Como siete accidentes a¨¦reos cada d¨ªa
La OMS reclama medidas para paliar las muertes por atropello, que suman al a?o 270.000 v¨ªctimas Espa?a reducir¨¢ la velocidad en ciudades pero los peatones tambi¨¦n son responsables
Imaginen que cada d¨ªa se estrellaran siete aviones comerciales, con una media de cien pasajeros a bordo. El impacto medi¨¢tico de los accidentes a¨¦reos, incluso cuando ocurren a compa?¨ªas sin renombre internacional y en lugares remotos, desplomar¨ªa la confianza en la seguridad de las aeronaves como medio de transporte. Y sin embargo, la misma cifra diaria de peatones fallecidos no provoca ning¨²n revuelo medi¨¢tico. Seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), cada d¨ªa pierden la vida alrededor de 740 personas, unas 270.000 al a?o, como consecuencia de un atropello.
Los viandantes fallecidos representan casi la cuarta parte del total de las v¨ªctimas mortales por accidente de tr¨¢fico e incluso pueden alcanzar los dos tercios en los pa¨ªses menos desarrollados, seg¨²n cifras de Naciones Unidas, que ha dedicado la Segunda Semana Mundial para la Seguridad Vial, celebrada el pasado mayo, a la protecci¨®n de los viandantes. Bajo el lema Hagamos seguro caminar, la organizaci¨®n ha instado a los gobiernos a ¡°tomar medidas concretas para mejorar la seguridad de los peatones¡±. Son, junto a los ciclistas, los usuarios m¨¢s vulnerables de las v¨ªas.
Los viandantes muertos son casi la cuarta parte de las v¨ªctimas de tr¨¢fico
¡°El chasis y la carrocer¨ªa del peat¨®n es su propio cuerpo¡±, recuerdan desde la asociaci¨®n Andando para ilustrar la fragilidad de una persona frente a un veh¨ªculo motorizado. ¡°Los peatones y los ciclistas est¨¢n completamente desprotegidos: no tienen un armaz¨®n de hierro, un cintur¨®n de seguridad o un airbag que absorba la energ¨ªa del impacto¡±, insiste un informe de la Comisi¨®n Europea.
Seg¨²n un estudio del Real Autom¨®vil Club de Catalu?a (RACC), en el caso de Espa?a, a pesar de que el total de peatones fallecidos es inferior al de usuarios de veh¨ªculos ligeros o de dos ruedas, el ¨ªndice de mortalidad de los transe¨²ntes duplica al de estos dos colectivos. De cada 100 personas que sufren un atropello en Espa?a, 3,37 pierden la vida.
¡°El peat¨®n tiene derecho a vivir en un entorno sano y a disfrutar libremente de los espacios p¨²blicos en condiciones que garanticen adecuadamente su bienestar f¨ªsico y psicol¨®gico¡±, reza el primer art¨ªculo de la Carta Europea de los Derechos del Peat¨®n. Pero son demasiados los peligros que acechan a los viandantes. ¡°La inexistencia de carriles separados, la elevada velocidad de los veh¨ªculos y los comportamientos arriesgados de los usuarios de las carreteras¡± son algunas de las amenazas que cita el comisario europeo de Transportes, Siim Kallas.
En Espa?a, aunque la cifra de peatones fallecidos es menor a la media mundial, supone casi un 20% de las v¨ªctimas mortales de tr¨¢fico cada a?o. Del total de las 2.060 personas que perdieron la vida por accidente de tr¨¢fico en 2011 ¡ªel ¨²ltimo a?o con cifras consolidadas¡ª 380 eran peatones. De ellos, 222 murieron en zona urbana. Hubo adem¨¢s 1.916 personas que sufrieron heridas graves como consecuencia de un atropello ¡ª300 en carretera y 1.616 en ciudad¡ª y otras 8.949, heridas leves ¡ª8.400 en zona urbana¡ª.
En Espa?a fallecieron en 2011 380 transe¨²ntes, 222 de ellos en ciudad
Y son los peatones quienes m¨¢s utilizan las v¨ªas. De los 48.000 millones de desplazamientos que se hacen al a?o en Espa?a, ya sea a pie o en cualquier tipo de veh¨ªculo, motorizado o no, el 47% corresponde a los viandantes, seg¨²n la Direcci¨®n General de Tr¨¢fico (DGT). Por eso, y en l¨ªnea con las recomendaciones de la OMS y de la Uni¨®n Europea, Tr¨¢fico ha apostado por ¡°conceder un protagonismo especial¡± a peatones ¡ªy tambi¨¦n a los ciclistas¡ª sobre los veh¨ªculos de motor.
