Atracci¨®n y consolidaci¨®n del talento cient¨ªfico en Espa?a
Para que un pa¨ªs pueda atraer talento necesita un compromiso presupuestario, un dinamismo en las instituciones y una consolidaci¨®n de la carrera investigadora, hoy por hoy deficientes en Espa?a.
Durante los ¨²ltimos meses hemos estado observando un gran numero de publicaciones en lo referente a la existencia o no de un ¨¦xodo cient¨ªfico o sobre la materia de qu¨¦ clase de ¡°cerebros¡± se han de atraer al sistema I+D+i espa?ol. Creemos que es el turno de mostrar la opini¨®n de esos investigadores que estamos lejos del pa¨ªs que nos form¨®.
Si bien se precisa contrastar de una manera fidedigna los datos que esgrimen unos y otros en el debate de la fuga de cerebros, no queremos olvidar que, pese a todo lo que se pueda intuir atrevidamente, no sabemos el motivo personal de cada uno de esos investigadores a la hora de decidir salir del pa¨ªs. Muchos habr¨¢n decidido irse por su propio pie, a formarse en otros centros prestigiosos, siguiendo los pasos de aquellos cient¨ªficos de renombre que muchos a?os antes tomaron la misma decisi¨®n. Algunos se habr¨¢n establecido en esos pa¨ªses por la carencia de programas que favorezcan su retorno. Muchos otros no habr¨¢n tenido m¨¢s remedio que emigrar dada la falta de oportunidades que se est¨¢ viviendo por culpa de la situaci¨®n econ¨®mica actual.
Indistintamente del motivo, el resultado es una comunidad cient¨ªfica en el extranjero de una calidad excepcional, que no s¨®lo es capaz de competir en el exterior consiguiendo contratos del European Research Council (ERC), de las Marie Curie Actions o de la European Molecular Biology Organization (EMBO), sino que tambi¨¦n quiere participar en la mejora y calibraci¨®n del sistema de I+D+i espa?ol. Fruto de ello, dos sociedades hermanas se han organizado: Cient¨ªficos Espa?oles en la Rep¨²blica Federal de Alemania (CERFA) y Cient¨ªficos Espa?oles en el Reino Unido (SRUK/CERU). Entre ambas aglutinan a m¨¢s de 600 investigadores, algunos de ellos galardonados con el Premio Pr¨ªncipe de Asturias o pertenecientes a la prestigiosa Royal Society.
Hay que ganar la Eurocopa de las patentes, el Mundial del avance cient¨ªfico y la Copa Davis del desarrollo tecnol¨®gico
Queremos resaltar que consideramos que la movilidad es esencial en la carrera investigadora y enriquecedora a nivel personal. Esta movilidad lleva ocurriendo desde antes del siglo XVIII y seguir¨¢ ocurriendo, m¨¢s a¨²n en el mundo global en el que vivimos, independientemente de la situaci¨®n econ¨®mica o pol¨ªtica. Por consiguiente, apoyamos la movilidad en todas sus vertientes: movilidad interna (a nivel de centros, universidades, institutos y comunidades aut¨®nomas), emigraci¨®n cient¨ªfica, retorno y por supuesto captaci¨®n de talento extranjero.?
De este modo, estamos totalmente de acuerdo con la opini¨®n de que resulta esencial atraer talento a Espa?a, sea espa?ol o no. Para la atracci¨®n de este talento, creemos que un pa¨ªs necesita un compromiso presupuestario, un dinamismo en las instituciones y una consolidaci¨®n de la carrera investigadora, que hoy por hoy percibimos deficientes, pero mejorables, en Espa?a.
La situaci¨®n de crisis mundial que vivimos ha generado un criticable recorte en la financiaci¨®n del joven sistema de I+D+i espa?ol, pero otro problema de fondo se ha estado enquistando desde la creaci¨®n del primer Plan Nacional de Ciencia hace ya 27 a?os. La falta de dinamismo o la poca flexibilidad del mercado laboral cient¨ªfico espa?ol, no s¨®lo dificulta enormemente la supervivencia de los j¨®venes cient¨ªficos a?o tras a?o, sino que adem¨¢s lastra el avance de la ciencia espa?ola al obstaculizar enormemente la contrataci¨®n de cerebros (extranjeros o de casa) y su posterior consolidaci¨®n. Los cient¨ªficos, cosa que no ocurre en otros grupos laborales, deben pasar una odisea para poder certificar, convalidar, traducir y opositar con el fin de traer su talento a Espa?a, cosa que, no ocurre en los pa¨ªses que se sit¨²an a la cabeza en materia de ciencia.
