Francia condena al certificador alem¨¢n de implantes de mama PIP defectuosos
El Tribunal de Comercio de Toulon considera que la empresa TUV no cumpli¨® sus obligaciones de control de calidad
La justicia francesa ha considerado hoy responsable a la certificadora alemana TUV, quien dio el visto a los implantes mamarios defectuosos de la marca PIP, el origen de uno de los mayores esc¨¢ndalos sanitarios de los ¨²ltimos a?os, que en Espa?a afect¨® a 18.500 mujeres. La empresa ¡°falt¨® a sus obligaciones de control¡±, ha sentenciado el tribunal de Toulon. Deber¨¢ reparar los perjuicios ocasionados a las 1.700 v¨ªctimas representadas en este juicio civil.
De momento, tendr¨¢ que adelantar 3.000 euros por demandante a la espera de estudios individuales que eval¨²en el total para cada una de las afectadas. La empresa certificadora, que en el juicio penal, pendiente de sentencia, se present¨® en la parte de la acusaci¨®n al considerarse v¨ªctima de la estafa, ha anunciado que apelar¨¢ la decisi¨®n.
En una sentencia inesperada, el juez determina que TUV, ¡°en su calidad de organismo ¡®notificado¡¯ falt¨® a sus obligaciones de control, de prudencia y de vigilancia en el ejercicio de su misi¨®n¡±. El tribunal conden¨® a la coma?¨ªa y a su filial francesa a ¡°reparar los perjuicios materiales e inmateriales causados a los distribuidores y los perjuicios corporales y/o psicol¨®gicos causados a las portadoras de implantes mamarios de la marca PIP¡± (Poly Implant Proth¨¨se).
El juez apunt¨® que de haberse realizado inspecciones sin previo aviso a la f¨¢brica, en vez de limitarse a un control documentario, ¡°se podr¨ªa haber descubierto f¨¢cilmente el fraude y evitado la magnitud del desastre¡±: el fabricante recurr¨ªa a un gel no homologado m¨¢s barato que el legal. La empresa PIP, fundada por Jean-Claude Mas en el sur de Francia, exportaba a m¨¢s de 60 pa¨ªses y se calcula que el esc¨¢ndalo podr¨ªa afectar potencialmente a unas 300.000 mujeres.
Este juicio por lo civil, abierto en paralelo al celebrado por lo penal en abril en Marsella y en el que est¨¢n juzgados el fundador de PIP y cuatro de sus colaboradores por enga?o agravado y estafa ¡ª siguen abiertas las investigaciones por lesiones y homicidio involuntario y por bancarrota voluntaria¡ª, se inici¨® a petici¨®n de 1.700 pacientes, en su gran mayor¨ªa latinoamericanas, y de seis distribuidores internacionales (mexicano, brasile?o, italiano, b¨²lgaro, rumano y sirio). Las v¨ªctimas reclaman cada una 16.000 euros por perjuicio moral y ansiedad ¡ªen total unos 25 millones¡ª y los distribuidores, 28 millones.
Los cinco acusados son insolventes, por lo que no podr¨¢n indemnizar a las v¨ªctimas. Adem¨¢s de Francia, en Argentina unas 300 mujeres han demandando a PIP y a la empresa certificadora, a las que reclaman 41 millones de euros.
La letrada de la empresa alemana, C¨¦cile Dericke, anunci¨® de inmediato su intenci¨®n de apelar la decisi¨®n. ¡°TUV sigui¨® rigurosamente la legislaci¨®n vigente¡±, explic¨® a la agencia France Presse, y record¨® que la legislaci¨®n europea estaba en curso de modificaci¨®n para paliar los defectos puestos de manifiesto por el esc¨¢ndalo.
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