Sobre dos ruedas, con cabeza

Casco s¨ª, casco no. El debate entre obligar o no a los ciclistas por ley a usar esta medida de protecci¨®n cuando circulan en ciudad se ha convertido en el mayor obst¨¢culo para una aprobaci¨®n consensuada del nuevo Reglamento General de Circulaci¨®n. Ni siquiera los anuncios de aumento y descenso de la velocidad m¨¢xima permitida, en funci¨®n del tipo de v¨ªa, han generado tanta controversia ni han movilizado de manera tan intensa a ning¨²n colectivo.

Los ciclistas est¨¢n decididos a dar la batalla para que ninguna norma les dicte c¨®mo proteger su cr¨¢neo, convencidos de que esta ley desincentivar¨¢ el uso de la bicicleta. Cuentan con el apoyo abierto del PSOE y de m¨¢s de una veintena de Ayuntamientos de distinto color pol¨ªtico. En Barcelona, todos los partidos se han posicionado en contra del casco. Pero la Direcci¨®n General de Tr¨¢fico (DGT) tampoco recula en su intento de reducir ¡°lesionados cerebrales¡±. ¡°Si me quieren tirar tomates que me los tiren¡±, ha llegado a asegurar su m¨¢xima responsable, Mar¨ªa Segu¨ª.

El nivel de confrontaci¨®n entre ciclistas y Tr¨¢fico ha subido un escal¨®n m¨¢s esta semana, tan solo 15 d¨ªas antes de la comparecencia de Segu¨ª en la Comisi¨®n de Seguridad Vial del Congreso, prevista el 28 de mayo, para presentar el texto del nuevo c¨®digo de circulaci¨®n. El pasado lunes, la asociaci¨®n ConBici empez¨® a recoger firmas a trav¨¦s de la web www.avaaz.org para exigir al ministro del Interior, Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz, la destituci¨®n de Mar¨ªa Segu¨ª, por imponer el casco en ciudad ¡°en contra de la opini¨®n de la pr¨¢ctica totalidad del sector de la bicicleta¡±.

Ayer, el PSOE dio un paso m¨¢s y anunci¨® una campa?a de iniciativas y mociones en Parlamentos aut¨®nomos y Ayuntamientos en contra del uso obligatorio del casco para los ciclistas en zona urbana, que pretende implantar el Gobierno del Partido Popular.

Los socialistas conocen bien la controversia de una medida que ayer tildaron de ¡°obst¨¢culo¡± en la expansi¨®n de la bicicleta. El nuevo Reglamento General de Circulaci¨®n comenz¨® a gestarse durante la ¨²ltima legislatura de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero (PSOE) y fuentes de la anterior direcci¨®n de la DGT ya reconocieron que la imposici¨®n del uso del casco en ciudad, que ellos tambi¨¦n plantearon y pusieron sobre la mesa a las asociaciones ciclistas, era ¡°el mayor escollo¡± para aprobar el nuevo reglamento. Ayer, durante unas jornadas organizadas por el Grupo Socialista en el Congreso, en las que participaron ConBici y la Asociaci¨®n de Ciclistas Profesionales, la portavoz parlamentaria, Soraya Rodr¨ªguez, consider¨® que Tr¨¢fico va en la l¨ªnea ¡°equivocada¡±.

¡°No hay una sola medida de prevenci¨®n que haya sido recibida favorablemente por todo el mundo¡±, se defiende Mar¨ªa Segu¨ª. La pol¨¦mica sobre implantar o no sistemas de seguridad para proteger a los usuarios de los veh¨ªculos es una constante en la historia de la seguridad vial. Seg¨²n recuerda la m¨¢xima responsable de la DGT, licenciada en medicina y doctora en prevenci¨®n de accidentes por la Universidad de Harvard, ¡°ni el cintur¨®n de seguridad delante, ni el cintur¨®n de seguridad detr¨¢s, ni el casco de motocicleta, ni el casco de ciclomotor¡± tuvieron una acogida mayoritaria. El 2 de septiembre de 1992, un d¨ªa despu¨¦s de que entrara en vigor la obligaci¨®n de que los usuarios de ciclomotores llevaran casco, un motorista respond¨ªa as¨ª a EL PA?S: ¡°Es el primer d¨ªa que llevo casco. Lo veo rid¨ªculo¡±.