Porque hasta ahora, los transe¨²ntes eran tratados como si fueran autom¨®viles. El todav¨ªa vigente Reglamento General de Circulaci¨®n establece que los peatones deben ¡°circular por la acera de la derecha con relaci¨®n al sentido de su marcha¡± y, en el caso de caminar por la de la izquierda, deben ceder el paso a quienes marchen correctamente. E incluso, seg¨²n la norma, no pueden pararse cuando as¨ª lo deseen si impiden el paso de los dem¨¢s ¡°a no ser que resulte inevitable para cruzar por un paso de peatones o subir a un veh¨ªculo¡±.
?C¨®mo evitar un atropello?
Las conductas que un automovilista debe tener en cuenta para evitar arrollar a un peat¨®n son:
1. Moderar la velocidad, especialmente en ciudad.
2. Prestar atenci¨®n si el veh¨ªculo situado delante se detiene porque es probable que baje un peat¨®n.
3. Mostrar cautela ante los peatones que transiten por v¨ªas hablando por el tel¨¦fono m¨®vil, ya que la falta de atenci¨®n puede llevarles a irrumpir en la calzada.
4. Redoblar la precauci¨®n en verano, porque hay m¨¢s transe¨²ntes y se mueven de forma m¨¢s despreocupada.
5. Prestar atenci¨®n a las salidas de los garajes.
6. Disminuir la velocidad al aproximarse un autob¨²s parado.
7. Moderar la velocidad ante la proximidad de pasos de peatones.
8. Elevar el grado de atenci¨®n cuando las condiciones meteorol¨®gicas son adversas.
9. No hacer se?ales para que los peatones crucen la calzada.
10. Extremar el cuidado al circular marcha atr¨¢s.
11. No estacionar encima de la acera.
Las precauciones que han de tomar los peatones para no ser atropellados:
1. Cruzar ¨²nicamente por los lugares espec¨ªficamente indicados para los peatones porque se producen m¨¢s atropellos fuera del paso de cebra que sobre ellos.
2. Mirar a ambos sentidos de la v¨ªa antes de cruzar y asegurarse de que los veh¨ªculos que se aproximan van a frenar.
3. Extremar las precauciones de noche, utilizando elementos reflectantes y ropa de color claro.
4. Hacer un uso responsable de las tecnolog¨ªas m¨®viles mientras se camina por la calle.
5. Si se quiere cruzar una carretera, debe hacerse por un paso y, si no hay ninguno, hay que evitar las curvas, los cambios de rasante y los elementos que resten visi¨®n.
6. Si el conductor sufre una aver¨ªa, debe situar su veh¨ªculo fuera de la calzada y de la parte transitable del arc¨¦n. En el caso de que no pueda, debe encender la se?al de emergencia, e incluso las luces de posici¨®n si la visibilidad es reducida, se?alar el veh¨ªculo con tri¨¢ngulos de emergencia, llamar al servicio de asistencia y esperar su llegada en una zona segura fuera del veh¨ªculo.
El nuevo c¨®digo de circulaci¨®n, que la directora de Tr¨¢fico, Mar¨ªa Segu¨ª, present¨® en el Congreso el pasado 28 de mayo, elimina estas indicaciones de su articulado y establece una notable reducci¨®n del l¨ªmite m¨¢ximo de velocidad en zona urbana, fijado ahora en 50 kil¨®metros por hora, con el objetivo de calmar el tr¨¢fico. En concreto, en las calles con un solo carril o con dos carriles, uno por sentido de circulaci¨®n, los coches podr¨¢n circular a un m¨¢ximo de 30 kil¨®metros por hora. En las calles con plataforma ¨²nica de calzada y acera, el l¨ªmite se rebajar¨¢ a 20 por hora. ¡°Es una medida muy efectiva para reducir las lesiones de los peatones y ciclistas¡±, defiende Mar¨ªa Segu¨ª.
