Primer tratamiento accesible y masivo contra la elefantiasis
La OMS trata de frenar una enfermedad que afecta a 120 millones de persona
La Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) ha estrenado su sistema r¨¢pido de aprobaci¨®n de medicaciones con un nuevo tratamiento para la filariasis. La enfermedad la causa un gusano ¡ªla filaria¡ª y afecta a unos 120 millones de personas en el mundo. En verdad, podr¨ªa decirse que son tres enfermedades en una. Si el gusano se instala en el sistema linf¨¢tico aparece la filariasis linf¨¢tica. Esta enfermedad muchas veces se llama elefantiasis, porque al bloquear el drenaje de los vasos, el gusano, sobre todo en sus fases juveniles, producen hinchazones de los miembros por acumulaci¨®n de los l¨ªquidos. Estas son muy dolorosas, incapacitantes y estigmatizantes. Se calcula que hay unos 40 millones de personas que presentan malformaciones por esta causa.
Otra variante sucede con otro tipo de gusano, que se asienta en la piel y los ojos. Entonces aparece la oncocercosis, ceguera de r¨ªo, que es la primera causa de p¨¦rdida de visi¨®n en los pa¨ªses pobres. Afecta a 17,7 millones de personas, de las que unas 270.000 est¨¢n completamente ciegas, seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud. Por ¨²ltimo, hay otra variedad, la loaiasis o enfermedad de Loa loa, que se manifiesta sobre todo en la piel. Las tres formas son end¨¦micas del ?frica ecuatorial, aunque tambi¨¦n se dan casos en Centroam¨¦rica y Asia. Adem¨¢s, pueden convivir varias de ellas, por lo que la OMS calcula que hay unos 1.400 millones de personas en zonas de peligro.
La filariasis, en cualquiera de sus formas, entra dentro de la categor¨ªa de las enfermedades olvidadas, porque pese a su impacto (el triple que casos de personas infectadas por el VIH, por ejemplo), como no se da en pa¨ªses ricos no recibe atenci¨®n por las empresas farmac¨¦uticas.
En concreto, la OMS ha utilizado en este caso el proceso que denomina precalificaci¨®n de tratamientos. Se trata de una especie de permiso acelerado que obedece a la gravedad y a la falta de investigaci¨®n en la enfermedad. Y, adem¨¢s, la OMS act¨²a para garantizar que se trata de productos de una calidad probada. Con ello se intenta compensar el abandono que sufren los afectados. En este caso el nuevo f¨¢rmaco, la dietilcarbamiacina, ser¨¢ producida por un laboratorio japon¨¦s, Eisai Co. Pero la OMS, en este caso, no se limita a dar el visto bueno de una manera acelerada al producto, algo que ha hecho de una manera acelerada. A la OMS le han bastado 10 meses de revisi¨®n de la documentaci¨®n presentada por el fabricante, cuando los plazos de aprobaci¨®n de f¨¢rmacos por las agencias estatales suelen ser mucho m¨¢s largos, incluso de a?os, ya que, aparte de verificar los resultados cient¨ªficos, las negociaciones suelen llevar aparejadas tambi¨¦n conversaciones para fijar el precio, sobre todo en pa¨ªses donde el medicamento va a ser financiado por la sanidad p¨²blica.
Adem¨¢s, el otro requisito que impone la OMS es que hay que dar garant¨ªas de accesibilidad. El fabricante debe asegurar que suministrar¨¢ el producto a quienes lo necesitan. En este caso, seg¨²n informa la organizaci¨®n, Esai se ha comprometido a donar 2.200 millones de dosis en seis a?os.
Con esta aportaci¨®n se espera consolidar la lucha contra las distintas formas de filariasis, una enfermedad que se transmite cuando los mosquitos que portan los huevos del gusano pican al ser humano. A partir de ah¨ª este empieza su desarrollo introduci¨¦ndose en la persona.
Parches antipicaduras
La lucha contra las enfermedades transmitidas por insectos (moscas, mosquitos, garrapatas, flebotomos) tiene hist¨®ricamente dos variantes. Por un lado, la del desarrollo de medicamentos que act¨²en contra el par¨¢sito correspondiente (el plasmodio en el caso de la malaria, la filaria en el caso de la elefantiasis, la leishmania o el tripanosoma de la enfermedad del sue?o). Por otro, la lucha contra su agente, el vector.
En este segundo abordaje han sido m¨¢s los fracasos que los ¨¦xitos. Los intentos de secar humedales o usar insecticidas de manera extensiva (por ejemplo, el DDT) han demostrado una eficacia relativa, y, adem¨¢s, causan graves da?os medioambientales. Los intentos de forzar la esterilidad de las especies mediante la suelta de ejemplares modificados est¨¢n solo en fases de ensayos. Solo la aplicaci¨®n de mosquiteras impregnadas en insecticida para los anofeles que transmiten la malaria (y, en algunas zonas, el flebotomo de la leishmania) han mostrado eficacia.
Ahora, Uganda ensaya un nuevo sistema. Se trata de unos parches impregnados de unas sustancias que, al liberarse, ocultan el olor de los humanos para los insectos, seg¨²n informa la web especializada en informaci¨®n cient¨ªfica de pa¨ªses en desarrollo SciDev.net. La idea es neutralizar el CO[LETRA_INF]2[/LETRA_INF] emitido por las personas y otras se?ales olorosas que sirven para que los mosquitos localicen a las personas y, al picarlas, pasarles el par¨¢sito.
Los parches se pegan a la ropa, son de un tama?o reducido (el fabricante, Olfactor Laboratories, de EE
Actualmente hay dos tratamientos para esta enfermedad, que est¨¢ en la lista de las que organizaciones como la Fundaci¨®n Bill y Melinda Gates o Iniciativa para el Desarrollo de Medicamentos para Enfermedades Olvidadas (DNDi), recientemente galardonada con el premio Fronteras del Conocimiento de la Fundaci¨®n BBVA, tienen en su punto de mira.
Esta ¨²ltima tambi¨¦n prev¨¦, para 2015, tener listo su tratamiento. La idea es tener una bater¨ªa de f¨¢rmacos conjuntos para combatir el gusano en todas sus fases, ya que uno de los problemas que hay actualmente es que los f¨¢rmacos act¨²an solo sobre huevos o individuos j¨®venes, pero no sobre los adultos, con lo que la cadena de transmisi¨®n no se detiene.
Y esto es muy importante en este caso de las enfermedades parasitarias. Lo normal es que la filaria entre en el organismo de los individuos cuando son ni?os, y luego ya no tienen por qu¨¦ salir de ¨¦l. Las manifestaciones empiezan en la vida adulta, y, de alguna manera, el da?o va acumul¨¢ndose. Por eso hay que conseguir medicaciones que act¨²en, al menos, de tres maneras: sobre las ejemplares en fase juvenil, los adultos y tambi¨¦n de manera preventiva.
En concreto, el candidato de DNDi act¨²a sobre la fase adulta. La organizaci¨®n explica que con ello no solo se asegura que se rompa la cadena de la procreaci¨®n del par¨¢sito. Al evitar que haya cr¨ªas o que se act¨²e sobre ellas se aborda un problema secundario grave de las medicaciones actuales: al matar a los animales en fase juvenil, estos est¨¢n en los vasos m¨¢s estrechos y peque?os, los cad¨¢veres se acumulan y pueden aparecer encefalitis o da?os renales, por ejemplo.
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