Los yogures ya no caducan a los 28 d¨ªas
El Gobierno deroga la norma que defin¨ªa la fecha l¨ªmite de estos alimentos Cada empresa decidir¨¢ qu¨¦ plazo de consumo preferente otorga a estos l¨¢cteos
Los yogures ya no caducan a los 28 d¨ªas de ser elaborados. El Gobierno ha derogado la norma que establec¨ªa que los l¨¢cteos fermentados deb¨ªan tener un plazo l¨ªmite de consumo. Desde ahora ¡ªla derogaci¨®n se public¨® en el BOE el 29 de marzo¡ª, las empresas decidir¨¢n qu¨¦ fecha de consumo preferente dan a estos productos, una data que se definir¨¢ en funci¨®n de las caracter¨ªsticas del alimento, su envase o c¨®mo se conservar¨¢. Esta fecha solo marca cu¨¢ndo el alimento pierde propiedades de olor o sabor aunque sigue siendo seguro para el consumidor. Sin embargo, la medida, anunciada ayer por el ministro de Agricultura, Alimentaci¨®n y Medio Ambiente, Miguel Arias Ca?ete, dentro de una estrategia m¨¢s amplia para frenar el desperdicio alimentario, no satisface a la industria. Los fabricantes de yogures piden conservar la fecha de caducidad para sus productos, aunque proponen ampliarla de los 28 d¨ªas tradicionales a 35.
Los fabricantes creen que se deber¨ªa conservar la fecha de caducidad aunque apuestan por aumentarla a 35 d¨ªas
La medida que toca a los yogures trata de equiparar la regulaci¨®n espa?ola a la del resto de pa¨ªses de la UE, donde solo se se?ala un plazo de consumo recomendado para estos l¨¢cteos. ¡°Ya no habr¨¢ confusi¨®n para el ciudadano, que a partir de la fecha de consumo preferente deber¨¢ tomar su decisi¨®n¡±, dijo Ca?ete, que apunt¨® que el cors¨¦ marcado en 28 d¨ªas para los yogures ¡°originaba mucho desperdicio de un producto b¨¢sico para la alimentaci¨®n y de un grado muy alto de consumo¡±. El ministro hace unos meses asegur¨® que ¨¦l mismo com¨ªa alimentos caducados sin ning¨²n problema, sobre todo estos l¨¢cteos fermentados.
Los yogures eran uno de los pocos alimentos cuya fecha l¨ªmite fijaba la ley. De momento, el Gobierno no se plantea reformar otras normas que definen o recomiendan plazos en los que los alimentos son aptos para el consumo (la fecha de caducidad marca el momento desde el que el alimento deja de ser seguro). Normalmente, solo la comida perecedera ¡ªpescado, carne, pasteler¨ªa¡ª est¨¢ se?alada con una data de expiraci¨®n. Otros, como los embutidos, los quesos o las legumbres no caducan, aunque con el paso del tiempo pierden propiedades organol¨¦pticas; la concentraci¨®n de az¨²cares y la baja actividad de agua que contienen los hace menos sensibles. Caso similar al del yogur, seg¨²n los expertos, un producto l¨¢cteo en el que es dif¨ªcil, si est¨¢n bien conservados, que proliferen microbios y pat¨®genos.
De ah¨ª el cambio normativo. Una modificaci¨®n a la que se opone la Federaci¨®n Nacional de Industrias L¨¢cteas (Fenil). Esta organizaci¨®n, que integra a la Asociaci¨®n Espa?ola de Fabricantes de Yogur y Postres L¨¢cteos Frescos ¡ªdonde se agrupan todos los fabricantes que comercializan sus productos en Espa?a¡ª, considera que las condiciones clim¨¢ticas y de conservaci¨®n de Espa?a hacen ¡°m¨¢s oportuno¡± mantener la fecha de caducidad, que apuestan por aumentar a 35 d¨ªas, en lugar de un plazo de consumo preferente. ¡°Creemos que la fecha de caducidad otorga m¨¢s orientaci¨®n al consumidor. Aunque la responsabilidad ¨²ltima es suya, los fabricantes consideran que en el mensaje que proporciona el plazo de caducidad es m¨¢s firme¡±, dice Luis Calabozo, director general de Fenil. Las empresas no afirman que estos alimentos dejen de ser seguros pasado el plazo l¨ªmite, aunque s¨ª afirman que ¡°aumentan las probabilidades de que se pueda sufrir alg¨²n problema en funci¨®n de la conservaci¨®n¡±. ¡°Por eso, los fabricantes eval¨²an que lo mejor es la fecha de caducidad, prefieren dotarse de esa seguridad¡±, indica Calabozo.
