Do?ana cierra el grifo

Las interminables hileras de tierra est¨¢n en calma. A lo lejos, un par de trabajadores marroqu¨ªes preparan el esqueleto de metal sobre el que se montar¨¢n los pl¨¢sticos blancos. Es septiembre entre Lucena del Puerto y Moguer. Es tiempo de calma en las explotaciones freseras de Huelva. El traj¨ªn volver¨¢ en pocos d¨ªas, cuando los trabajadores coronen las hileras con millones de plantones. Volver¨¢ a brotar el milagro de una tierra que parece arena de playa.

Es la misma tierra sobre la que se levantan los pinos del colindante espacio natural de Do?ana. El secreto de este rentable cultivo de regad¨ªo y el de uno de los humedales m¨¢s importantes de Europa est¨¢ bajo los pies, a 10 o 15 metros de profundidad. Es el castigado acu¨ªfero 27, del que bebe Do?ana y con el que se riegan miles de hect¨¢reas agr¨ªcolas. Pero el milagro econ¨®mico de la fresa se asienta, en parte, en la extracci¨®n descontrolada del agua de la bolsa subterr¨¢nea. Junto al parque existe un entramado de pozos ¡ªWWF estima que un millar¡ª, balsas y conducciones ilegales.

¡°Los agricultores han buscado el agua como mejor han podido¡±, reconoce Alberto Garrocho, presidente de la asociaci¨®n de productores Freshuelva. Garrocho, sin embargo, sostiene que muchos de los pozos son concesiones antiguas con d¨¦cadas a sus espaldas. Aunque ¡°hay de todo¡±, a?ade.

Se calcula que hay un millar de captaciones irregulares

En Almonte, Bonares, Lucena del Puerto, Moguer y Rociana del Condado, donde se concentra el problema, la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Guadalquivir tiene concedidas autorizaciones para 506 captaciones del acu¨ªfero. Sin embargo, un estudio elaborado por la Comunidad de Regantes El Fresno hablaba de m¨¢s de 2.500, con lo que habr¨ªa un desfase de cerca de 2.000 captaciones. Es complicado dar una cifra cerrada del problema. Un recorrido por la zona ayuda a comprenderlo: los pozos est¨¢n a ras de tierra, apenas sobresalen un metro y est¨¢n diseminados bajo los pinares. Los agricultores transportan el agua que extraen a trav¨¦s de unas tuber¨ªas soterradas hacia las balsas, que est¨¢n conectadas con sus explotaciones.

La agricultura del entorno de Do?ana se centraba hist¨®ricamente en el cultivo de secano. Pero a partir en los a?os ochenta y noventa, se produjo un boom de las plantaciones intensivas bajo pl¨¢stico, que crecieron en demasiados casos sin que se regulara el uso del agua del acu¨ªfero.

S¨ª es f¨¢cil cifrar la importancia econ¨®mica del regad¨ªo en la provincia. Huelva es el principal productor de fresa de Espa?a. La facturaci¨®n de este cultivo super¨® los 300 millones de euros en la ¨²ltima campa?a. Este sector y el de los cultivos de regad¨ªo intensivos en general emplean de forma directa a 12.000 personas en las cooperativas y centros de tratamiento de la provincia. Adem¨¢s, unos 50.000 trabajadores participan en las campa?as. Estos n¨²meros ayudan a comprender el retraso de las Administraciones a la hora de atajar el problema del reparto del agua en Do?ana.

¡°Se ha buscado el agua como mejor se ha podido¡±, dice Freshuelva

Pero tras d¨¦cadas de descontrol, la Junta de Andaluc¨ªa prev¨¦ que en marzo de 2014 se apruebe definitivamente el plan especial de ordenaci¨®n de la zona norte de la corona forestal de Do?ana. La norma contempla, entre otras cosas, que todo el uso del agua est¨¦ regularizado en un m¨¢ximo de cinco a?os y la clausura de las captaciones ilegales. El plan afecta a los cinco municipios que rodean el espacio natural.

En esta comarca de Do?ana se produce alrededor del 60% de la fresa de la provincia. Seg¨²n Felipe Fuentelsaz, coordinador de Agua y Agricultura de WWF en Do?ana, varias cadenas de supermercados europeas ya est¨¢n poniendo trabas a la fresa onubense por el descontrol en el uso del agua. Esta v¨ªa puede ser letal para el sector: el 90% de la fresa y frutos rojos que se producen en Huelva se destina a la exportaci¨®n.

Tras el anuncio de la Junta, la soluci¨®n parece un poco m¨¢s pr¨®xima, aunque siempre cabe un nuevo retraso con un documento que comenz¨® a elaborarse hace seis a?os. Ha pasado ya por las manos de cinco consejeros auton¨®micos de Medio Ambiente desde 2007. En este periodo ha dado tiempo a que las competencias sobre el Guadalquivir, en cuya cuenca est¨¢ el acu¨ªfero 27, pasaran del Estado a Andaluc¨ªa y de Andaluc¨ªa al Estado otra vez, algo que ha retrasado a¨²n m¨¢s la aprobaci¨®n del plan.

