La NASA busca misi¨®n para dos telescopios esp¨ªa regalados

La NASA se ha encontrado con un regalo inesperado, dos telescopios esp¨ªa, y ahora est¨¢ pensado qu¨¦ destino cient¨ªfico darles y cu¨¢nto le costar¨ªa adaptarlos para su uso astron¨®mico en el espacio. Los dos observatorios, valorados cada uno en casi 200 millones de euros, no han llegado a salir de la Tierra y son similares al hist¨®rico Hubble (un enorme artefacto de 13,2 metros de largo y 4,2 de di¨¢metro), que se aproxima al final de su vida ¨²til en ¨®rbita. Los telescopios eran de la muy secreta Oficina de Reconocimiento Orbital estadounidense (NRO, en sus siglas inglesas) y no se construyeron para mirar las estrellas, sino para ser apuntados hacia abajo, hacia la superficie terrestre y lograr im¨¢genes de alta resoluci¨®n. Ahora, una de las condiciones que la NRO ha puesto para su donaci¨®n a la NASA es, precisamente, que sean apuntados en sentido opuesto, hacia el cielo. Adem¨¢s, antes de pasar a manos civiles, se han desmontado de los telescopios sus sistemas electr¨®nicos y c¨¢maras.

El regalo lleg¨® a la agencia espacial hace unos meses y ahora se est¨¢n estudiando las propuestas elaboradas por los expertos acerca de los potenciales usos cient¨ªficos. Desde luego, ninguno de ellos ser¨¢ el sustituto del Hubble, papel que ha de desempe?ar el telescopio espacial James Webb, que la NASA est¨¢ construyendo con la Agencia Europea del Espacio (ESA) y que avanza hacia su lanzamiento, ahora previsto para despu¨¦s de 2018. Ser¨¢ este un observatorio infrarrojo de espejo de 6,5 metros de di¨¢metro y una pantalla t¨¦rmica de 22 por 12 metros, como una pista de tenis, concebido para explorar el universo m¨¢s lejano. Su coste se ha disparado ya hasta los casi 7.000 millones de euros, lo que ha obligado a reducir el resto de programas cient¨ªficos de la agencia espacial estadounidense. As¨ª, acomodar ahora en su presupuesto un gasto imprevisto para aprovechar el regalo de la NRO obliga a hacer muchos n¨²meros. Los dos observatorios esp¨ªa no llevan c¨¢maras ni instrumentos astron¨®micos.

Los observatorios fueron dise?ados para vigilar la superficie terrestre

Las ideas propuestas por los cient¨ªficos en unas jornadas de trabajo celebradas hace unas semanas en Huntsville (Alabama) abarcan un amplio abanico de posibilidades: desde colocar uno de estos telescopios en ¨®rbita de Marte hasta dedicar uno de ellos a la b¨²squeda de planetas extrasolares, estudiar la meteorolog¨ªa espacial y el sistema Sol/Tierra o configurarlo como otro Hubble, informa Space.com. La propuesta m¨¢s trabajada hasta ahora parece ser la de utilizarlo para un proyecto de la NASA, un telescopio espacial infrarrojo de gran angular denominado WFIRST, que se lanzar¨ªa a mediados de la pr¨®xima d¨¦cada y que se dedicar¨ªa, entre otras cosas, a buscar las huellas de la energ¨ªa oscura del universo. ¡°Con el telescopio ya en la mano, la versi¨®n del WFIRST adaptada podr¨ªa estar lista para el lanzamiento a finales de esta misma d¨¦cada, lo que supondr¨ªa un reto potencial para la misi¨®n espacial europea Euclid, dedicada tambi¨¦n a la materia oscura y planeada para 2019¡±, seg¨²n inform¨® Nature. Una primera decisi¨®n al respecto estar¨ªa al caer, seg¨²n Space.com.

La adaptaci¨®n ser¨ªa ventajosa para el WFIRST, ya que contaba con un telescopio m¨¢s peque?o (espejo de 1,3 metros de di¨¢metro), pero tambi¨¦n supondr¨ªa el consiguiente aumento de coste, que podr¨ªa pasar de 1.150 millones de euros a 1.340, ya que exigir¨ªa un cohete mayor para el lanzamiento y una c¨¢mara m¨¢s grande, se?ala Nature. Pese a que la NRO mantiene en absoluto secreto el origen de estos dos artefactos espaciales que no llegaron a salir al espacio, parece que fueron construidos a mediados de los a?os noventa, pero una d¨¦cada m¨¢s tarde segu¨ªan en tierra, eran ya obsoletos para las funciones de espionaje para la que hab¨ªan sido dise?ados y el programa se cancel¨® en 2005. Los telescopios tienen espejo principal de 2,4 metros de di¨¢metro, como el del Hubble, y est¨¢n en perfecto estado, seg¨²n los expertos que los han revisado. Pero no son ¨®pticamente id¨¦nticos al famoso telescopio espacial, ya que est¨¢n dise?ados para c¨¢maras de mucho mayor campo de visi¨®n. Eso s¨ª, su ¨®ptica es m¨¢s perfecta y obtendr¨ªan im¨¢genes de mayor resoluci¨®n

La cuesti¨®n ahora es qu¨¦ c¨¢maras e instrumentos se podr¨ªan instalar en ellos para su mejor uso astron¨®mico. Y eso cuesta dinero. Adem¨¢s, necesitan toda la electr¨®nica de funcionamiento y de control. Tambi¨¦n est¨¢ en estudio d¨®nde se colocar¨ªan en el espacio, pero, al parecer se descarta la ¨®rbita del Hubble, a unos 500 kil¨®metros de altura sobre la superficie terrestre. Esa posici¨®n en el espacio se eligi¨® para poner el gran telescopio al alcance de los transbordadores de la NASA y sus astronautas, que no solo lo desplegaron en ¨®rbita, en 1990, sino que lo repararon y actualizaron varias veces en el espacio, con un coste enorme. Las opciones que se barajan ahora para los telescopios regalados son una ¨®rbita geoestacionaria (a 36.000 kil¨®metros de altura), donde un artefacto no esta al alcance de la reparaci¨®n por parte de los astronautas, pero se deteriora mucho menos que a 500 kil¨®metros, o incluso un lugar mucho m¨¢s lejano, denominado L 2, a un mill¨®n y medio de kil¨®metros de la Tierra, donde operan ya varios telescopios.

Uno de ellos podria adaptarse a una misi¨®n de estudio de la energ¨ªa oscura