Espa?a desperdicia siete millones de toneladas de alimentos perfectamente v¨¢lidos al a?o
La industria tiene esperanza a¨²n de que sus reclamos se escuchen y de que la norma que moderniza la comercializaci¨®n del yogur ¡ªque analiza ahora la Agencia Espa?ola de Seguridad Alimentaria y Nutrici¨®n¡ª a?ada esa fecha de caducidad ampliada. Consideraciones aparte, Ca?ete precis¨® ayer que las empresas pueden empezar ya a etiquetar sus yogures con la nueva fecha.
Los consumidores recelan de la nueva medida. ¡°Se nos pone cara de tontos al pensar que hemos estado tirando durante a?os yogures porque las autoridades impon¨ªan una fecha tras la cual su consumo no era seguro. ?Ahora s¨ª lo es?¡±, critica Rub¨¦n S¨¢nchez, portavoz de Facua. ¡°El sistema de fecha de caducidad ha beneficiado a la industria porque tras tirar estos productos el consumidor ha ido a comprar m¨¢s¡±, a?ade. Facua duda, adem¨¢s, que pese a que este nuevo sistema te¨®ricamente generar¨¢ ahorro a las empresas eso repercuta en una bajada de precios para los consumidores. ¡°Esta medida se vende como una f¨®rmula contra el despilfarro, pero lo que el Gobierno deber¨ªa hacer por encima de todo es sancionar a aquellos que tiren comida, a los que desperdicien¡±, dice S¨¢nchez.
La de la revisi¨®n de las fechas de caducidad y consumo recomendado es solo una de las medidas que se integra dentro de la estrategia M¨¢s alimento, menos desperdicio con la que Agricultura busca frenar el despilfarro de comida. Los espa?oles arrojan cada a?o siete millones de toneladas de alimentos perfectamente v¨¢lidos al contenedor, una cifra que el Gobierno pretende reducir a la mitad en 2020. Para ello reforzar¨¢ el comercio de proximidad, redactar¨¢ gu¨ªas de buenas pr¨¢cticas para consumidores y empresas, fomentar¨¢ la aplicaci¨®n de la tecnolog¨ªa a la conservaci¨®n de los alimentos y se reforzar¨¢n los convenios con los bancos de alimentos para canalizar hacia all¨ª los productos que a¨²n son aptos para consumir.
La dificultad de donar alimentos
La estrategia del Gobierno para frenar el desperdicio de comida trata de potenciar el papel de los bancos de alimentos y canalizar hacia ellos los excedentes que son todav¨ªa aptos para el consumo, pero que, por razones de est¨¦tica o porque ha pasado su plazo de consumo preferente, pierden cualidades en su olor o aspecto y se retiran de las tiendas. El Gobierno trata ahora de impulsar que agricultores y ganaderos, fabricantes y distribuidoras firmen convenios con los bancos de alimentos para fomentar la donaci¨®n.
Ya se han cerrado acuerdos con m¨¢s de 100 entidades, pero como dijo ayer el ministro Miguel Arias Ca?ete, llegar¨¢n m¨¢s. Tambi¨¦n f¨®rmulas de colaboraci¨®n para dotar a estas instituciones de medios para recibir las donaciones. La cadena desde que la empresa dona hasta que llega a los bancos ¡ªdonde se trasladan a las organizaciones que los reparten¡ª es larga. A veces, es asimismo m¨¢s complicado y caro donar el producto que tirarlo; tanto para las empresas como para los propios bancos de alimentos: hay que pagar el transporte, las instalaciones y la refrigeraci¨®n. Un punto que Arias Ca?ete apost¨® ayer por solucionar a trav¨¦s de ayudas.
¡°El transporte es fundamental, a veces es m¨¢s caro que el propio alimento. Tambi¨¦n se puede potenciar la donaci¨®n de alimentos congelados o refrigerados, ahora virgen por falta de instalaciones¡±, apunta Jos¨¦ Antonio Bustos, presidente de la Federaci¨®n de Bancos de Alimentos de Espa?a. ¡°Eso mejorar¨ªa las cosas porque podr¨ªamos ampliar la vida ¨²til de los alimentos¡±, sigue.
Los espa?oles tiran unos 163 kilos de comida v¨¢lida por persona de media al a?o. El Ministerio de Agricultura y Alimentaci¨®n estudia ahora d¨®nde (hogares, restauraci¨®n, industria) se desperdicia m¨¢s para ponerle freno.
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