El Registro Civil inscribe por primera vez a unos gemelos de ¡®madre de alquiler¡¯

Una madre espa?ola de dos gemelos nacidos, en 2009, en Los Angeles (EE.UU),? por "gestaci¨®n de sustituci¨®n", o madre de alquiler,? ha conseguido que el Registro Civil inscriba a los peque?os como hijos suyos, lo que ocurre por primera vez. Para ello ha tenido que aportar la resoluci¨®n de un juzgado de primera instancia homologando la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de California, Condado de San Diego, por la que se validaba la filiaci¨®n. C.F.F. acudi¨® al tribunal estadounidense para que se la declarara madre de un ni?o y la ni?a que hab¨ªan nacido por el procedimiento que en dicho pa¨ªs se denomina embarazo por encargo de terceros.

Este sistema permite, en EE UU, que una persona se dirija a un tercero para que geste un hijo y, mediando una determinada compensaci¨®n, como correr a cargo de los gastos m¨¦dicos, obtener su paternidad/maternidad a pesar de que el beb¨¦ no sea su descendiente biol¨®gico.

En este caso, en diciembre de 2009, la mujer obtuvo una sentencia del Tribunal Superior californiano formalizando la situaci¨®n de los peque?os, que fueron declarados sus hijos. Una vez en Espa?a, el Registro Civil le exigi¨® determinados documentos para filiar a los ni?os, entre ellos fotos de su embarazo y el nombre del m¨¦dico que la atendi¨® en el parto. Tras recurrir esta decisi¨®n, y ante la imposibilidad de presentar estos documentos, la mujer acudi¨® al Juzgado de Primera Instancia n¨²mero 1 de Pozuelo (Madrid), donde denunci¨® haber visto vulnerados su derechos por no poder inscribir a sus hijos en el Registro.

En su demanda, la abogada de la madre, Mar¨ªa Luis Bautista Alonso, solicit¨® concretamente que se otorgara exequator? (homologaci¨®n) a la sentencia norteamericana bas¨¢ndose en la no acreditaci¨®n de la reciprocidad negativa de la sentencia estadounidense seg¨²n lo reglamentado en la Ley de Enjuiciamiento Civil y en que la ejecutoria presentada ten¨ªa fuerza en Espa?a.

En su auto,que ya es firme, la juez de Primera Instancia n¨²mero 1 de Pozuelo de Alarc¨®n (Madrid), M¨®nica G¨®mez Ferrer, acuerda el citado exequator y estima la solicitud de reconocimiento de maternidad "en ausencia de paternidad".

El auto reconoce que la legislaci¨®n espa?ola sobre T¨¦cnicas de Reproducci¨®n Humana Asistida proh¨ªbe que se convenga la gestaci¨®n a cargo de una mujer que renuncia a la filiaci¨®n materna en favor de un tercero, "con o sin precio". Adem¨¢s, la juez recuerda que la norma prev¨¦ que la filiaci¨®n de los hijos nacidos por gestaci¨®n de sustituci¨®n sea determinada por el parto. No obstante, apunta la existencia de una v¨ªa legal que permite inscripci¨®n del menor en el Registro Civil en los casos de reclamaci¨®n de la paternidad, es decir, cuando as¨ª lo solicite el padre.

En lo que se refiere a C.F.F., el reconocimiento de maternidad y la inscripci¨®n registral se concede "en ausencia de paternidad". Igualmente, la juez hace menci¨®n como antecedente de una resoluci¨®n de la Direcci¨®n General de los Registros y del Notariado, con fecha de 8 de febrero de 2009, en la que se ordenaba la inscripci¨®n en el Registro Civil de un nacido como consecuencia de un contrato de gestaci¨®n por sustituci¨®n. Dicha inscripci¨®n registral fue recurrida en sede judicial.

Para la magistrada, se trata de dotar de plena protecci¨®n jur¨ªdica el inter¨¦s superior del menor. Para ello advierte que la inscripci¨®n registral "en ning¨²n caso puede permitir que con la misma se dote de apariencia de legalidad supuestos de tr¨¢fico internacional" y a?ade se debe cumplir la exigencia de que no se haya vulnerado el derecho del menor a conocer su origen biol¨®gico.En este caso concreto dicho derecho no ha sido vulnerado porque en la sentencia californiana aparecen, como padres biol¨®gicos, los nombres de la pareja que gest¨® a los peque?os.

La juez de Madrid concluye que se dan los requisitos para otorgar la homologaci¨®n de la sentencia estadounidense y, por lo tanto, obligar al Registro Civil a la inscripci¨®n de los menores. Entre ellos, la firmeza de la resoluci¨®n del tribunal estadounidense y que el consentimiento de la madre gestante se obtuvo de forma libre y voluntaria, sin incurrir en error, dolo o violencia.