Los nuevos l¨ªmites no son caprichosos. Seg¨²n un estudio citado por la Comisi¨®n de Transportes de la UE, un atropello a 32 kil¨®metros por hora provoca la muerte del peat¨®n en un 5% de ocasiones. Si el veh¨ªculo circula a 48 por hora, la posibilidad de que el peat¨®n fallezca aumenta hasta el 45%, y si la velocidad es de 64 kil¨®metros por hora, la letalidad es de un 85%. Por encima de 70 por hora, no hay apenas posibilidad de sobrevivir.
Sin embargo, la reforma del c¨®digo de circulaci¨®n no es suficiente para la oposici¨®n. El diputado socialista Juan Carlos Corcuera, miembro de la Comisi¨®n de Seguridad Vial del Congreso, refleja la contradicci¨®n entre el intento de proteger al peat¨®n y permitir, al mismo tiempo, que las bicicletas circulen por las aceras. Desde CiU, Jordi Jan¨¦ pide una mejor regulaci¨®n de los aparcamientos junto a los pasos de cebra. ¡°A veces los veh¨ªculos aparcados impiden al peat¨®n ver el coche que se aproxima¡±, se?ala.
Pero m¨¢s all¨¢ de las normas sobre el uso de las v¨ªas, los cambios urban¨ªsticos en las ciudades tambi¨¦n pueden mejorar la seguridad de los transe¨²ntes. Seg¨²n las recomendaciones del Foro de la Movilidad Sostenible de la Comunidad de Madrid, ¡°no se trata de cerrar todas las calles al tr¨¢fico motorizado, sino de hacer calles para la ciudadan¨ªa, en las que el espacio peatonal sea digno, con anchuras, arbolado de sombra, mobiliario urbano, como bancos o fuentes, e iluminaci¨®n adecuados¡±.
El director de la Agencia de Ecolog¨ªa Urbana de Barcelona, Salvador Rueda, da un paso m¨¢s y reclama que los peatones recuperen su condici¨®n de ciudadanos. ¡°En la ciudad, hemos dejado de ser ciudadanos para convertirnos en peatones, somos un modo de transporte porque se nos restringe a una funci¨®n que es viajar a pie como ¨²nica y posible dentro de la ciudad¡±.
Para dar ¡°carta de naturaleza¡± al ciudadano, Rueda plantea la creaci¨®n de supermanzanas. ¡°Son c¨¦lulas con 400 o 500 metros de largo para sustituir a las manzanas¡±, explica el experto en urbanismo. Seg¨²n Rueda, las manzanas han sido sobrepasadas por los avances tecnol¨®gicos. ¡°Se idearon para viajes a pie y tracci¨®n animal, pero no para veh¨ªculos de motor, dise?ados para ir lo m¨¢s r¨¢pidamente posible de un lado a otro de la ciudad¡±. La estructura en manzanas provoca que ¡°cada 100 metros los coches se encuentren con un cruce y con otros coches que tambi¨¦n quieren ir r¨¢pido¡±, con las consiguientes repercusiones sobre el tr¨¢fico. La nueva c¨¦lula de supermanzanas ¡°permite liberar entre el 70 y el 75% del espacio que ocupa el veh¨ªculo para otros usos como intercambios econ¨®micos o de ocio, adem¨¢s de reducir el n¨²mero de intersecciones¡±, explica Salvador Rueda. Aunque en estos lugares puedan circular los veh¨ªculos de residentes y de carga y descarga, solo pueden hacerlo a 10 kil¨®metros por hora. Y adem¨¢s el modelo es econ¨®mico: ¡°Es un proyecto de reciclaje urbano porque no se necesita tirar casas¡±.
Los resultados han sido muy satisfactorios, seg¨²n el director de la Agencia de Ecolog¨ªa Urbana de Barcelona, que ha implantado este modelo en algunas zonas de la Ciudad Condal, Vitoria y Ferrol. Rueda destaca el proyecto ¡°en el barrio barcelon¨¦s de la Ribera, donde las supermanzanas han permitido multiplicar la calidad urbana, y ha pasado de ser un lugar muy inseguro al espacio m¨¢s cool de la ciudad¡±.
Los fabricantes de autom¨®viles tambi¨¦n pueden contribuir a la seguridad de los viandantes. ¡°Hay que desarrollar m¨¢s tecnolog¨ªas que protejan a los peatones, tales como airbags externos o sistemas de detecci¨®n de peatones, y extenderlas a todas las gamas de veh¨ªculos¡±, reclama el RACC.