Pero nadie puede cuestionar, seg¨²n la DGT, ¡°la evidencia de la utilidad del casco para reducir la probabilidad de lesi¨®n craneal¡±. M¨¢s de 150 art¨ªculos cient¨ªficos lo avalan.

Y las asociaciones ciclistas no lo discuten pero argumentan que la accidentalidad es muy baja en su colectivo. En 2011 ¡ªel ¨²ltimo a?o con cifras consolidadas¡ª, murieron 49 ciclistas, 12 de ellos en ciudad. La cifra representa un porcentaje muy peque?o del n¨²mero de ciclistas. Seg¨²n el Bar¨®metro de la Bicicleta, tres millones de personas usan este veh¨ªculo casi a diario, y 15,5 millones con alguna frecuencia.

¡°Es una medida totalmente desproporcionada¡±, estima el director t¨¦cnico de ConBici, Manuel Mart¨ªn, que sugiere ir¨®nicamente extender el uso del casco a todos los pasajeros de los coches. ¡°Suman al a?o m¨¢s de 5.000 v¨ªctimas entre muertos y heridos, la mayor¨ªa por lesiones cranoencef¨¢licas¡±, afirma.

Tr¨¢fico conoce bien estos datos, porque es este departamento el que los recopila. Sin embargo, seg¨²n considera la DGT, esos registros no permiten vislumbrar ¡°realmente la magnitud del problema¡±, porque tan solo contienen las cifras policiales. ¡°Tenemos evidencias de que estos datos infraestiman el n¨²mero de ciclistas lesionados¡±, aseguran desde Tr¨¢fico. Frente a los 589 ciclistas heridos graves documentados por la DGT en 2011, las bases de datos sanitarias documentan altas hospitalarias de 3.767 personas que presentaban lesiones por el uso de la bicicleta.

M¨¢s all¨¢ del uso o no del casco, la DGT reconoce que es la velocidad de los veh¨ªculos lo que mata a los ciclistas. ¡°Y por eso vamos a reducir la velocidad con el nuevo c¨®digo¡±, explica Segu¨ª. Seg¨²n el borrador del nuevo reglamento de circulaci¨®n, se rebajar¨¢ la velocidad m¨¢xima en ciudad a 30 kil¨®metros por hora en las calles con un solo carril y sentido ¨²nico o con un carril por sentido de circulaci¨®n, y a 20 en las calles con una sola calzada y una acera.

Son, sin embargo, los heridos el objetivo de la implantaci¨®n del casco. En 2011, solo en ciudad 285 ciclistas sufrieron heridas graves, la cifra m¨¢s alta en 14 a?os. En el c¨®mputo general por siniestro de tr¨¢fico, hubo en 2012 alrededor de 5.600 lesionados cerebrales y m¨¢s de 200 medulares. Mar¨ªa Segu¨ª es rotunda: ¡°Si tengo una herramienta efectiva [el uso del casco] para reducir esta lesi¨®n, ?c¨®mo no voy a emplearla para evitar que haya m¨¢s lesionados craneales?¡±, se pregunta. De acuerdo con los datos cruzados de las polic¨ªas locales y la Guardia Civil, las lesiones craneales fueron la causa del 20% de los ciclistas muertos y heridos, si bien los informes no especifican cu¨¢ntos no llevaban casco.

Este tipo de afirmaciones, seg¨²n ConBici, lanzan el falso mensaje de que la bicicleta es un medio peligroso, lo que, unido a la obligatoriedad de llevar casco, puede redundar en una disminuci¨®n del uso de la bicicleta.

