Esta vez perdi¨® el cura pederasta
La condena del sacerdote de Mallorca plasma el cambio de rumbo vaticano
¡°Haz lo que quieras. En todo caso, ganaremos nosotros¡±. El vicario episcopal de Mallorca lanz¨® esta advertencia a un catequista de Can Picafort, de 18 a?os, el hoy periodista Mateu Ferrer, que en 1998 denunci¨® a su cura p¨¢rroco, Pere Barcel¨®, ante la autoridad eclesi¨¢stica y en la Fiscal¨ªa por pederastia. Entonces, el asunto qued¨® en nada, fue tapado en la Iglesia y archivado en la justicia ordinaria, y el sacerdote sigui¨® en activo. Pero 15 a?os m¨¢s tarde, su historia negra ocupa una causa judicial can¨®nica de 500 folios. El cura Barcel¨®, de 60 a?os, ha sido sentenciado por el Tribunal Eclesi¨¢stico de Mallorca con la pena m¨¢xima, la expulsi¨®n del estado clerical y la prohibici¨®n total para ejercer de sacerdote por ser culpable de ¡°grav¨ªsimos delitos¡±.
El cl¨¦rigo expulsado tiene pendiente de resolver las imputaciones en la justicia ordinaria: tres causas penales por abusos sexuales de los que le acusan tres mujeres. Una de ellas, que tiene 24 a?os, es la menor que el catequista presenci¨®, semidesnuda, cuando ten¨ªa nueve a?os con el cura reclinado sobre ella, en el sof¨¢ del sal¨®n parroquial. Las otras dos eran ni?as cuando acud¨ªan a Cala Ratjada, un destino anterior del p¨¢rroco. En el tribunal religioso, en los juzgados y en el cuartel de la Guardia Civil, las tres v¨ªctimas y el catequista han formulado sus alegatos. En dos a?os, el obispado ha sustanciado el sumario. En los juzgados se avanza con declaraciones y pruebas.
En la Iglesia existe ahora un ¡°nuevo orden y concierto¡± para la pederastia desde el cambio de rumbo impuesto por el papa em¨¦rito Benedicto XVI, se reconoce ahora desde el tribunal.
El Promotor de Justicia del obispado de Mallorca, Nadal Bernat, de 42 a?os, ha sido el instructor del proceso al ser el vicario judicial de la di¨®cesis, delegado del obispo, una especie de presidente del tribunal. Interrog¨® al acusado, testigos y peritos, junto al notario de actas y los abogados ante los jueces. Desempe?¨® al final el papel de acusador, en un rol parecido al de fiscal en un tribunal civil. Tres eclesi¨¢sticos, presb¨ªteros de peso especialistas en Derecho Can¨®nico (Gerard Villalonga, Bartomeu Vaquer y Gabriel Segu¨ª) dictaron la sentencia, una condena un¨¢nime plasmada en 46 folios de hechos probados y argumentaciones.
Un documental destap¨® el caso del sacerdote Barcel¨® 15 a?os despu¨¦s
El proceso se desarroll¨® en una humilde sala-celda del antiguo seminario de Palma. Un ejemplar de la Biblia, sin oropel, una pluma de ave en un tintero de escritorio antiguo y un ordenador son los ¨²nicos detalles que interrumpen el fr¨ªo vac¨ªo, cierto aire l¨²gubre y la austeridad monacal del lugar. Un crucifijo preside la habitaci¨®n, dos mesas de oficina corrientes y unas pocas sillas. No hay un decorado lit¨²rgico especial.
¡°El de Barcel¨® es un caso grave y excepcional¡±, narran en el obispado. La condena es in¨¦dita en Espa?a porque implica la expulsi¨®n de un cura a¨²n antes de un pronunciamiento de la justicia ordinaria, que puede representar hasta 18 a?os de c¨¢rcel. Antes, los religiosos reos eran destinados a parroquias lejanas o enclaustrados. La Iglesia respond¨ªa al esc¨¢ndalo con silencio. En este caso ¡°se dieron l¨ªneas muy claras para no ocultar nada¡±, dice un sacerdote conocedor del proceso.
El caso de Can Picafort, silenciado en 1998, renaci¨® en 2011 por las explicaciones del testigo en un documental sobre abusos a la infancia y su eco en la prensa local, lo que provoc¨® que el Tribunal Eclesi¨¢stico investigara el olvido inicial. Desde el Vaticano se alent¨® la causa y se sigui¨® muy de cerca. En Roma, en el Secretariado de la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe, est¨¢ Luis Ladaria, un arzobispo jesuita mallorqu¨ªn, que aval¨® el juicio. La c¨²pula de la Iglesia resalt¨® su singularidad, ejemplaridad y novedad en Espa?a. La Conferencia Episcopal simplemente remite a ¡°la competencia del obispado¡± mallorqu¨ªn.
El anterior obispo de Mallorca, Jes¨²s Murgui, apart¨® de manera cautelar de su parroquia hace dos a?os al cura Barcel¨®. El actual prelado de Mallorca, Javier Salinas, defendi¨® la condena dura, la explic¨® personalmente al expulsado y, en su blog en Internet, pidi¨® p¨²blicamente perd¨®n a las v¨ªctimas por el dolor e injusticia causados.
