Estamos de mudanza

Desde hace tiempo, The Financial Times viene marcando el paso al resto de peri¨®dicos sobre c¨®mo atravesar el v¨ªa crucis hacia un mundo digital, y hacerlo con el menor dolor posible. Es cierto que se trata de un peri¨®dico considerado de nicho (cada vez menos: un lector interesado en la informaci¨®n global podr¨ªa vivir solo con el FT), pero no est¨¢ ah¨ª el principal motivo de su ¨¦xito. Ha sido la construcci¨®n acompasada, constante y valiente de un nuevo modelo de negocio, una salida digital de alta calidad en todas sus plataformas, un peri¨®dico diferencial y un modelo organizativo en el que no domina el proceso industrial del papel lo que les ha situado en una posici¨®n aventajada.

No nos confundamos: el FT sufre y sus beneficios son escasos. Pero ese diagn¨®stico suena mucho mejor que el de la mayor¨ªa de los peri¨®dicos. Unos mueren, otros se malvenden, las redacciones son esquilmadas y casi ning¨²n superviviente tiene beneficios.

Por eso, que un peri¨®dico de ¨¦xito como el que dirige Lionel Barber haga transparente su estrategia y la comunique por tierra, mar y aire, a los suyos y, sobre todo, al mercado, resulta tan importante. No estamos muertos, estamos de mudanza, viene a decir. La memoria de Barber le pone contexto y describe dos de las m¨¢s importantes claves en el actual ecosistema de los medios. M¨¢s ingresos por circulaci¨®n (fundamentalmente con suscripciones digitales) que por publicidad e incremento enorme en el tr¨¢fico m¨®vil. El FT, igual que le ha ocurrido a The New York Times, ha roto esa barrera en la que los peri¨®dicos dejan de estar subvencionados por la publicidad, como ha ocurrido hist¨®ricamente, para ser sostenidos por sus lectores.

En el otro extremo est¨¢ The Guardian, en un excitante momento period¨ªstico y muy avanzado en su transformaci¨®n pero con problemas en cuanto a modelo econ¨®mico (basado m¨¢s en grandes vol¨²menes de audiencia y publicidad que en el pago). De los tres peri¨®dicos, quiz¨¢ los m¨¢s observados en cuanto a buscar soluciones a la compleja ecuaci¨®n, es el FT quien parece estar encontrando un mejor equilibrio ¡ªdesde altas dosis de radicalidad¡ª en su c¨®ctel. Calidad en contenidos, innovaci¨®n en distribuci¨®n, reorganizaci¨®n interna y relaci¨®n con los lectores. El mensaje de Barber golpea en todos esos frentes. Manda la salida digital con contenidos alejados de la grisura que nos inunda, se acab¨® el peri¨®dico de ¨²ltimas noticias y se aligera su proceso de producci¨®n, se potencia el contexto y el periodismo de investigaci¨®n. Todo eso es digital first, no publicar primero en la web lo creado bajo los cors¨¦s del papel.