Yoga, ?ejercicio o religi¨®n?
Pol¨¦mica en Estados Unidos por la inclusi¨®n de esta pr¨¢ctica en los colegios Algunas familias dicen que es ¡°adoctrinamiento religioso¡±
Cada vez son m¨¢s los menores que estudian yoga en las escuelas de primaria de Estados Unidos. El objetivo es que los alumnos aprendan a relajarse al tiempo que mejoran su estado de salud, su flexibilidad y sus habilidades motoras. La creciente popularidad de esta pr¨¢ctica, apoyada directamente por la Casa Blanca, ha topado sin embargo con los recelos de algunas familias que consideran que se trata de una pr¨¢ctica religiosa.
La pol¨¦mica ha estallado con la incorporaci¨®n del yoga como una asignatura m¨¢s en los nueve centros educativos de Encinitas, al norte de San Diego (California), un municipio de 60.000 habitantes que se ha convertido en el primero del pa¨ªs en aplicar una medida de este tipo y el que cuenta con un mayor n¨²mero de clases y locales de yoga per capita de todo el pa¨ªs.
Una familia cristiana ha puesto una demanda contra la medida
Las clases, dirigidas a 5.000 ni?os de 5 a 12 a?os, se imparten dos veces por semana y duran una media de 30 minutos: ¡°Los ejercicios incluyen estiramientos, ejercicios calist¨¦nicos ¡ªen los que se usa el propio cuerpo para ofrecer resistencia¡ª, y t¨¦cnicas de concentraci¨®n que fortalecen la mente como, por ejemplo, conseguir mantener el equilibrio sobre un pie¡±, explica Russell Case, director de la Fundaci¨®n Jois, organizaci¨®n que subvenciona el programa en Encinitas. La Fundaci¨®n ha donado 533.000 d¨®lares (412.000 euros), a trav¨¦s de una beca, a estos nueve centros escolares. El programa durar¨¢ tres a?os y, a la vez, se ¡°est¨¢ desarrollando un estudio sobre los beneficios del yoga en menores¡±, se?alan.
Con esta iniciativa, la organizaci¨®n aspira a que el programa se convierta ¡°en un modelo nacional que ayude a los alumnos de todas las escuelas a aprender habilidades que luego puedan emplear en su vida¡±, seg¨²n informa por tel¨¦fono su portavoz, Jennifer Searle. El pr¨®ximo paso es implantarlo en el distrito de Rockaways (Nueva York), una de las zonas m¨¢s afectadas por el paso de la tormenta tropical Sandy el pasado octubre. ¡°Empezaremos con cuatro escuelas con un total de 3.500 ni?os¡±, informa Case.
En un municipio de 60.000 habitantes de San Diego es una asignatura m¨¢s
El yoga es una disciplina f¨ªsica y mental que tiene su origen en la antigua India. La palabra se asocia normalmente a pr¨¢cticas de meditaci¨®n en el hinduismo, el budismo y el jainismo. Seg¨²n sus practicantes, experimentar esta disciplina provoca tres estados diferentes seg¨²n la creencia del yogui: la uni¨®n del alma individual con la divinidad, la espiritualidad o el bienestar f¨ªsico y mental. ¡°Al igual que ocurre con otros m¨¦todos de meditaci¨®n que tienen como fin mejorar la salud, algunos tipos de yoga combinan posturas f¨ªsicas con t¨¦cnicas de relajaci¨®n y respiraci¨®n¡±, seg¨²n explica el Departamento de Salud local.
¡°Todo el programa se basa en la idea de suplir la deficiencia patente que existe en California. Muchos colegios cuentan con muy pocos fondos y su ¨²nica opci¨®n es sacar a los alumnos al patio durante la clase de gimnasia¡±, explican sus portavoces. ¡°Estas escuelas hacen ex¨¢menes online que los alumnos deben superar para aprobar la asignatura de Educaci¨®n F¨ªsica. Lo que ha ocurrido en el distrito escolar de Encinitas es que se ha dise?ado un programa que fomenta la salud y lucha contra la obesidad infantil a trav¨¦s de clases que est¨¢n dirigidas a aprender c¨®mo comer de forma equilibrada, c¨®mo hacer ejercicio y c¨®mo reducir el estr¨¦s¡±, a?aden.
¡°Queremos ni?os tranquilos que se concentren mejor¡±, dice un profesor
¡°Lo que queremos conseguir con el yoga son ni?os m¨¢s tranquilos y que se puedan concentrar y aprender mejor. Y que, paralelamente, y seg¨²n adquieran conocimiento, su autoestima aumente y sean capaces de controlar su comportamiento y su entorno¡±, se?ala por tel¨¦fono el subdirector del Departamento de Salud de Encinitas, David Miyashiro. ¡°El programa no incluye solo yoga, tambi¨¦n les ense?amos a cocinar, a cultivar sus propios alimentos y a ejercitar el cuerpo y la mente de distintas maneras¡±, sostiene Miyashiro.