Con las innovaciones de Benedicto XVI, las denuncias podr¨¢n efectuarse hasta 20 a?os despu¨¦s de que la v¨ªctima alcance la mayor¨ªa de edad, los 18 a?os. Antes, la edad m¨¢xima para denunciar abusos en la infancia era 28 a?os. Ahora el posible l¨ªmite est¨¢ en los 38 a?os de edad, por lo que, en este aspecto, el derecho can¨®nico es m¨¢s contundente que el penal.
La justicia ordinaria tiene abiertas tres causas contra el acusado
Mateu Ferrer, el testigo catequista, tuvo que contestar a unas 70 preguntas del defensor de Barcel¨® durante su declaraci¨®n. ¡°A veces era hiriente hasta el extremo de que me llam¨® mentiroso¡±, recuerda. El tribunal ampar¨® al testigo de cargo. Una monja que trabaj¨® en los ochenta en Burundi junto a Barcel¨® compareci¨® ante el tribunal y en los juzgados para explicar los comentarios que recibi¨® en ?frica por supuestos abusos a menores. El cura condenado logr¨® que le autorizaran ser defendido por un letrado penalista. Es una excepci¨®n a la regla, porque los que acuden al tribunal son canonistas acreditados ante el mismo. En Mallorca hay unos 13 y el 99% de su trabajo se centra en las nulidades matrimoniales.
Entre colegas p¨¢rrocos del cura abusador se han expresado opiniones p¨²blicas de incomprensi¨®n ante la contundencia de la condena. Ese caldo de reacci¨®n se calent¨® al reabrirse el esc¨¢ndalo p¨²blicamente, en 2011, con la salida del cura de su parroquia. El obispo Murgui recibi¨® reproches de religiosos en sesiones del Consejo Presbiterial, en especial por parte de p¨¢rrocos de los pueblos.
Para romper el corporativismo y marcar la independencia del proceso, uno de los tres jueces designados en el tribunal eclesi¨¢stico proven¨ªa del obispado de Menorca, Gerard Villalonga. Se trata de evitar presiones, algo habitual en di¨®cesis peque?as e insulares en casos graves en los que est¨¢n implicados curas populares entre sus compa?eros. En la defensa del cura condenado se ha llegado, por parte de un p¨¢rroco, a lanzar sospechas sobre la moralidad de una de las mujeres denunciantes.
Un p¨¢rroco que ha salido repetidamente en defensa de Pere Barcel¨®, mos¨¦n Miguel Mulet, lleg¨® a replicar al obispo Javier Salinas en su propio blog. Y se puso como ejemplo. Mulet revel¨® que, hace 55 a?os, ¨¦l mismo fue v¨ªctima de abusos. ¡°Perdon¨¦ y sanseacab¨®¡±, escribi¨® en un comentario. Cree que si Barcel¨® ¡°se rehabilita y pide perd¨®n¡± puede seguir siendo sacerdote.
En la doble v¨ªa judicial del caso de este cura abusador, la can¨®nica y la penal, ha ganado la primera. Los tres jueces de instrucci¨®n que indagan las tres denuncias penales a Pere Barcel¨® reclamaron al tribunal eclesi¨¢stico que aportara las piezas del sumario instruido sobre los mismos hechos. El abogado de una de las v¨ªctimas, Carlos Nadal, entiende que no se ha correspondido desde la Iglesia a la reclamaci¨®n pero que, en todo caso, se pedir¨¢ que la sentencia sea aportada a la justicia ordinaria. Los tres procesos, posiblemente, se subsumir¨¢n en uno solo.
Apoyo oficial tras una condena a 21 a?os
Edelmiro Rial, exp¨¢rroco de Baredo (Pontevedra) fue defendido por la Iglesia hasta despu¨¦s de que el Supremo elevara en febrero de 2004 su condena de 15 a 21 a?os por abusar reiteradamente de seis ni?os e intentarlo con otros dos. El trato de favor que recibi¨® de la Iglesia, incluso despu¨¦s de ser condenado, choca con la celeridad con la que acaba de ser sancionado Pere Barcel¨®. ¡°Nadie puede atribuir infalibilidad a la sentencia¡±, dijo tras conocer la decisi¨®n del alto tribunal el entonces obispo Tui-Vigo, Jos¨¦ Di¨¦guez Reboredo, que asegur¨® que, pese a la resoluci¨®n, segu¨ªa creyendo en la inocencia de Rial.
El Supremo concluy¨® que el p¨¢rroco se llevaba a los menores ¡ªalumnos del instituto en el que impart¨ªa religi¨®n y monaguillos¡ª a la casa parroquial, donde aprovech¨¢ndose de su superioridad abusaba de ellos. De los 21 a?os de condena cumpli¨® cuatro. En 2008 obtuvo el tercer grado por ¡°su conducta ejemplar¡±, seg¨²n apreci¨® el juez de vigilancia. Un portavoz de la di¨®cesis de Tui-Vigo recuerda hoy que, solo cuando Rial estuvo a punto de entrar en prisi¨®n, el obispo y el p¨¢rroco, ¡°de mutuo acuerdo, pidieron la secularizaci¨®n a Roma¡±. Ahora, vive y trabaja en Vigo ¡°como cualquier otro seglar¡±.
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