In¨¦s declara por In¨¦s
La denuncia por robo de beb¨¦ de una afectada lleva a la madre adoptiva ante el juez Su testimonio es el gancho para la citaci¨®n del m¨¦dico al que se?alan m¨¢s v¨ªctimas
A punto de cumplir 90 a?os, In¨¦s P¨¦rez acudi¨® el pasado 27 de febrero a un juzgado de Almer¨ªa, donde vive, para responder a preguntas sobre la adopci¨®n de su ni?a, que recogi¨® en 1969 en la cl¨ªnica San Ram¨®n de Madrid. Su propia hija, In¨¦s Madrigal, la hab¨ªa incluido en su denuncia por robo de beb¨¦s, convencida de que fue un beb¨¦ robado, que el testimonio de su madre adoptiva es fundamental para el avance de la causa y que su decisi¨®n no tendr¨ªa consecuencias para ella dada su avanzada edad. ¡°Yo sab¨ªa que nos jug¨¢bamos que la imputaran, pero lo habl¨¦ con ella, le expliqu¨¦ lo que pod¨ªa pasar y me dijo que adelante, que ella hac¨ªa lo que tuviera que hacer¡±, explica.
La mayor¨ªa de hombres y mujeres que viven hoy con las mismas sospechas que In¨¦s Madrigal no han incluido a sus padres adoptivos en sus denuncias, es decir, no cuentan con el apoyo de un testimonio tan directo como el que s¨ª ofrece In¨¦s P¨¦rez, que en enero de 2011 reconoc¨ªa en este peri¨®dico no haber dado a luz a su hija, pese a estar inscrita como si as¨ª hubiera sido. Es una de las pocas madres adoptivas cuyos hijos sospechan ser ni?os robados que se han atrevido a hablar.
¡°Me llamaron un d¨ªa de San Ram¨®n y me dijeron que fuera al d¨ªa siguiente porque ten¨ªan una sorpresa para m¨ª. Al llegar all¨ª, el doctor [Eduardo] Vela me dijo: ¡®Mira qu¨¦ regalo. Tengo una ni?a para ti¡¯. El cura, F¨¦lix S¨¢nchez, me dijo que era de una mujer casada que se hab¨ªa quedado embarazada mientras su marido estaba fuera de la ciudad trabajando. Repiti¨® varias veces que era extreme?a, como si ser extreme?o fuera algo malo¡±, recuerda.
In¨¦s P¨¦rez trabajaba entonces de voluntaria en un convento donde ¡°madres viudas o solteras¡± dejaban a sus beb¨¦s internos mientras no pod¨ªan cuidarlos. In¨¦s acogi¨® temporalmente a dos de ellos en su casa, mientras esperaba que alguna de aquellas madres en apuros renunciara su hijo para poder adoptarlo, ya que ella y su marido no pod¨ªan tenerlos. Le hablaron entonces de la posibilidad de quedarse con el beb¨¦ ¡°de una chica muy joven, de familia bien, que se hab¨ªa quedado embarazada¡±. ¡°Los padres no quer¨ªan que lo tuviera pero la chica s¨ª. El doctor incluso me ense?¨® a fingir el embarazo: me dec¨ªa que no me pintara, que de vez en cuando hiciera como que ten¨ªa n¨¢useas y c¨®mo simular la barriga con un coj¨ªn...¡±. Finalmente, aquella adopci¨®n se frustr¨®, pero al poco tiempo la llamaron para entregarle a In¨¦s.
Era un beb¨¦ prematuro. ¡°El doctor Vela me dijo que ten¨ªa que ponerle bolsas de agua caliente en el carrito e insisti¨® mucho en que si se pon¨ªa mala no fuera a ning¨²n hospital, que le llamara a ¨¦l directamente¡±, recuerda In¨¦s. ¡°A m¨ª no me llam¨® la atenci¨®n porque pens¨¦ que era porque se trataba de un embarazo fuera del matrimonio¡±.
¡°El doctor Vela escribi¨® muchos papeles, que luego le dio a mi marido. De la cl¨ªnica salimos directos al registro. Y despu¨¦s fuimos a una tienda a comprar el carrito, la ropita... porque yo no ten¨ªa nada, claro, hab¨ªa sido una sorpresa. As¨ª se lo expliqu¨¦ todo al juez, que me dijo: ¡®S¨ª, si usted tiene todos los papeles en regla. Pero a su hija no la ha parido¡±.
¡°Luego en casa, pens¨¦ que la ni?a era prematura porque el marido de aquella se?ora habr¨ªa dicho que volv¨ªa a casa antes de tiempo y le hab¨ªan adelantado el parto para que no se enterara de nada. Naci¨® un d¨ªa 4 y a m¨ª me la dieron al 8¡±, recuerda.
Su hija In¨¦s acudi¨® ayer al juzgado para ratificar su denuncia. ¡°Yo s¨¦ que cuento con una ventaja muy importante respecto a otros casos y que puede ayudar a que avancen: el testimonio de mi madre \[adoptiva\]. Su declaraci¨®n es el gancho para que se cite a declarar al doctor Vela ¡ªal que han denunciado otras madres y posibles ni?os robados¡ª, que firma mi documentaci¨®n, falsa. Quiero que le citen, que explique por qu¨¦ falsific¨® aquella documentaci¨®n y que diga d¨®nde est¨¢, si existe, el documento de renuncia de mi madre biol¨®gica¡±.
In¨¦s P¨¦rez la apoya. ¡°A m¨ª me gustar¨ªa que mi hija encontrara a sus padres biol¨®gicos. Entiendo que les busque y la ayudar¨¦ en lo que pueda. He ido a declarar y he dicho la verdad. Ella est¨¢ convencida de que es robada. Yo siempre he cre¨ªdo que aquel cura a m¨ª me dijo la verdad¡±, zanja. ¡°Mi madre me dijo que era adoptada cuando cumpl¨ª los 18 a?os. Al ver un art¨ªculo en EL PA?S con la historia de Antonio Barroso ¡ªfundador de Anadir, una de las asociaciones de afectados por el robo de beb¨¦s¡ª empec¨¦ a sospechar. Mi madre no pag¨® nada. A m¨ª me dieron en agradecimiento y ella feliz porque pens¨®: ¡®A esta no me la quitan¡±, como a los otros ni?os que hab¨ªa acogido en su casa pero que sus madres s¨ª hab¨ªan ido a buscar.
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