Russell Case, de la Fundaci¨®n Jois, sostiene que el objetivo ¨²ltimo es lograr que los alumnos disfruten m¨¢s y se sientan m¨¢s seguros. ¡°Los padres aman a sus hijos, y est¨¢n preocupados por la presi¨®n a la que estos est¨¢n sometidos. Y nuestro objetivo es que estos alumnos reciban el amor que se merecen cuando est¨¢n en el colegio¡±, se?ala.
La Casa Blanca avala la t¨¦cnica, con 20,4 millones de practicantes
Estos mensajes de apoyo incondicional a la nueva asignatura, sin embargo, no son compartidos por toda la comunidad escolar. Una de las familias, respaldada por una organizaci¨®n cristiana, ha puesto el grito en el cielo y ha interpuesto una demanda contra la medida. Lo que para las autoridades educativas es una actividad divertida y saludable, beneficiosa para todo tipo de alumnos, para los demandantes es un ¡°adoctrinamiento que choca con sus creencias religiosas¡±, seg¨²n se espec¨ªfica en el documento jur¨ªdico.
La familia se?ala, entre otros aspectos, que los ni?os que no acuden al programa de yoga, por motivos ideol¨®gicos mayoritariamente, ¡°est¨¢n perdiendo de 60 a 90 minutos de ejercicio a la semana porque pasan ese tiempo sentados o leyendo¡±. De acuerdo con un comunicado, los demandantes no buscan ninguna compensaci¨®n de tipo econ¨®mico, sino que exigen que ¡°se suspenda definitivamente el programa en Encinitas¡±.
Los opositores piden que el yoga sea una materia extraescolar
¡°El yoga tiene un componente religioso claro. Les est¨¢n ense?ando a los alumnos c¨®mo deben meditar, c¨®mo deben buscar la paz y la tranquilidad, c¨®mo deben controlar sus emociones. Por ejemplo, en la postura del saludo al sol se adora al dios Surya. Nadie puede negar que el yoga es ejercicio f¨ªsico, pero tambi¨¦n interfiere en cuestiones de fe¡±, explica en el texto Mar¨ªa Eady, portavoz de los padres.
El abogado principal de la familia, Dean Broyles, ha declarado a trav¨¦s de un comunicado que ¡°el Programa de Yoga Ashtanga en Encinitas representa una grave violaci¨®n de la libertad moral de los ciudadanos¡±. ¡°Si soy franco, se trata del caso m¨¢s claro de violaci¨®n de los derechos de la libertad religiosa hacia los ciudadanos que he presenciado en mis 18 a?os de carrera profesional como abogado constitucional¡±, a?adi¨®.
El tipo ashtanga, en comparaci¨®n con otras modalidades de yoga, utiliza poco la meditaci¨®n y sus movimientos son m¨¢s r¨¢pidos e intensos. Durante la clase, se sincronizan las posturas ¡ªlas asanas¡ª con la respiraci¨®n y siempre se repiten en el mismo orden. Es uno de los tipos de yoga m¨¢s demandados en EE UU. Por ejemplo, la cantante Madonna o la presentadora de televisi¨®n Oprah Winfrey lo practican de forma regular. Los padres que se oponen al programa escolar aseguran que no est¨¢n en contra del yoga en s¨ª, pero que prefieren que sea una actividad extraescolar y de libre elecci¨®n para los alumnos.
Alega que supone ¡°una grave violaci¨®n de la libertad moral¡±
La pr¨¢ctica del yoga en las escuelas goza del respaldo de la mism¨ªsima Administraci¨®n de Barack Obama, que lo considera un ¡°ejercicio saludable¡± para los alumnos con un claro componente espiritual. La Casa Blanca se?al¨® el pasado mes de abril que entre sus objetivos est¨¢ ¡°animar a los centros educativos a que implanten esta actividad deportiva en su programa escolar y as¨ª hacer de EE UU una naci¨®n m¨¢s sana¡±. ¡°El yoga se ha convertido en un idioma universal y espiritual en nuestro pa¨ªs, que ha traspasado los l¨ªmites de cualquier religi¨®n o cultura¡±, a?ad¨ªa la Casa Blanca entonces.
