La polic¨ªa liga la muerte del bi¨®logo a su investigaci¨®n sobre vertidos
La v¨ªctima estaba analizando en Brasil las aguas en las que se hall¨® el cuerpo 20 personas fueron asesinadas por su defensa del medioambiente entre 2011 y 2012 en el pa¨ªs
La polic¨ªa brasile?a tiene como principal l¨ªnea de investigaci¨®n de la muerte del espa?ol Gonzalo Alonso Hern¨¢ndez unos vertidos ilegales que se podr¨ªan estar realizando en el r¨ªo donde fue encontrado su cad¨¢ver. El ecologista, de 48 a?os y procedente de Santander, fue hallado muerto de un tiro en la nuca el martes pasado en una cascada de agua en el Parque Cunhambebe, en el Estado de R¨ªo de Janeiro, donde viv¨ªa desde hac¨ªa diez a?os con su mujer, Maria de Lourdes Pena Campos.
Los investigadores manejan varias hip¨®tesis, pero la que m¨¢s pesa es la de esta actividad ilegal, seg¨²n el hermano del fallecido, Jes¨²s Alonso. ¡°Gonzalo estaba realizando un an¨¢lisis peri¨®dico de las aguas donde lo encontraron muerto. En el ordenador que se llevaron ten¨ªa la informaci¨®n que demostraba que se realizaban vertidos¡±, cont¨® ayer por tel¨¦fono.
Esta teor¨ªa coincide con las denuncias de Amnist¨ªa Internacional, que advirti¨® ayer de que esta muerte es un ejemplo m¨¢s de los hostigamientos y ataques que sufren los activistas en Brasil a manos de fuerzas de seguridad, paramilitares y bandas criminales. Seg¨²n la ONG, 20 personas han sido asesinadas en este pa¨ªs entre 2011 y 2012 por su defensa del medioambiente. Al asesinato del c¨¢ntabro se une el caso del hostigamiento de La¨ªsa Santos, miembro del grupo de Trabajadores Artesanales Extractivistas, que trabaja por la defensa de la Amazonia y que ha sufrido varios ataques, o el del defensor de derechos humanos Alexandre Anderson, presidente de una asociaci¨®n que denuncia los da?os medioambientales que est¨¢n causando varios proyectos en Guanabara.
Gonzalo Alonso era el mayor de cinco hermanos. Su padre era telegrafista en Madrid, pero ¨¦l naci¨® en Porr¨²a, un barrio humilde de Santander. Ten¨ªa un hijo de 17 a?os fruto de una relaci¨®n anterior. El menor, que vive en Madrid, se ha enterado del asesinato por la prensa. ¡°Quer¨ªamos dec¨ªrselo, pero no nos ha dado tiempo; el ni?o ahora est¨¢ muy mal¡±, lamenta Alonso. La ¨²ltima vez que Gonzalo visit¨® su tierra y a su familia fue durante las pasadas navidades, pero ni siquiera entonces habl¨® al detalle de su trabajo. ¡°Nos preocupaba que viviera solo y aislado, por si se pon¨ªa enfermo o ten¨ªa un accidente, no imagin¨¢bamos que por unos vertidos le pudieran matar¡±, lamenta su hermano.
La familia de Gonzalo en Santander supo de su desaparici¨®n el pasado lunes de madrugada porque fueron avisados por tel¨¦fono por los vecinos de la zona, que se ofrecieron a buscarle aunque advirtieron que seguramente lo hallar¨ªan muerto. ¡°La viuda de mi hermano se puso en contacto con varios directivos de Telef¨®nica ¡ªempresa en la que trabaj¨® varios a?os el bi¨®logo antes de dedicarse a defender el medio ambiente¡ª , y gracias a que estos presionaron a la polic¨ªa, se puso en marcha una investigaci¨®n¡±, describe Jes¨²s Alonso. Ocho horas despu¨¦s del inicio de la batida, Gonzalo fue hallado en el mismo r¨ªo cuyas aguas hab¨ªa estado analizando.
Las pesquisas siguen su curso, pero la familia de Gonzalo no tiene esperanzas de que se encuentre a su asesino. ¡°El d¨ªa anterior hab¨ªa un helic¨®ptero que volaba bajo por la zona, algo que nos han dicho que no suele pasar¡±, relata Jes¨²s Alonso. ¡°Entendemos que estaba reconociendo la zona para matar a mi hermano, y que si alguien tiene medios para eso, tambi¨¦n puede sobornar a polic¨ªas y otras autoridades¡±, critica. Dos hermanos de Gonzalo se han trasladado ya a Brasil para enterrar el cad¨¢ver. La voluntad del fallecido era ser incinerado, pero finalmente ser¨¢ enterrado en un cementerio cercano ya que las autoridades no permiten realizar la cremaci¨®n ni repatriarlo a Espa?a por si hiciera falta extraer ADN del cuerpo. La familia est¨¢ en contacto con un oficial del consulado espa?ol en R¨ªo que les mantiene informados de la investigaci¨®n. Para la familia, el ¨²nico consuelo es que la muerte de Gonzalo sirva para que el Gobierno brasile?o se decida a dar la protecci¨®n medioambiental necesaria a la zona que el ecologista defend¨ªa, ¡°No ser¨ªa una muerte in¨²til¡±, concluye Jes¨²s.
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