Un claro s¨ªntoma de este problema se materializa en las universidades espa?olas, centros que deber¨ªan ser el motor de la ciencia nacional. S¨®lo hace falta pasearse por ellas para comprobar c¨®mo los departamentos se nutren de investigadores predoctorales, algunos sin ser remunerados, de profesores titulares y, en el mejor de los casos, doctores con contratos a ¡°media jornada¡± y/o dise?ados para titulados de menor formaci¨®n acad¨¦mica. En este organigrama falta claramente la important¨ªsima figura del investigador postdoctoral. Quiz¨¢s sea ¨¦ste uno de los muchos motivos por los que ninguna Universidad espa?ola est¨¦ entre las 200 mejores a nivel mundial (seg¨²n los rankings m¨¢s reconocidos).
La figura del investigador postdoctoral es claramente necesaria en cualquier laboratorio que quiera ser competitivo y m¨¢s en las universidades espa?olas, donde los jefes de grupo est¨¢n cargados de horas lectivas, tutor¨ªas y largas horas de burocracia sin sentido. Dichos ¡°postdocs¡± no s¨®lo tienen el ¡°hambre¡± de competir a nivel europeo solicitando becas y proyectos, que a su vez atraer¨¢n a m¨¢s investigadores a Espa?a, sino que tambi¨¦n ampl¨ªan y diversifican las l¨ªneas de investigaci¨®n del grupo, buscan publicar m¨¢s y mejor y liberan al jefe de grupo de parte de sus responsabilidades.
Ahora bien, si en las universidades espa?olas la ¨²nica opci¨®n es la de opositar para un puesto de funcionario, dificultado por la escasa disponibilidad que existe, esto conduce a un abandono de las universidades en meras instituciones formativas de las que cualquier investigador que quiera sobrevivir a nivel mundial intenta escapar.
En pa¨ªses como Reino Unido, no se concibe conceder un proyecto de investigaci¨®n sin asociar a ¨¦ste el presupuesto necesario para la contrataci¨®n del personal que va a ejecutar dicho proyecto. Esto no ocurre ni ha ocurrido en su justa proporci¨®n en el sistema espa?ol, ni siquiera en ¨¦pocas de bonanza. Evidentemente, no es suficiente s¨®lo con atraer a m¨¢s investigadores postdoctorales, si no que tambi¨¦n hay que ofrecer a ¨¦stos la posibilidad de consolidarse e iniciar sus propios grupos de investigaci¨®n. Esto implica la creaci¨®n de un modelo de financiaci¨®n que facilite el establecimiento de una carrera investigadora, de tal modo que haya programas de financiaci¨®n espec¨ªfica para investigadores postdoctorales de diversos grados y tambi¨¦n para jefes de grupo n¨®veles. Por supuesto con programas meritocr¨¢ticos y competitivos d¨®nde los mejores puedan continuar con su labor cient¨ªfica. La combinaci¨®n de la atracci¨®n de j¨®venes cerebros altamente preparados y una mayor oferta de consolidaci¨®n, ayudar¨ªan enormemente en el establecimiento de un plan cient¨ªfico a largo plazo para situar a Espa?a entre el top 3 de los pa¨ªses ¡°cient¨ªficos¡± europeos y del top 10 mundial.
Este hecho representar¨ªa un pilar fundamental para favorecer la movilidad interna. Porque emigrar a otro pa¨ªs deber¨ªa ser una opci¨®n, que claramente nosotros apoyamos puesto que en su d¨ªa decidimos tomarla con todas sus consecuencias, pero no deber¨ªa ser una obligaci¨®n. Mucha gente no quiere o no puede abandonar un pa¨ªs donde tiene establecida una vida, una familia y unos amigos, aboc¨¢ndose a la desesperada decisi¨®n entre salir o dejar la ciencia (quiz¨¢s tambi¨¦n por la falta de otras oportunidades laborales relacionadas con la ciencia y que bien merecer¨ªa otro debate). El aumento de los contratos postdoctorales asociados (o no) a proyectos facilitar¨ªa una movilidad interna, que evitar¨ªa la endogamia, que favorecer¨ªa el enriquecimiento del cient¨ªfico, que propiciar¨ªa opciones a aqu¨¦llos que deciden no emigrar y que servir¨ªa tambi¨¦n para atraer talento exterior que impulsar¨ªa a¨²n m¨¢s el enriquecimiento grupal e individual. Todo esto ofrecer¨ªa la posibilidad de investigar en Espa?a a un nivel equiparable al de nuestros vecinos.
