El enigma Knight: Michelle no quiere ver a su familia
Su abuela asegura que ni ella ni la madre han podido verla porque su nieta no ha querido Un concejal asegura que Knight fue la m¨¢s maltratada por parte de Ariel Castro
Amanda Berry y Gina DeJesus se levantaron ayer en su hogar y rodeadas de su familia, tras los 10 a?os de cautiverio a los que las someti¨® Ariel Castro. Michelle Knight, la primera chica a la que Castro secuestr¨®, lo ha hecho en la cama de un hospital y sola. Su abuela, Deborah Knight, ha asegurado a EL PA?S que la joven de 32 a?os se ha negado a ver a su familia. Desde que el lunes recuperara la libertad, ni la abuela ni la madre, Barbara Knight, han podido verla.
Mientras el FBI y la polic¨ªa nunca cerraron la investigaci¨®n de las desapariciones de Berry y DeJesus, las pesquisas sobre el paradero de Knight se abandonaron pronto. Cre¨ªan que Knight dej¨® a su familia por su propia voluntad, hundida tras perder la custodia de su hijo.
En conversaci¨®n telef¨®nica, la se?ora Knight reconoci¨® que no sabe por qu¨¦ su nieta no ha querido ver a la familia despu¨¦s de 10 a?os. ¡°No s¨¦ las causas. A nosotras solo nos han dicho que se negaba a vernos¡±, ha explicado. Tampoco sabe los motivos por los que Michelle contin¨²a en el hospital. ¡°Hemos preguntado pero no nos han comunicado nada, solo que se encuentra bien y de buen humor¡±, indica. Ignoran si, desde el lunes, Michelle se ha reunido con otras personas. Quiz¨¢ con su hijo de 13 a?os, llamado Joseph Knight, fruto de una violaci¨®n. ¡°Se qued¨® embarazada y tuvo al beb¨¦¡±, cont¨® la se?ora Knight. ¡°Nosotros no tenemos contacto con ¨¦l desde que le arrebataron la custodia¡±, se lamenta Deborah.
La polic¨ªa y el FBI jam¨¢s relacion¨® el caso de Knight con el del Berry y DeJesus
Pero insiste en que ni ella ni la madre de Michelle dejaron jam¨¢s de buscar a la chica. Barbara Knight asegura que nunca par¨® de colocar carteles por todo el barrio, incluso en la puerta tras la que estaba cautiva. Pero hace dos a?os se traslad¨® de Cleveland a Florida ¡°por motivos de salud¡±. ¡°Vino el martes, regres¨® de nuevo y ahora est¨¢ aqu¨ª conmigo¡±, se?ala la abuela. La madre relat¨® a una cadena local que cre¨ªa que Michelle estaba recibiendo en el hospital un tratamiento especial ¡°por sus problemas mentales y otros que pudiera padecer¡±. Su abuela no ha querido confirmar esta circunstancia.
Knight desapareci¨® el 23 de agosto de 2002, tras visitar a un primo, muy cerca de donde, casi un a?o despu¨¦s, se vio por ¨²ltima vez a Berry y dos calles m¨¢s all¨¢ de la cabina telef¨®nica donde se perdi¨® la pista de Gina DeJesus, en 2004. La polic¨ªa y el FBI jam¨¢s relacionaron el caso de Knight con los otros y le dedicaron poco tiempo. Las vigilias que se celebraban en el barrio en cada aniversario de las ausencias de las j¨®venes, nunca incluyeron el nombre de Michelle Knight. Aunque la polic¨ªa no ha confirmado ning¨²n detalle, la cadena CNN ha asegurado que durante su encierro las j¨®venes siguieron estas vigilias en la televisi¨®n. La abuela de Knight no sabe si eso llev¨® a pensar a la chica que su familia no se preocupaba por ella. ¡°La televisi¨®n ha dicho que nosotras nunca la buscamos, pero eso no es verdad. No s¨¦ lo que pudo creer Michelle, si es que lleg¨® a ver algo por televisi¨®n¡±, afirma.
Una de las tres chicas, no se sabe cu¨¢l, sufri¨®, al menos, cinco abortos, provocados por Castro al golpearla en el abdomen y obligarla a no comer
Diversas fuentas afirman que Knight fue la que m¨¢s maltratos sufri¨® durante su encierro. Explican que Castro amenaz¨® a Knight con seguir la misma suerte del beb¨¦ que estaba dando a luz su compa?era Amanda Berry si no lograba que naciera con vida. Las autoridades sostienen que Berry dio a luz en una piscina hinchable el d¨ªa de Navidad de 2006. Un concejal del Ayuntamiento de Cleveland, Brian Cummins, tambi¨¦n ha confirmado que una de las tres chicas, no sabe cu¨¢l, sufri¨®, al menos, cinco abortos provocados por Castro al golpearla y obligarla a no comer.
Cuando la abuela y la madre de Michelle fueron informadas de la aparici¨®n de la joven sintieron ¡°una felicidad asombrosa¡±. Una alegr¨ªa que, de momento, no han podido compartir con ella, la chica que m¨¢s tiempo pas¨® encerrada en la casa de la Avenida Seymour y a la que menos se busc¨®.
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