Muere ¡®Rat¨®n¡¯, el toro estrella

El toro Rat¨®n, la res m¨¢s cotizada de los encierros de Espa?a, ha muerto. Tras de s¨ª deja dos muertos por cornadas y decenas de heridos, una hoja de servicios que, lejos de encerrarle en los corrales, multiplic¨® su cach¨¦, especialmente en la Comunidad Valenciana. Ten¨ªa 11 a?os, una edad muy avanzada para un toro, pero eso no evit¨® que hasta el final siguiera siendo la gran atracci¨®n de las fiestas populares. La ¨²ltima vez que se le vio en acci¨®n fue el pasado d¨ªa 15 en la plaza de toros de Valencia.

El propietario del animal, Gregorio de Jes¨²s, ha explicado hoy que el cuerpo del toro ser¨¢ disecado y expuesto al p¨²blico en la finca que tiene en la partida de Campanar, en la localidad valenciana de Sueca. De Jes¨²s ha se?alado que el famoso animal ha muerto esta ma?ana en otra de sus propiedades, la finca R¨¤fol, donde le hab¨ªa habilitado un espacio que lo protegiera de la lluvia, el fr¨ªo y el calor.

"Rat¨®n renqueaba de una pierna desde hace un mes y medio", ha se?alado Gregorio Garc¨ªa, padre del ganadero, "por la ma?ana todav¨ªa se ha levantado, pero ha vuelto a recostarse para no recuperarse m¨¢s". El toro, nacido el 12 de abril de 2000 de dos reses llamadas Caracol y Fusilera, estaba siendo tratado por un veterinario, seg¨²n ha dicho Garc¨ªa, que ha a?adido que Rat¨®n siempre acus¨® mucho "el estr¨¦s de cargarlo en el cami¨®n, sacarlo a la plaza y volver a trasladarlo".

La leyenda negra de Rat¨®n empez¨® con la muerte de un hombre de 54 a?os, al que corne¨® en las fiestas patronales del puerto de Sagunto, en 2006. Sin embargo, aquello no signific¨® el fin de su carrera. Todo lo contrario. A su due?o, Gregorio de Jes¨²s, empezaron a lloverle ofertas.

Todos los pueblos con espect¨¢culos taurinos (y en Valencia se cuentan por centenares) quer¨ªan tener a Rat¨®n. El precio de las entradas se doblaba trat¨¢ndose de ¨¦l. El cach¨¦ del morlaco creci¨® de forma exponencial: la plaza de X¨¤tiva pag¨® en 2011, por ejemplo, 10.000 euros por contar menos de una hora con ¨¦l. La Red se llen¨® de v¨ªdeos recopilatorios con sus cogidas. Y en las plazas su participaci¨®n se anunciaba con carteles especiales: Rat¨®n persiguiendo a un festero, Rat¨®n subiendo la rampa de una de las pir¨¢mides que suelen instalarse en los cosos, Rat¨®n mirando desafiante al p¨²blico. Con su nombre en grandes letras. Como si fuera un torero. La fama de Rat¨®n e Internet se retroalimentaron.

"Es ¨¢gil, inteligente, r¨¢pido. Muy alegre. No es bruto, no es como los dem¨¢s toros que act¨²an por instinto y chocan contra todo. Este piensa, analiza y despu¨¦s ataca", contaba su due?o a EL PA?S en un reportaje en 2009. Un a?o antes, despu¨¦s de una de sus cogidas espeluznantes ¨Cen Valencia, donde un joven de 27 a?os recibi¨® una cornada en el cuello, Gregorio de Jes¨²s se plante¨® retirarlo de las plazas y destinarlo a semental. Pero no lo hizo. "?Qu¨¦ haces si te ponen un cheque delante de la cara y te dicen 'fija la cantidad que quieras'?", se preguntaba entonces como disculp¨¢ndose.