Fran?ois Jacob, Nobel de Medicina de 1965 y miembro de la Resistencia
Genetista y humanista, es de los pocos cient¨ªficos que han logrado acceder a la Academia Francesa
Pionero de la gen¨¦tica, el bi¨®logo Fran?ois Jacob so?aba con ser cirujano, pero sus heridas de guerra le obligaron a cambiar su destino. Opt¨® por la biolog¨ªa y obtuvo en 1965, con apenas 45 a?os, el Premio Nobel de Fisiolog¨ªa y Medicina junto a Andr¨¦ Lwoff y Jacques Monod. Amante tanto de las ciencias como de las letras, fue uno de los pocos cient¨ªficos que ingresaron tambi¨¦n en la prestigiosa Academia Francesa. Resistente de la primera hora durante la II Guerra Mundial en Francia, fue nombrado Compa?ero de la Liberaci¨®n, la mayor distinci¨®n otorgada por el General de Gaulle. Falleci¨® el pasado viernes, a los 92 a?os de edad. El presidente franc¨¦s, Fran?ois Hollande, y el primer ministro, Jean-Marc Ayrault, emitieron sendos comunicados para lamentar la p¨¦rdida de esta gran figura cient¨ªfica.
Nacido el 17 de junio de 1920 en Nancy, en el este de Francia, era el hijo ¨²nico en una familia burguesa jud¨ªa. Estudi¨® en un instituto parisiense y se inscribi¨® en la Facultad de Medicina con la firme intenci¨®n de convertirse en cirujano. Pero la guerra y la ocupaci¨®n alemana le cambiaron los planes. En julio de 1940 ingres¨® en la Fuerzas Francesas Libres (FFL) del general De Gaulle como miembro de la artiller¨ªa, aunque pronto fue destinado al servicio m¨¦dico.
Durante cuatro a?os vive la batalla en el frente del norte de ?frica. En T¨²nez sufre su primera herida de guerra en mayo de 1943, cuando recibe un estallido de mortero. Apenas unos d¨ªas tras el desembarco de su divisi¨®n en agosto de 1944, es de nuevo herido muy gravemente al ser atrapado por un intenso fuego artillero mientras prestaba auxilio a un compa?ero. Sus heridas le obligan a vivir la liberaci¨®n de Par¨ªs en un hospital de la capital francesa, ¡°encarcelado como en una camisa de fuerza¡±, seg¨²n relata en su autobiograf¨ªa La estatua interior (Tusquets, 1989), traducida al castellano como muchos otros de sus libros.
Pasada la guerra, termina sus estudios de medicina en 1947 con una tesis consagrada al antibi¨®tico tirotricina, pero tiene que renunciar a la cirug¨ªa debido a las heridas que le limitan el uso de uno de sus brazos. Se decide entonces por la biolog¨ªa, y en 1950 ingresa en el Instituto Pasteur de Par¨ªs en el laboratorio de Andr¨¦ Lwoff, donde conoce tambi¨¦n a Jacques Monod. Los tres obtuvieron en 1965 el Nobel de Fisiolog¨ªa y Medicina por sus descubrimientos sobre los mecanismos responsables de los intercambios de genes entre las bacterias.
En 1947 se hab¨ªa casado con la pianista Lise Bloch, con la que tuvo a sus cuatro hijos: Pierre, los gemelos Laurent y Odile ¡ªfundadora de la editorial Odile Jacob¡ª y Henri. Tras la muerte de su esposa, vuelve a contraer matrimonio en 1999 con Genevi¨¨ve Barnier, fundadora del servicio de emergencias sanitarias (Samu) de Par¨ªs.
En paralelo a su carrera de cient¨ªfico a partir de finales de los sesenta desarrolla su pasi¨®n por las letras. En 1970 publica La l¨®gica de lo viviente (Tusquets, 1999), que el fil¨®sofo franc¨¦s Michel Foucault calific¨® como ¡°la historia de la biolog¨ªa m¨¢s destacable que jam¨¢s se haya escrito¡±. Adem¨¢s de su autobiograf¨ªa, destaca tambi¨¦n su obra El juego de lo posible (Grijalbo, 1997). ¡°No me gusta la separaci¨®n entre las dos culturas, la cultura literaria y la cultura cient¨ªfica¡±, explicaba en una entrevista televisiva con motivo de la publicaci¨®n de uno de sus libros.
Jacob fue profesor titular en el Colegio de Francia entre 1965 y 1991 y accedi¨® a las academias de las Ciencias (1977) y Francesa (1996). Entre sus distinciones, destacan tambi¨¦n la Gran Cruz de la Legi¨®n de Honor y el t¨ªtulo de Gran Oficial de la Orden Nacional del M¨¦rito.
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