Una fiebre para relamerse
Las t¨¦cnicas de reposter¨ªa tra¨ªdas de Estados Unidos e Inglaterra abren un nuevo nicho de mercado dominado por mujeres - La vuelta al ¡®hecho en casa¡¯ aviva su ¨¦xito
Ser¨¢n cosas de las series americanas, pero en los ¨²ltimos tres a?os las tiendas de reposter¨ªa creativa est¨¢n creciendo exponencialmente en las grandes capitales espa?olas. No hay un registro oficial, pero varias fuentes del sector coinciden en que superan el centenar, entre tiendas f¨ªsicas y venta online. En estos comercios, casi siempre regentados por mujeres, se venden todo tipo de utensilios e ingredientes para hacer tartas fondant (cubiertas con una pasta de az¨²car), cupcakes (peque?as raciones de pastel muy vistosas), o galletas decoradas. ?Han venido estas t¨¦cnicas para quedarse?
¡°No creo que sigan con la locura actual, tendr¨¢n que ajustarse, pero yo creo que se quedar¨¢n¡±, considera Alma Obreg¨®n, uno de los rostros m¨¢s visibles de esta tendencia en Espa?a. A sus 28 a?os, tiene un programa sobre cupcakes en el canal Divinity y su libro Objetivo: cupcake perfecto (El Pa¨ªs Aguilar) es todo un ¨¦xito. Su historia arranc¨® en 2010, cuando abri¨® un blog con la meta de encontrar la versi¨®n ideal de este pastelito. Tiene taller propio en Madrid, donde imparte clases, y ha dejado aparcado, de momento, su prometedora carrera musical, tiene el t¨ªtulo superior de viol¨ªn y el profesional de piano. Hoy sale a la venta su segundo libro. Objetivo: tarta perfecta.
Algunas de las empresarias que han abierto estas tiendas, la mayor¨ªa con otras carreras profesionales truncadas por la crisis, creen que su boom se debe a series norteamericanas como Sexo en Nueva York o Mujeres desesperadas, donde era muy habitual recibir a los vecinos con una bandeja de magdalenas o hacer cupcakes. No van tan desencaminadas, los soci¨®logos piensan lo mismo, aunque no lo atribuyen exclusivamente al efecto de los medios.
El soci¨®logo Carlos Fern¨¢ndez, de la Universidad Aut¨®noma de Madrid, relaciona este fen¨®meno con tres factores: el impacto de las innovaciones de la cocina norteamericana; que la crisis econ¨®mica haya puesto a muchas mujeres a estimular su creatividad en la cocina, bien porque est¨¢n desempleadas o porque acceden a peores empleos; y. por ¨²ltimo, la tendencia del downshifting (vivir mejor con menos), que incluye un mayor disfrute del tiempo en el hogar.
Series como 'Mujeres Desesperadas' han ayudado a dar a conocer estos postres
¡°Es una afici¨®n que te hace disfrutar tres veces: cuando lo compras, porque son cosas bonitas; cuando lo est¨¢s preparando, porque un pastel en el horno huele muy bien, y cuando lo comes, o lo regalas¡±, explica Carmen Ulloa, de la divisi¨®n espa?ola de Cakesuplies, uno de los mayores mayoristas de estas tiendas. Esta empresa, originaria de Holanda y fundada por una mujer, decidi¨® abrir hace un a?o y medio en Espa?a porque les llegaban muchos pedidos a trav¨¦s de Internet y ten¨ªan dificultades por la barrera del idioma. Ulloa, con una carrera profesional centrada en el marketing desarrollada en Holanda, vio la oportunidad perfecta para trabajar en un sector que adora: la reposter¨ªa. En su sede central, en Alicante, trabajan ocho personas.
El negocio de las tartas fondant arranc¨® con la venta de todos los accesorios e ingredientes necesarios para hacer estar creaciones, la mayor¨ªa importados, y se complet¨® con cursos de formaci¨®n.
"Genera un placer que no se logra al comprar una tarta", dice el soci¨®logo Carlos Fern¨¢ndez
¡°Cuando vi que un curso costaba m¨¢s de 100 euros me llev¨¦ las manos a la cabeza, pero al ver que todo lo que hac¨ªan era tan bonito, le insist¨ª a mi marido, y me matricul¨¦ en el primero¡±, cuenta Leyla Moya, ama de casa de M¨¢laga y madre de dos ni?os.