La Unesco, que en 1994 declar¨® Do?ana Patrimonio de la Humanidad, se ha fijado en el problema. Ha planteado ya la posibilidad de que el parque sea inscrito en la ¡°lista del patrimonio mundial en peligro en un futuro pr¨®ximo¡± si no se ¡°abordan con eficacia¡± problemas como el de la extracci¨®n descontrolada de agua. En la reuni¨®n que el Comit¨¦ de Patrimonio Mundial celebr¨® en Camboya en junio se acord¨® pedir a Espa?a un informe antes de febrero.

El cultivo de la fresa
factur¨® el a?o pasado
en Huelva 300 millones

Paralelamente, la Fiscal¨ªa General del Estado mantiene abierta una investigaci¨®n. El Seprona, de la Guardia Civil, ha rastreado en los ¨²ltimos meses las ¨¢reas m¨¢s conflictivas. Se han realizado alrededor de un centenar de inspecciones y, tras reclamarlo la fiscal¨ªa provincial, los jueces han ordenado el cierre cautelar de varias captaciones. La Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Guadalquivir tambi¨¦n presiona por la v¨ªa administrativa. ¡°En breve vamos a cerrar unos cuantos pozos¡±, dice Manuel Romero, presidente de este organismo.

Los agricultores han reaccionado con protestas en la calle. Han creado una plataforma que a finales de agosto consigui¨® reunir en una manifestaci¨®n en Huelva a miles de personas (12.000, seg¨²n los convocantes, y 8.000, seg¨²n la polic¨ªa). Los regantes reclamaron algo parecido a una amnist¨ªa temporal para los pozos y se quejaron de que se han abierto 200 expedientes sancionadores, una cifra que el presidente de la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica da por buena.

En este contexto de presiones enfrentadas es en el que la Junta ha cerrado el plan de ordenaci¨®n. El documento aborda el reparto del agua en la zona, que se extiende por dos cuencas. Al norte, en la demarcaci¨®n hidrogr¨¢fica del Tinto, Odiel y Piedras, se prev¨¦ que todos ¡°los suelos agr¨ªcolas regables¡± sean ¡°atendidos por aguas superficiales¡±, como mayoritariamente ocurre ahora. Pero el problema est¨¢ al sur, en el distrito hidrogr¨¢fico del Guadalquivir, donde el plan busca reducir las extracciones del acu¨ªfero con aportaciones superficiales. ¡°Teniendo agua superficial podemos empezar a cerrar pozos¡±, argumenta Alberto Garrocho, de Freshuelva. Se contempla un trasvase de 3,99 hect¨®metros c¨²bicos que permitir¨¢ mantener 1.000 de las 7.000 hect¨¢reas que el plan destina al regad¨ªo en la zona de la cuenca del Guadalquivir. ¡°Se cerrar¨¢ el 100% de los pozos en esa zona, unos 300¡±, a?ade el presidente de la Comunidad de Regantes del Fresno, ?ngel Gorostidi. Respecto a las extracciones del acu¨ªfero, se prev¨¦n 23 hect¨®metros c¨²bicos para el regad¨ªo en 2014. La disponibilidad se fijar¨¢ cada a?o en funci¨®n del estado de la bolsa de agua.

La Unesco ha instado
a Espa?a a que
ordene los regad¨ªos

El otro problema que se aborda es el de los usos del suelo. El documento final autoriza 9.098,8 hect¨¢reas para regad¨ªo, 5.825 de ellas para cultivos bajo pl¨¢stico. ¡°Se quedar¨¢n fuera de ordenaci¨®n entre 1.000 y 1.200 hect¨¢reas¡±, se queja Gorostidi. El punto temporal que ha empleado la Junta para declarar legal o ilegal una explotaci¨®n ha sido 2004. El Gobierno andaluz aprob¨® ese a?o un plan de ordenaci¨®n en el que se fijaba qu¨¦ zonas pod¨ªan destinarse a la agricultura. Pero esta restricci¨®n no se cumpli¨® y los agricultores transformaron ¨¢reas de montes p¨²blicos en regad¨ªo y se ocuparon arroyos.

WWF, que ya ha anunciado su rechazo al plan de la Junta, lamenta que el documento vaya a permitir que 2.000 hect¨¢reas de montes p¨²blicos que han sido transformadas en regad¨ªo se salven. Adem¨¢s, esta organizaci¨®n no est¨¢ de acuerdo con que se conceda un plazo de cinco a?os para regularizar todo el uso del agua en la zona.

La Junta s¨ª cuenta con el apoyo del Gobierno central, algo clave para el desarrollo del plan. Ser¨¢ la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Guadalquivir, dependiente del Estado, la que tenga que controlar a partir de ahora las extracciones de agua del acu¨ªfero.