Un estudio neozeland¨¦s, que las asociaciones ciclistas suelen enarbolar, ratifica la reducci¨®n de ciclistas en los pa¨ªses donde se ha implantado por ley el uso del casco. No obstante, en la guerra de estudios cient¨ªficos entre partidarios y detractores, Tr¨¢fico alude a uno canadiense publicado en la revista Injury Prevention, que, partiendo del estudio de Nueva Zelanda, concluye que la obligatoriedad del casco en Canad¨¢ no ha supuesto ¡°una reducci¨®n significativa del uso de la bicicleta¡±.

Sin embargo, imponer el casco puede producir el efecto contrario que persigue Tr¨¢fico y aumentar el n¨²mero de accidentes, estima el secretario general de la Asociaci¨®n de Ciclistas Profesionales (ACP), Alfonso Trivi?o. ¡°Hemos aportado a la DGT estudios avalados por la comunidad cient¨ªfica que demuestran que en los pa¨ªses donde se ha implementado el uso obligatorio del casco en las ciudades, el efecto disuasorio ha sido innegable, y adem¨¢s ha aumentado el n¨²mero de accidentes porque precisamente al disminuir el uso masivo de la bici, parad¨®jicamente la siniestralidad crece¡±. Seg¨²n Trivi?o, el conductor de veh¨ªculo de motor ¡°se deshabit¨²a porque encuentra a menos ciclistas y disminuye su estado de alerta¡±.

Existe adem¨¢s, para los detractores del uso del casco en ciudad, un perjuicio econ¨®mico. ¡°Se quebrar¨ªa el sistema p¨²blico de pr¨¦stamos de bicicletas¡±, cree Alfonso Trivi?o. El secretario de Pol¨ªtica Municipal del PSOE, Gaspar Zarr¨ªas, a?ade que la imposici¨®n del uso del casco da?ar¨ªa las inversiones y las infraestructuras que muchos Ayuntamientos han realizado para promover el uso de la bicicleta, con la construcci¨®n, por ejemplo, de carriles bici.

Pero la DGT tambi¨¦n arroja un argumento econ¨®mico. ¡°?Se han hecho estudios que demuestren que las ganancias del sector empresarial y de alquiler son superiores a las del tratamiento de las lesiones privadas?¡±, se preguntan fuentes del departamento. Tr¨¢fico calcula 1,4 millones de euros por cada fallecido y 219.000 euros por cada herido grave, seg¨²n los gastos de los servicios de emergencia, m¨¦dicos, la p¨¦rdida de productividad y los da?os materiales. La cifra es muy similar a la estimada por la Uni¨®n Europea y la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). ¡°Solo los ciclistas identificados como tales por la DGT y fallecidos en 2011 representan una p¨¦rdida econ¨®mica para la sociedad de 68,6 millones de euros¡±, explican fuentes de la DGT, que admiten no disponer del coste del tratamiento y del seguimiento de los heridos graves.

Si, finalmente, la DGT no modifica el borrador del c¨®digo de circulaci¨®n, Espa?a ser¨¢ el ¨²nico pa¨ªs europeo que implantar¨¢ el uso obligatorio del casco en ciudad para ciclistas. Frente a las cr¨ªticas de los usuarios de este tipo de veh¨ªculos, la DGT considera que ¡°los pa¨ªses europeos tienen una larga tradici¨®n ciclista y cuentan con amplias infraestructuras de segregaci¨®n absoluta del tr¨¢fico motorizado¡±, lo que no sucede en Espa?a. Adem¨¢s, recuerdan, el uso del casco en ciudad est¨¢ legislado en pa¨ªses como Nueva Zelanda, Israel, Australia y en 21 estados de Estados Unidos. En cualquier caso, Segu¨ª asegura que ¡°el debate en Europa no est¨¢ cerrado¡±. En Espa?a, puede que el debate contin¨²e, pero la decisi¨®n parece estar tomada.