Somos conscientes de que una propuesta similar acarrear¨ªa un incremento en el presupuesto p¨²blico que quiz¨¢s, paladines de la austeridad tachar¨ªan de impropio en el contexto actual. Creemos que un cambio en el modelo de financiaci¨®n es necesario. Primero, se hace necesario un compromiso presupuestario estructural, que no coyuntural, independiente del partido que gobierne, que se acerque al porcentaje del PIB que invierten pa¨ªses punteros y que garantice la investigaci¨®n de base y la estructura de una carrera cient¨ªfica por etapas. Segundo, se precisa un est¨ªmulo de la inversi¨®n privada mediante la implantaci¨®n de programas efectivos que permitan transferir al tejido empresarial los resultados de las investigaciones. Estos programas podr¨ªan basarse en redes multidisciplinares que trasladasen los conocimientos b¨¢sicos d¨¢ndoles el uso y el retorno que merece la sociedad y el sistema. De este modo, se fomentar¨ªa tambi¨¦n la interacci¨®n entre el mundo acad¨¦mico y la industria, la inversi¨®n privada y un mayor abanico de oportunidades profesionales. Por ¨²ltimo, hay que crear e incentivar un entramado de Fundaciones privadas y p¨²blicas que sirvan de mecenas, que sean una v¨ªa para canalizar las donaciones que tanto el ciudadano de a pie como el fil¨¢ntropo de turno tengan a bien aportar, siguiendo el modelo por el cual la ciencia recibe un importante aporte en pa¨ªses como Reino Unido y Alemania. Son estas fundaciones las que tienen la oportunidad de erigirse en estandartes nacionales de la ciencia como lo son la Royal Society y la Wellcome Trust Foundation en Reino Unido o la Alexander von Humboldt Foundation y la German Research Foundation (DFG) en Alemania.
Espa?a tiene mucho margen de mejora, tiene multitud de observadores en el extranjero (datos de algunos de los pa¨ªses de acogida nos indican que hay m¨¢s de 2000) que pueden aportar su granito de arena implic¨¢ndose en la mejora y dinamizaci¨®n del sistema de I+D+i actual. En la mano de los gobiernos y las fundaciones queda el sentarse con los investigadores, escucharlos y apostar definitivamente por un pa¨ªs cient¨ªfico y tecnol¨®gico, que sobreviva o al menos supere m¨¢s r¨¢pidamente las crisis c¨ªclicas como la que vivimos. Desde Alemania y Reino Unido estamos a disposici¨®n de quien quiera escucharnos para apoyar y mejorar el sistema de investigaci¨®n y desarrollo del futuro espa?ol que nos permita ganar tambi¨¦n la Eurocopa de las patentes, el Mundial del avance cient¨ªfico y la Copa Davis del desarrollo tecnol¨®gico, que con el tiempo no s¨®lo atraer¨¢ inversi¨®n privada sino tambi¨¦n cerebros espa?oles, e internacionales, que ayuden a dise?ar un pa¨ªs mejor. Por favor, no les cerr¨¦is las puertas a esa generaci¨®n.
Ra¨²l Delgado Morales es Investigador postdoctoral Marie Curie en el Instituto Max Planck de Psiquiatr¨ªa en Munich (Alemania) y Presidente de la Sociedad de Cient¨ªficos Espa?oles en la Rep¨²blica Federal de Alemania (CERFA).
Lorenzo Melchor es Investigador postdoctoral en el Institute of Cancer Research de Londres (Reino Unido) y Presidente de la Sociedad de Cient¨ªficos Espa?oles en Reino Unido (SRUK/CERU).
Eduardo Oliver es Investigador postdoctoral en el Imperial College de Londres (Reino Unido) y Director de la delegaci¨®n de Londres de la Sociedad de Cient¨ªficos Espa?oles en Reino Unido (SRUK/CERU).
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