente cristiano, y por otro lado el ser humano es hoy m¨¢s consumista y quiere ver los resultados de su fe a corto plazo¡±, comenta el Obispo auxiliar de la Archidi¨®cesis de R¨ªo de Janeiro, Ant?nio Augusto Dias Duarte. ¡°Los pastores evang¨¦licos supieron manejar con maestr¨ªa los medios de comunicaci¨®n para predicar mientras nosotros nos quedamos en el libro de catequesis¡±, asume el padre Jo?o Geraldo.
El caso m¨¢s paradigm¨¢tico de esta mercantilizaci¨®n de la fe lo encarna el pol¨¦mico obispo Edir Macedo, l¨ªder supremo de la Iglesia Universal del Reino de Dios, una de las ramificaciones m¨¢s poderosas de las doctrinas neopentecostales en Brasil. Recientemente, la revista Forbes Brasil le otorg¨® el cuestionable privilegio de ser el pastor m¨¢s rico de Brasil, con una fortuna estimada en 950 millones de d¨®lares (730 millones de euros). Adem¨¢s de ser due?o del segundo canal de televisi¨®n m¨¢s visto en el pa¨ªs, Rede Record, su mensaje llega a la poblaci¨®n a trav¨¦s de 50 canales de televisi¨®n, 100 estaciones de radio, dos peri¨®dicos y dos imprentas. Ha vendido la friolera de 10 millones de libros, alguno de ellos muy cr¨ªticos con la Iglesia cat¨®lica y las confesiones afrobrasile?as. ¡°Es la religi¨®n del mercado, manipuladora e intransigente con otras. En mi opini¨®n existe el riesgo de que se produzca un conflicto religioso en Brasil¡±, sostiene el escritor y te¨®logo, Leonardo Boff.
Leonardo Boff cree que el catolicismo es ¡°un cuerpo extra?o¡± en Brasil
Boff, uno de los m¨¢ximos exponentes de la Teolog¨ªa de la Liberaci¨®n, opina sin ambages que ¡°la Iglesia cat¨®lica est¨¢ institucionalmente fracasada en Brasil. Ha intentado imponer un catolicismo de importaci¨®n sin entender que el catolicismo popular brasile?o es diferente del de Roma. Al final se ha convertido en un cuerpo extra?o en esta sociedad. Ahora cree que puede resolverlo entrando en la estrategia de mercado de los evang¨¦licos¡±.
Seg¨²n la tradici¨®n cristiana, el profeta Malaqu¨ªas escribi¨®: ¡°Traed los diezmos al alfol¨ª y haya alimento en mi casa¡±. El pastor de la Asamblea de Dios, Rogerio Meneses, lo tiene claro: ¡°Esta es la base b¨ªblica del diezmo, pero habr¨ªa que garantizar que esos ingresos fueran a parar a los servicios sociales que reclama el pueblo, y no al bolsillo de algunos impostores¡±.
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