Esta formaci¨®n le sirvi¨® para descubrir una nueva afici¨®n y para hacer un c¨ªrculo que amigos. Ahora tiene un blog, en el que cuelga sus creaciones, e incluso vende algunas tartas a conocidos. ¡°Hoy mismo he salido de excursi¨®n al campo con Leila, que es una de mis alumnas¡±, explica Maril¨® Flores, maestra de educaci¨®n infantil y profesora de reposter¨ªa en M¨¢laga. Ella es una de las pocas que compagina la reposter¨ªa con otra profesi¨®n. ¡°No dejar¨ªa a mis ni?os por nada¡±, dice, en referencia a su clase en de la barriada malague?a de La Palmilla . ¡°Los lunes hacemos fondant en el colegio con lo que nos sobra del taller¡±, explica. Flores dej¨® la tienda en manos de su familia e imparte los cursos los fines de semana. ¡°Afortunadamente no me faltan alumnos¡±, reconoce. ¡°No s¨¦ si ser¨¢ porque estamos en la Costa del Sol, y aprovechan para pasar unos d¨ªas en la playa, pero vienen de Holanda, Italia...¡±, explica.
Los mayoristas han reorientado el negocio hacia los particulares
El ¨¦xito de la reposter¨ªa creativa no ha tardado en despertar recelos de otros sectores, como la pasteler¨ªa tradicional. Algunos comercios ven en ellos una competencia indirecta. Los mayoristas se han reorientado hacia ellos. Empresas que vend¨ªan utensilios para obradores, ahora lanzan sus ofertas para hogares, por ejemplo, de mezcladoras Kitchen Aid, todo un objeto de deseo entre las aficionadas a hacer pasteles que dif¨ªcilmente se puede adquirir por menos de 500 euros.
Empresas como la catalana Sosa Ingredents, que antes trabajaban para hosteler¨ªa, han ideado una l¨ªnea espec¨ªfica: Home Chef. Con ella, comercializan productos, como pastas de frutas que antes vend¨ªan para pasteleros, pero en botes m¨¢s peque?os. En C¨¢diz, otros emprendedores intentan fabricar el fondant, pasta de az¨²car con la que se recubren los bizcochos para despu¨¦s decorarlos.
Los precios de productos y utensilios suelen ser altos, principalmente porque son importados. Un frasco de extracto de vainilla de un tama?o razonable, necesario para hacer galletas o magdalenas, cuesta unos ocho euros. Un cortador de galletas sale por unos tres euros. Con todo, las tiendas suelen estar desabastecidas. ¡°Se hacen pedidos por ejemplo, de unos 30.000 euros, que tienen que pasar aduanas, por lo que se tardan un tiempo en llegar. Los costes del env¨ªo tambi¨¦n hacen que se espacien en el tiempo¡±, explica la due?a de una de estas tiendas.
"Es ideal para llevar algo de dinero al hogar en tiempos de crisis", dice el pastelero Carlos Lischetti
¡°El coste de los productos sigue siendo inferior al de otras formas de ocio, como ir a cenar a un restaurante¡±, aporta el soci¨®logo Carlos Fern¨¢ndez. ¡°Proporciona el placer no s¨®lo del sabor, sino de trabajar en algo creativamente, experiencia que no se obtiene comprando la tarta en la pasteler¨ªa¡±, a?ade.
Maril¨® Flores, que imparte sus talleres en la Casita Dulce de las Flores, coincide con este planteamiento y a?ade que suben la autoestima: ¡°Vivimos en una sociedad en el que el refuerzo positivo es casi inexistente y reconforta mucho que alaben lo rico o bonito que ha quedado un pastel¡±.
Al hablar de estas pasteleras creativas, Gaspar Br?ndle, especializado en sociolog¨ªa del consumo, puntualiza que esta tendencia no afecta a todas las mujeres, sino a quienes cumplen un determinado perfil sociodemogr¨¢fico. Aunque la Universidad de Murcia, centro donde trabaja, no tiene l¨ªneas de investigaci¨®n en este campo, Br?ndle considera que suele coincidir con una mujer con un nivel educativo medio alto (lo que podr¨ªa explicar estar al tanto de las modas o al uso de interet) y probablemente insertadas en el mercado laboral. ¡°Quiz¨¢ esto podr¨ªa explicar que lo tomen como una actividad l¨²dica de desconexi¨®n¡±, matiza.
Br?ndle tambi¨¦n lo relaciona con una actividad social, de pretexto para la reuni¨®n con personas cercanas.
En la Asociaci¨®n Espa?ola de Dise?adores de Tartas, que cuenta con 300 socios y 10 delegaciones, puntualizan que el perfil est¨¢ cambiando. ¡°Hasta no hace demasiado tiempo era casi exclusivo para mujeres, pero en los ¨²ltimos tiempos se han sentado unas bases muy fuertes en hombres que tambi¨¦n est¨¢n destacando¡±, asegura su presidente, Carlos ?lvarez Calusky.
¡°Hay un hombre cada 100 mujeres, pero destacan mucho porque son muy concienzudos y apenas hablan¡±, comenta entre risas el argentino Carlos Lischetti, toda una autoridad en modelado de figuras de az¨²car. Este pastelero de 38 a?os afincado en Escocia imparte talleres por toda Europa. ¡°Este ¨¦xito en tiempos de crisis no es casual, es una f¨®rmula ideal para poder aportar algo a la econom¨ªa dom¨¦stica sin hacer grandes inversiones¡±, comenta.
