Obtenido un virus de gripe con alta mortalidad y capacidad de transmisi¨®n
El experimento, en cobayas, combin¨® genes de la gripe A de 2009 con la aviar de 2003 Pretende adelantarse al riesgo de recombinaci¨®n en la naturaleza
Un laboratorio de Harbin, al noreste de China, guarda en sus instalaciones el pat¨®geno perfecto: combina la elevada letalidad del virus de la gripe aviar de 2003 (el H5N1) con la facilidad de transmisi¨®n ¨Cal menos entre cobayas- del de la que se denomin¨® nueva gripe o gripe A de 2009, un H1N1. El trabajo que da cuenta del experimento lo ha publicado Science, y ha sido r¨¢pidamente replicado por Nature.
En concreto, el estudio de la investigadora Chen Hualan ha tomado el H5N1 como base, y le ha ido introduciendo genes del H1N1. Ella lo ha hecho en laboratorio, pero la idea es que es algo que puede suceder en la naturaleza si ambos virus coinciden en un mismo hu¨¦sped (una persona o un cerdo, por ejemplo). Y eso, destacan los autores, no es tan raro. Aunque parezca olvidado, el H5N1 no ha desaparecido. Ha provocado un aut¨¦ntico desastre en las granjas del sureste asi¨¢tico con millones de aves muertas y otras tantas sacrificadas, y llevaba, seg¨²n el ¨²ltimo recuento de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud del 26 de abril, 374 fallecidos desde 2003 (13 de ellos este a?o), con una letalidad (proporci¨®n de muertos por infectados) del 59,6%. Por otro lado, el H1N1 ya demostr¨® su capacidad de propagaci¨®n en 2009, cuando de un foco en M¨¦xico se expandi¨® a todo el planeta en tres meses. Tanto, que a¨²n sigue circulando y, por ejemplo, forma parte de los virus contra los que se fabrican vacunas de la gripe cada a?o desde entonces, incluida la prevista para el invierno de 2013.
Lo que ha hecho Chen ha sido intercambiar genes enteros del H5N1 por los del H1N1 y cre¨® hasta 127 virus recombinantes. Este proceso es habitual en la naturaleza, y es una de las maneras en que los virus se adaptan y modifican (la otra es por medio de mutaciones). Los virus, como las bacterias, son organismo relativamente sencillos. Los de la gripe solo tienen ocho genes, y son bastante promiscuos: cuando coinciden con un cong¨¦nere, se interrelacionan. En el mundo de los virus eso quiere decir que comparten material gen¨¦tico.
La investigadora China luego utiliz¨® sus ejemplares para infectar cobayas, y midi¨® con qu¨¦ facilidad el virus se transmit¨ªa de los roedores afectados a los sanos. As¨ª pudo delimitar que bastaba que el H5N1 original intercambiara dos genes concretos con el H1N1 para convertirse en f¨¢cilmente transmisible. Y no hac¨ªa falta que el intercambio fuera de ambos a la vez; bastaba con que lo hiciera con uno u otro. Esto parece una mala se?al: es la recombinaci¨®n (el nombre que se da a este trasiego de genes) m¨¢s sencilla.
El trabajo ha sido publicado sin pegas aparentes en las revistas cient¨ªficas de m¨¢s renombre, lo que choca con lo que sucedi¨® hace un a?o cuando otros investigadores hicieron algo parecido: establecer qu¨¦ tres mutaciones bastaban en el H5N1 para que se convirtiera en f¨¢cilmente transmisible entre hurones (que es otro de los animales que se usan como modelo ya que lo que sucede en estos animales, cuando a gripe se refiere, suele ser de aplicaci¨®n en humanos). La propia Chen ha declarado que le hubiera gustado hacer su ensayo tambi¨¦n en hurones, pero que no pudo, entre otras cosas porque ahora est¨¢ volcada en el H7N9.
Lo que s¨ª que ha sucedido, como hace un a?o, es que ha habido cr¨ªticas a que el trabajo se publique. El miedo que existe es a que alg¨²n grupo terrorista pueda intentar fabricar un arma bioqu¨ªmica siguiendo los trabajos de Chen (o de otros colegas). Aunque eso no est¨¢ tan claro. Las cobayas tienen una diferencia importante con respecto a los humanos: sus pulmones tienen receptores para el virus de la gripe aviar, mientras que las personas los tienen solo para virus adaptados a mam¨ªferos. Esto explica la extra?eza cada vez que hay un salto entre especies como el del H5N1 o el reciente del H7N9 y, a la vez, por qu¨¦ parece que la expansi¨®n de ambos pat¨®genos est¨¢ contenida, ya que la transmisi¨®n entre humanos no es nada f¨¢cil. Esta diferencia es se?alada por algunos especialistas. Aunque la capacidad de transmitirse pueda conseguirse con un cambio de genes, como se ha visto en el estudio, la infectividad real en humanos depende de todo el conjunto, y eso no se ha podido demostrar.
La investigadora china afirma que su objetivo es adelantarse a un riesgo posible. El H5N1 sigue activo en Camboya, Vietnam, China y Egipto, y todos estos pa¨ªses son territorios que tambi¨¦n ocupa el H1N1. Tener un modelo para investigar antes de que haya ejemplares en la naturaleza puede ser ¨²til si el pat¨®geno no escapa de las instalaciones. China ha dado pasos de gigante para ganar calidad y confianza por sus trabajos (por ejemplo, lidera claramente la investigaci¨®n en el H7N9, algo que no sucedi¨® con el H5N1 o el SARS). Pero eso no evita recelos de algunos. Por ejemplo, de Simon Wain-Hobson, vir¨®logo del Instituto Pasteur de Par¨ªs, quien ha declarado a Science que el trabajo -de mucha calidad, eso s¨ª- ¡°es muy peligroso¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.