Seg¨²n el ¨²ltimo estudio realizado en 2012 por Yoga Journal (fundada en 1975, es una de las revistas dedicadas a esta disciplina m¨¢s le¨ªda del mundo), unos 20,4 millones de personas practican esta t¨¦cnica de meditaci¨®n y relajaci¨®n f¨ªsica y mental en el pa¨ªs, comparado con los 15,8 millones que lo hac¨ªan en 2008.
El 80,2% de los yoguis son mujeres y el 62,4% tienen edades comprendidas entre los 18 y los 44 a?os. La poblaci¨®n que acude a clases de yoga con m¨¢s frecuencia es mayoritariamente aquella que cuenta con altos ingresos y estudios universitarios. Adem¨¢s, los estadounidenses gastan 10.300 millones de d¨®lares anuales (7.900 millones de euros) en productos relacionados con el yoga, y los beneficios de este sector han aumentado un 87% en los ¨²ltimos cuatro a?os. En 2007, 1,5 millones de ni?os hac¨ªan yoga en el pa¨ªs, seg¨²n datos del Departamento de Salud de EE UU.
¡°El debate se ha avivado a¨²n m¨¢s desde el momento en que la Casa Blanca ha apoyado una medida que implica usar dinero de los contribuyentes para promover una creencia religiosa¡±, ha se?alado Broyles. Para el letrado, el problema es que esta medida viola la Cl¨¢usula de Establecimiento de Estado Laico ¡ªredactada en la Primera Enmienda de la Constituci¨®n de EE UU¡ª que garantiza la separaci¨®n entre la Iglesia y el Estado: ¡°La libertad religiosa es un principio fundamental en nuestro pa¨ªs y el Gobierno no puede decidir por su cuenta cu¨¢les religiones son las buenas y cu¨¢les son las malas¡±, concluy¨®.
Con motivo de la demanda, varios de los directores de estos centros escolares de Encinitas han informado en un comunicado que desde el inicio del programa los estudiantes estaban m¨¢s calmados y usaban las t¨¦cnicas de respiraci¨®n aprendidas para relajarse antes de un examen o en cualquier momento de tensi¨®n. Aseguran que desde que la nueva asignatura empez¨® a impartirse en el mes de enero la atenci¨®n en las aulas ha mejorado y se ha reducido la indisciplina en un 70%. ¡°Estamos haciendo un estudio con la Universidad de Virginia y con la de San Diego que publicaremos a final de este mes¡±, explica Case.
¡°Hemos demostrado de sobra la efectividad del yoga para la salud de los menores. No existe el componente religioso en estas clases, solo buscamos el bienestar de los alumnos y est¨¢ funcionando¡±, a?ade tajante Miyashiro. ¡°No se est¨¢n impartiendo clases de religi¨®n. Los nueve centros decidimos ampliar la asignatura de Educaci¨®n F¨ªsica y el yoga es parte de esta renovaci¨®n¡±, sostienen en su defensa los directores de los centros educativos. ¡°No importa lo que ocurra con esta demanda, no se detendr¨¢n las clases de yoga¡±, a?ade Miyashiro.
¡°A pesar de esta pol¨¦mica, la respuesta por parte de los padres al programa es total. Hemos llegado a recibir unas 5.000 cartas de apoyo. Y 700 de ellas pertenecen a Departamento de Educaci¨®n del Estado. Un peque?o grupo se ha quejado acerca de las t¨¦cnicas de yoga y representan a uno de cada 10.000 padres. Como siempre hemos dicho, est¨¢n m¨¢s que demostrados los efectos positivos del yoga¡±, contin¨²a Case. ¡°Estamos escuchando que el debate se centra en que las t¨¦cnicas de relajaci¨®n son susceptibles de inducir al paganismo. Y esto es rid¨ªculo y choca con nuestras creencias cat¨®licas¡±, prosigue.
El aprendizaje del yoga en los ni?os es una medida que traspasa las fronteras de California. Esta t¨¦cnica de relajaci¨®n ya se imparte desde hace a?os en muchos centros educativos del pa¨ªs, desde las zonas rurales de Virginia Occidental hasta las bulliciosas calles de Brooklyn. La pr¨¢ctica se ha implementado incluso en aulas de preescolar. Sin embargo, en todos estos casos previos, las clases de yoga forman parte de las actividades extraescolares del centro o son impartidas por maestros que incluyen, motu proprio, el yoga en su programa escolar anual.
El encargado de tomar una decisi¨®n sobre las clases de yoga de Encinitas ser¨¢ el magistrado John Meyer, quien declar¨® en la vista oral previa que practica yoga regularmente. Y para dictaminar tendr¨¢ que abordar el dif¨ªcil asunto de qu¨¦ es o no religi¨®n, t¨¦rmino que a todas luces significa cosas muy diferentes para unos y otros.
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