Las t¨¦cnicas de reposter¨ªa creativa se han importado de Estados Unidos, Inglaterra o Argentina. La marca l¨ªder, Wilton, marca las tendencias. ¡°Si Wilton decide que trabajamos con papel comestible, todos a idear dise?os¡±, resumen las due?as de las tiendas. Tienen sistemas por el que la casa norteamericana reconoce a las profesoras acreditadas para impartir sus t¨¦cnicas, algo que les da prestigio y certifica la calidad de sus cursos.
Como en todo, hay estrellas, que visitan Espa?a, cobran precios astron¨®micos por sus lecciones magistrales y presentan sus libros. La exempleada de banca Sonia Rinc¨®n, de Manenas, ha publicado ya un libro de galletas junto a su madre, la economista Rosa Mar¨ªa Escribano. Todo surgi¨® porque quer¨ªan espa?olizar esta tendencia. Crearon 44 galletas para celebraciones propias de nuestra cultura: para Reyes, la Feria de abril. As¨ª surgi¨® Decora tus galletas (Editorial Base).
Entre los clientes de su taller hay aficionadas a la reposter¨ªa. Tambi¨¦n recurren a ella obradores que lo cierran al p¨²blico durante una semana para aprender las t¨¦cnicas.¡°Igual no quieren comercializarlo, porque son trabajos muy laboriosos y ser¨ªan muy caros, pero s¨ª quieren poder ofrecer ese producto a un cliente¡±, explica. Su madre, tambi¨¦n miembro del negocio, ha acudido recientemente a un curso a Madrid impartido por Debbie Brown, una de las reinas de las tartas infantiles. El precio: 550 euros por 16 horas. Ese dinero no duele, es inversi¨®n para seguir horneando.
Hacer galletas, la terapia m¨¢s dulce
Son la versi¨®n espa?ola de Salvada por los pasteles (Plaza & Jan¨¦s), el libro en el que la novelista irlandesa Marian Keyes cuenta c¨®mo la reposter¨ªa le ayud¨® a superar una depresi¨®n que le imped¨ªa relacionarse y que la tuvo atrapada cerca de dos a?os. Paola Mu?oz, de 36 a?os, y Mariel Gancitano, de 25, han visto en los cake-pops, una especie de chupa-chups con bola de bizcocho y cobertura de chocolate, y en las tartas fondant (recubiertas de una capa de az¨²car y con dise?os personalizados), su terapia m¨¢s dulce.
Paola acaba de terminar 100 cake-pops para una comuni¨®n. Se los va a regalar a una enfermera de la planta de oncolog¨ªa del hospital en el que recibe tratamiento por una reca¨ªda de c¨¢ncer de mama. Esta mujer, que antes trabajaba como educadora en barrios marginales de M¨¢laga, se siente muy compensada por sus beneficios. ¡°Es un verdadero escape, me hace sacar fuerzas que no tengo¡±, dice. Y eso que los pasteles no le gustan nada. ¡°Ver las caras de quienes lo reciben es el mejor regalo¡±, asevera.
En C¨®rdoba, Mariel Gancitano est¨¢ feliz porque puede responder a las preguntas de esta entrevista sin perder el resuello. Hace un mes y siete d¨ªas que recibi¨® dos pulmones nuevos. Una de sus ilusiones es matricularse en un curso de fondant y aprenderlo en serio. ¡°Ve¨ªa el fondant como algo inaccesible y cuando descubr¨ª el blog Pan, dulces y otras palabras, de Maril¨® Flores (profesora de fondant en M¨¢laga) me ilusion¨¦ mucho¡±, relata. Mariel naci¨® en Argentina, donde estas t¨¦cnicas llevan implantadas desde hace m¨¢s de 30 a?os. De su infancia recuerda el sabor de esas tartas con capas de az¨²car. ¡°Cuando hablaba con alg¨²n argentino les explicaba que esta modalidad de reposter¨ªa no exist¨ªa aqu¨ª y yo misma segu¨ªa sin poder cre¨¦rmelo¡±, rememora por tel¨¦fono.
Mariel aguarda que el hospital le d¨¦ el alta y autorice su paso a un piso tutelado. Los dos ¨²ltimos a?os han sido especialmente duros para ella. ¡°Cada d¨ªa estaba un poco m¨¢s metida en casa¡±, recuerda. Aprender a forrar tartas con fondant la motiv¨® mucho. A trav¨¦s de su ordenador compart¨ªa fotograf¨ªas, comentarios y experiencias. ¡°Me serv¨ªa para evadirme de dolores, tos y angustia¡±, explica.
Keyes, la escritora que experiment¨® una pasi¨®n similar, plasm¨® en un libro de recetas sus experiencias con los cucharones. Aderez¨¢ndolas con su particular humor se reconcili¨® con la escritura. Ya tiene lista una nueva novela, Hellen no puede dormir, cargada de notas autobiogr¨¢ficas.
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