Es el caso de Volvo, inventor del cintur¨®n de seguridad, que ha dise?ado el primer airbag para peatones para suavizar las consecuencias de un arrollamiento. El modelo V-40 ya cuenta desde 2012 con este dispositivo de seguridad, que se activa a velocidades de entre 20 y 50 kil¨®metros por hora cuando alguno de los siete sensores instalados en el parachoques detecta el contacto f¨ªsico con el peat¨®n. Si el sistema lo interpreta como una pierna humana, el capo se eleva por el despliegue del airbag, que cubre, adem¨¢s, los laterales que rodean la luna delantera y un tercio del parabrisas.
Un urbanista: ¡°Hemos dejado de ser ciudadanos para ser peatones¡±
Pero los transe¨²ntes tambi¨¦n son responsables de los accidentes. ¡°Casi el 70% de los peatones atropellados ha cometido alguna infracci¨®n de tr¨¢fico, y alrededor del 30% presentaban alcohol en sangre¡±, aseguran en la Confederaci¨®n Nacional de Autoescuelas (CNAE). Seg¨²n su presidente, Jos¨¦ Miguel B¨¢ez, ¡°los peatones y los conductores corren peligro todo el tiempo y, a veces, ni lo percibimos, por ejemplo, cuando se cruza un paso de cebra hablando por el m¨®vil sin mirar si se aproxima alg¨²n veh¨ªculo¡±.
Un estudio de la Fundaci¨®n Mapfre, de enero de 2012, coincide con esta percepci¨®n. Seg¨²n la investigaci¨®n, las distracciones de los peatones figuran entre las tres principales causas de atropello, junto al exceso de velocidad y las infracciones.
Entre los errores m¨¢s comunes de los peatones, la CNAE cita la irrupci¨®n en la v¨ªa de modo atolondrado, cruzar sin mirar, bajar de un veh¨ªculo cuando se aproxima otro, no marchar correctamente por las calzadas y arcenes ¡ªel peat¨®n ha de ir por la izquierda, es decir, de cara y no de espaldas a los veh¨ªculos¡ª, no utilizar los pasos para peatones, no respetar los sem¨¢foros y esperar en la calzada a otras personas o a que llegue el autob¨²s.
En cuanto a los conductores, las acciones m¨¢s comunes que desembocan en un arrollamiento son saltarse un sem¨¢foro en ¨¢mbar fijo, no respetar la prioridad del paso de peatones y estacionar en los pasos de cebra o sobre la acera, obligando a los viandantes a invadir la calzada.
El 70% de las personas arrolladas han cometido una infracci¨®n
Adem¨¢s, los automovilistas deben prestar especial atenci¨®n a dos colectivos: los mayores de 65 a?os y los ni?os. ¡°Los mayores son los que tienen m¨¢s probabilidad de sufrir un accidente debido al deterioro de sus facultades visuales, auditivas y locomotoras¡±, explica la CNAE. Entre los ni?os, seg¨²n datos de esta instituci¨®n, son los menores de entre cinco y nueve a?os los que sufren m¨¢s arrollamientos, sobre todo despu¨¦s de la jornada escolar. ¡°Estos atropellos suelen producirse en calzadas de m¨¢s de tres metros de ancho, cuando el ni?o cruza fuera de una intersecci¨®n y, dada la corta estatura del ni?o, el impacto afecta a las partes vitales, es decir, a la cabeza y el t¨®rax¡±, advierte la CNAE.
No obstante, a pesar de que los atropellos en ciudad son mucho m¨¢s numerosos ¡ªun 91%¡ª, los ocurridos en carretera son m¨¢s letales. ¡°Es el accidente m¨¢s mort¨ªfero de tr¨¢fico¡±, alerta el Real Autom¨®vil Club de Espa?a (RACE) y los fabricantes de neum¨¢ticos GoodYear. La relaci¨®n entre el n¨²mero de fallecidos y el de v¨ªctimas es cuatro veces superior al de un accidente en motocicleta y siete veces superior al de un siniestro en turismo. Estos arrollamientos ocurren, advierte el RACE, cuando los peatones cruzan la carretera, cuando caminan por la calzada en el sentido de la marcha de los coches o cuando un automovilista repara su coche en la v¨ªa.
Pero tanto en carretera como en ciudad, los atropellos son evitables. Todos los expertos ofrecen el mismo diagn¨®stico: hay que sumar el esfuerzo de Administraciones, peatones, automovilistas, y fabricantes.
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